Reseña: La Nave De Lxs Locxs

Por Denise González
Lnave de lxs locxs, el vientre hinchado de comer verdades


La aventura comenzó ya en el exterior de la sala: solo sentarse a esperar a que se abran las puertas basta para estar participando de La nave. En un ambiente donde todo parece ser de todos, que da sensación de hogar, una persona reparte fichas y lápices para ser completadas por los futuros espectadores. La propuesta es responder una serie de preguntas insólitas que nos transportarán a lugares no tan transitados de nosotros mismos. Esto, y que mientras tanto rondan situaciones improvisadas alrededor que nos van introduciendo a la obra, nos preparan para la acción en un clima muy particular.
Al entrar al espacio donde va a suceder la magia nos indican que podemos tomar asiento donde queramos. Las sillas están por doquier, repartidas aleatoriamente. Las luces juegan con la imagen del enigma central y los personajes ya están en escena, expresándose a través de sus cuerpos y voces, vestidos de blanco y esparcidos en diferentes puntos, aunque todos ellos dentro de este escenario circular al que rodeamos los recién llegados.
La obra transcurre desde el principio entre situaciones abstractas breves; se presentan como algo desconocido, pero con lo que todos nos identificamos. Tarde o temprano llegamos a entender que estamos viendo nada más ni nada menos que la cotidianidad reflejada en un signo, en un conflicto teatral que grita “hay que expulsarlx por distintx”. Lo profundo del ser humano expuesto a un ciclo de juicios infinito.
Si algo ha de destacarse de los artistas y de la obra en general, esta composición construida a partir de la investigación realizada por la directora en torno a Foucalt, es la intensidad con la que trabajan y que bien saben volcar sobre el contexto para introducirnos en la atmósfera colectiva en que vivimos sin ser conscientes en la sociedad. Desde lo técnico, el profesionalismo con que se desarrollan las improvisaciones, dando su toque pasional en cada reacción, en cada intervención. Envuelven la concentración de cada persona y sin duda la llevan a un lugar recóndito y peculiar, a un descubrimiento en su interior. Las frases, el contacto físico y las miradas traspasan la relación espectador-actor. Esto se ahonda sobre todo en los fragmentos en que el público es invitado a jugar dos juegos. Los asistentes, sorprendidos, tienen la posibilidad de apropiarse del espacio para expresar sus miedos y fortalezas a través de las preguntas sustanciales que ofrece la puesta en escena detrás de aquellos juegos inocentes que alguna vez nos enseñaron a jugar. La nave se convierte en un verdadero cuadro de entrega y liberación para los valientes que ponen sobre la mesa su verdad. Es que si algo logra es desnudar los límites y los dolores que nos encierran desde lo más primitivo en la cultura que nos origina desde la niñez.
Más allá de subrayar la excelente forma en que se desenvuelve cada eslabón de la cadena que conforma La nave en cuanto a lo profesional, hay algo no tan fácil de conseguir que se ve claro durante toda la secuencia, y que quiero colocar en una posición excepcional: el espectador tiene permiso de adueñarse de la experiencia, reflexionar y llevarse dentro un disparador inmenso de cuestiones de su cualidad humana. Es precisamente lo que la hace única y personal, volviéndose invaluable para quien abraza al arte para replantearse su realidad diaria.

 

Ficha técnica
Intérpretes: Julieta Rocío Barletta, Facu Cohen, Malena Jawerbaum, Juan Ignacio Piasentini, Jimena Romero, Joaquín Saldeña, Gustavo Silva Arévalo, Liliam Zarreth.
Vestuario: Verónica Casanova
Escenografía: Ana Díaz Taibo
Diseño Gráfico: Sabrina Pintos
Asistencia Técnica: Camilo Labraña
Asistencia en Dirección: Lucila Lobel
Producción Audiovisual: Habla la Hache, Jualián Baquero
Prensa: Cakatúa Prensa
Dirección: Mariana Moschetto

