¿Qué realidad creamos cuando accionamos motivados por una sed de venganza?
Cometida una alevosa injusticia, ¿Sólo se podría hacer justicia con un alevoso castigo?
¿Buscamos emociones fuertes sólo para llenar los más grandes vacíos emocionales de nuestras vidas? Y si esos vacíos ya nunca se podrán llenar, ¿Qué pasará con nosotros?
Sí, una película que podría ser tildada de sólo un blockbuster comercial de entretenimiento pochoclero también puede cuestionarse semejantes incógnitas intrínsecas al ser humano y no sólo brindar metraje en pantalla como excusa de un modelo de negocio que cada vez más parece sólo importarle vender entradas. Pero ésto sólo ocurre cuando hay autores cinematográficos detrás de las obras, y ese nombre en este caso es el de George Miller.
Ha pasado casi una década desde Mad Max Fury Road y en esta ocasión, el director a sus 79 años nos trae una nueva película de acción en este propio universo de ciencia ficción/post apocalíptico. A los hechos: Furiosa no es mejor película que Mad Max Fury Road. Eso es así, pero el tema es que no tiene porqué serlo e incluso, para mí, Miller ni siquiera ha intentado superarlo, así que no es mejor película sólo porque MMFR es la mejor película de acción-ciencia ficción de, al menos, este siglo. Y Furiosa siendo brillante vuelve a confirmar la obra maestra cinematográfica que Miller filmó en 2015.
Obviamente la obra se analiza como pieza individual pero da a lugar a la comparación con su predecesora ya que este film actúa como precuela mostrándonos el inicio de la historia del personaje de Furiosa que sin ser el protagónico de la anterior entrega se había comido la pantalla interpretada en ese film por Charlize Theron y en esta nueva entrega está caracterizada por Anya Taylor Joy. Un cambio algo brusco ya que es difícil para cualquier actor o actriz estar a la altura de semejante papel cuando hace no tanto otra actriz había brillado con su actuación, y aunque parecía una tarea titánica, Anya no desentona y lo hace fenomenalmente, hace de esta historia su propia historia, en especial en los primeros momentos que aparece en pantalla en la Ciudadela y (casi) toda su interpretación se basa en su capacidad actoral de su mirada. Cuando lo difícil parece fácil merece aplausos.
Chris Hemsworth da vida a Dementus, el líder de una banda de delincuentes en motos que van por el mundo haciendo estragos en pos de sobrevivir y divertirse un poco. Dementus parece ser un papel brillante que fue creado para que sólo él pueda interpretarlo. ¡Y lo bien que lo hace! Lo noto más suelto y más a gusto que en sus mejores momentos como Thor. Ojalá sigan dándole papeles donde pueda liberarse un poco más y darnos más actuaciones en este tono. Me encantó.
Inmortan Joe, en la piel de Hugh Keays-Byrne, sigue reinando en la Ciudadela, que aunque en esta película tenga menos tiempo en pantalla sigue siendo un villano realmente increíble que te pone los pelos de punta en cada una de sus apariciones en pantalla, tanto él como su clan familiar y su ejército de soldados dispuestos a dar la vida por su nombre. Tom Burke cumple caracterizando a Jack como coequiper de Furiosa. Y para mí la revelación actoral es Alyla Browne interpretando la joven Furiosa, que está absolutamente brillante en los primeros minutos del film.
Es una película de acción-aventura en un mundo post apocalíptico donde los habitantes se mueven de un lado a otro de esos grandísimos desiertos gracias a sus motocicletas. Miller filma la velocidad y a los motores (y sus rugidos) de una forma excelsa, tanto que salís de la sala y no te querés comprar una moto, te querés comprar 3. El espíritu rockstar sigue estando presente, aunque en menor medida que en su entrega anterior pero al ver a Chris Hemsworth movilizarse con su carruaje de motocicletas es imposible no querer ser él.
Miller planta bandera reconfirmando que es el mejor director de cine de acción vivo, y aunque para mí Furiosa no está al nivel de MMFR es una película con secuencias de acción frenética que dan un espectáculo visual sublime y que dan cátedra de lo que un verdadero director de LENGUAJE cinematográfico puede hacer en pantalla. Hace parecer absolutamente sencillo lo que es muy difícil, lo que es complejo y se suele resolver en 4 o 5 planos Miller lo hace en uno solo, con una coreografía de blocking y staging fenomenal sin siquiera llegar a burdos planos secuencias injustificados. CINE.
El guion logra capturar en profundidad y con matices una esencia tan interna y personal de una mujer con una dura herida de su niñez que al llegar ese momento cúlmine de venganza el resultado es como la vida misma. Hagamos lo que hagamos eso ya no volverá. Aplausos. Es verdad que la fotografía no es perfecta como en MMFR y en esta entrega se usa más CGI pero realmente la narrativa acelera tanto que en ningún momento te da el tiempo necesario para que eso entorpezca la experiencia y cada una de las secuencias de acción como la de Bullet Farm o las persecuciones a lo largo de Wasteland son de una maestría de dirección que nos dejan tensos y al borde de la butaca.
Se cumplen 45 años del estreno de la primera entrega de Mad Max y el universo creado por Miller parece ser cada vez mejor. También planta la semilla para seguir expandiéndolo a futuro, así que ojalá siga deleitándonos con su gran cine para que otros directores puedan seguir tomando notas y nosotros podamos ver este calibre de dirección reflejado no sólo unas pocas veces en el año sino más seguido. Gracias.
Calificación: 8.5/10
Por Julián Lloves para La Butaca Web.