Función: Viernes 23hs | El Club de Trapecistas Estrellas del Centenario. Dirección: Ferrari 252, CABA | Entrada gral: $300.- Promociones disponibles en boletería

 

Pantallazo festivalero: Vistazo latinoamericano (34º MDQ Film Fest)

Por: Gonzalo Esteba Borzino

Cobertura del 34º Festival de cine de Mar del Plata

La protagonista (Argentina) || Dirigida por: Clara Picasso

“Luego de detener un robo de forma accidental, Paula se hace relativamente famosa: sale en la tele y en los diarios, la reconocen por la calle, le piden fotos. Pero esa fama dura poco, y pronto Paula vuelve a su vida gris.”

El retorno al mundo mundano, luego de la experiencia extraordinaria, es pocas veces explorado en las ficciones comerciales. Usualmente, cuando el protagonista comienza a subir, continúa subiendo hasta el éxito supremo o, en caso de historias más trágicas muere de una sobredosis. No obstante, hay una variante en aquellas historias, más real y común, pero que puede ser considerada inferior por su banalidad: la de la estrella que tiene su momento de fama… pero la vida sigue. Como el capítulo de los Simpsons del juego perfecto de bolos, Paula se ve bombardeada por un momento de gloria y apreciación, que para una actriz artísticamente moribunda es una bendición, pero prontamente se ve abandonada cuando la novedad se esfuma y ella pasa nuevamente a las filas del anonimato. Somos testigos como, ni aunque siendo «la más grande”, uno se salva de decepcionarse a uno mismo. Más aun, teniendo una nueva e inalcanzable vara que alcanzar. Y bueno ¿Qué se espera de una protagonista, si no es sufrir? Cruda y real, con un humor cruel y ritmo tedioso; c’est la vie.

La casa (Chile) || Dirigida por: Jorge Olguín

“En 1986, en plena dictadura de Pinochet en Chile, un carabinero entra a la Casona Dubois, en la comuna de Quinta Norma de Santiago, que está abandonada y sobre la que se habla de una maldición. Una experiencia escalofriante”

En la oscuridad de la noche, un hombre culpable se interna en sus demonios. Este largometraje de terror, cliché en ejecución, toma la posta como denunciante de los horrores de la dictadura de Pinochet. Siguiendo la acción con un constante plano secuencia, los espectadores se sienten atrapados junto al carabinero en los siniestros (y caóticos) acontecimientos de la casa. Grabado “a la guerrilla”, en referencia a la nula intervención de grandes productoras, el director menciona orgulloso como él tuvo que ocupar gran parte de sus cargos. En este, su sexto largometraje, uno no puede evitar sino preguntarse ¿Era meritorio de tanta atención? Con un diseño sonoro desprolijo, acciones sin sentido y meramente dispuestas para provocar un susto fácil, el film se haya entre los más decepcionantes del festival. Pero si los sustos baratos y las películas de 1 estrella de netflix son lo suyo, esta cumple con las expectativas, añadiéndole el saborizante contextual, y el mal tiempo casi poético.

Angélica (Argentina) || Dirigida por: Delfina Castagnino

“Angélica está en crisis; su madre murió hace poco y tiene que vaciar su casa porque van a demolerla. Sin saber cómo enfrentarlo, se refugia allí en secreto y comienza a perderse en sí misma. El duelo también puede ser un lugar en el que residir.”

Incomoda, pero sincera. La película nos hace testigo del arrastre asfixiante de una mujer no independiente, ligada a un cadáver que no tiene. Una casa en ruinas, que refiere a un pasado próximo a ser olvidado, y las trampas que en ella han de accionarse para prolongar su falsedad. La transmutación de cuerpos entra en lo que Noel Carrol caracteriza como terror-arte, y sin embargo no es sino hasta el final en que uno puede categorizar este como un film con caracteres del género terror. Por lo demás, un drama de una hija que sufre en carne propia la pérdida de una madre, y de su propia identidad. Ganadora del premio a mejor largometraje de la Competencia argentina, el film es una excelente pieza psicológica tortuosa, excelentemente estrenada en el año del Joker, cuando los temas del desdoblamiento de la identidad y la dependencia simbólica están más vivos que nunca.

Sirena (Bolivia) || Dirigida por: Carlos Piñeiro

“Cuatro hombres llegan a una isla en el lago Titicaca buscando el cadáver de un colega que yace en un pueblito donde el tiempo corre de otro modo, solo se habla aymara y los ritos son algo cotidiano. Pero el muerto es ahora sagrado para la comunidad.”

Lo que podría haber sido el Midsommar latinoamericano, se retira siendo uno más del montón de escombro poético. Y es que no hay que ser malo, hay que ser deliberadamente torpe para no percatarse del potencial de la historia y decidir hacer esto en su lugar. Tomas de paisajes repetitivos y de muy poca presencia debido a un uso lamentable de blancos y negros, solo realmente apreciables en el interior de la cripta. Toda sensación de riesgo se diluye con el tiempo, y la urgencia no se vuelve, sino, una mera complicación de conversación. Admito, no obstante haber sido condicionado por la espectacular película de Ari Aster, y puede que mis propias presunciones al momento de leer la sinopsis hayan sido afectadas por la inherente similitud. Sin embargo, recalco la carencia de contenido más allá de lo que se muestra en una tediosa y extensa caminata. Si había algo más a ser captado, me temo que se hizo un pésimo trabajo en transmitirlo.

Matar al dragón (Argentina) || Dirigida por: Jimena Monteoliva

“Durante años, muchas niñas de un pueblo fueron desapareciendo. Una de ellas fue Elena, quien reaparece ya adulta y es llevada por su hermano a vivir con él. Pero alguien de su pasado volverá con la intención de llevarse a ella o a las niñas.”

En las profundidades del infierno, hogar de una bruja con alma de dragón, niñas son secuestradas y consumidas por denigrantes seres. Pasillos oscuros, personajes terroríficos y una ominosa presencia construyen las paredes de un mundo olvidado, alejado de la familia de bien, limpia de toda corrupción aparente. Este film ha hecho un esfuerzo consiente por crear un universo con las lógicas distópicas, donde se haya una separación entre un mundo superior o “paraíso”, y el submundo. A pesar de las actuaciones un tanto desinteresadas, la película se desarrolla con crudeza, marcando el rechazo por la marginalidad y la gente que intenta rehabilitarse de los malos hábitos. La sublime dirección de arte y diseños propios de grandes producciones, lleva a considerarla como un interesante exponente del cine juvenil, que surge independientemente de una saga de libros.

Crítica: Lectura Según Justino

Por Macarena Maidana
En el año 1955. En un pueblo de Paraguay, San Bernardino, fundado por colonos alemanes, y durante los primeros años de la dictadura militar del general Stroessner, sus habitantes transcurren sus días alejados del mundo. Justino acaba de perder a su padre, y como único hijo varón, debe salir a trabajar como cartero, mientras termina sus estudios primarios en la escuela alemana del pueblo. Repartiendo cartas conoce a un misterioso personaje, a quien algunos habitantes lo acusan de ser un criminal durante la segunda guerra mundial.


Esta película es una colaboración entre Argentina y Paraguay, dirigida por Arnaldo André y protagonizada por Julieta Cardinali, Mike Amigorena y Diego Gonzalez.

Basada en hechos reales, la película transcurre en San Bernardino, un pueblo de Paraguay donde todos se conocen entre todos. Justino (Diego Gonzalez) es un chico de 11 años que acaba de perder a su padre,por lo que su madre le indica que debe cargarse el papel del hombre de la casa al hombro para mantener tanto a ella como sus hermanas.

Toma el puesto del primer cartero del pueblo y así conoce a un ex soldado alemán (Mike Amigorena) apartado de la sociedad. Justino es premiado con una beca en el colegio alemán del lugar, por lo que se reparte entre sus deberes y el trabajo, su maestra Ulla (Julieta Cardinali) despierta su curiosidad y entra en un laberinto de emociones que transmite al espectador de la manera para inocente posible.

Lectura Según Justino (2013) es de esas cintas que llegan al corazón sin necesidad de extender su duración o recurrir a desenlaces forzados.
Gran acierto del director, emotiva y sincera por donde se la mire.

Calificación 8/10

Reseña: Dos plazas y media

En el Camarín de las Musas, los lunes a las 21 hs, con dramaturgia de Damian Valgiusti y dirección de éste último junto a Gimena Romano Larroca, una cita teatral: Dos plazas y media, que trata sobre una pareja, que flotan individualmente a la deriva, en un mar, donde cada uno de ellos intenta rescatar al otro, a través del amor.

El elenco conformado por el binomio actoral de Damian Valgiusti y Luciana Ulrich, cuentan como dos extraños, en el naufragio personal, a medida que se unen en esa balsa imaginaria formada por un colchón de dos plazas y media que aparenta navegar a la deriva y que el amor permitirá izar velas, donde intentarán ir con el mismo rumbo, para amarrar en algún puerto.

Una metáfora teatral que los llevará por el buen camino, de ver una excelente obra teatral, donde los personajes, los harán remar en ese milagro que día a día se da, como es la convivencia de una pareja, que en este caso, logra superar todos los obstáculos que se le interponen.

Una obra en un estilo muy personal, en cuanto a la dramaturgia, para exponer, esa búsqueda del ser humano, por encontrar la felicidad, junto a una pareja, como queriendo resignificar la importancia de la brújula del amor, cuando no marca rumbos.


Ficha técnico artística
Autoría: Damian Valgiusti
Actúan:Luciana Ulrich, Damian Valgiusti
Voz en Off: Hernando Calaza, Beba Cortalezzi
Escenografía: Ana Repetto
Diseño de luces: Juan Baez, Alejandro Velázquez
Música original:Aguamarina, Diego Lozano
Fotografía:Maria Jose Bertotti
Prensa:Bmz Comunicaciones, Marcelo Boccia, Carlos Mazalan, Ariel Zappone
Producción ejecutiva: Tatiana D´ Agate, A Tierra Gestión
Producción general:Dos Plazas Y Media
Diseño de coreografia:Nicolás Salvo
Dirección:Gimena Romano Larroca, Damian Valgiusti
Duración: 55 minutos
Clasificaciones: Teatro, Adultos


EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Web: http://www.elcamarindelasmusas.com.ar
Lunes – 21:00 hs – Hasta el 09/12/2019


Premios
Obra ganadora I Concurso de Autores Conurbano Norte de la Provincia de Buenos Aires, 2014


Reseña Diana Decunto – inboxmatutino@gmail.com

Crítica: Huérfanos de Brooklyn

Por Bruno Glas

Allá lejos, por la década del 40′, con el sistema de estudios de Hollywood en su mejor momento,  con los géneros clásicos ya configurados, la Warner Bros fue la principal major en producir films de cine negro. No por nada esta compañía fue la responsable de El halcón maltés, considerada la pionera del film noir

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En pleno 2019, aparece Huérfanos de Brooklyn, un filme de la Warner que tranquilamente se encuadra dentro del cine negro. Es que Edward Norton, quien dirige y actúa, parecería querer tachar todos los casilleros del género. A saber: una trama enrevesada, detectives privados que deben resolver un caso que involucra a figuras de poder, una sociedad corrompida, una marcada construcción visual, iluminación basada en el claroscuro, bares nocturnos… Todos estos elementos dicen presente en voz alta. Pero no hay un uso irónico de la autoconciencia. Las convenciones del cine negro se acumulan hasta el exceso a medida que avanza el metraje , pero no de una forma canchera, como una burla o parodia. Tampoco como un homenaje… ¿Qué trata de hacer Norton con su segunda película?

 

En principio, interpreta a Lionel Essrog, un detective privado que inicia una investigación para resolver el asesinato de su mejor amigo y mentor, Frank Minna. Hasta acá, parece el argumento de un policial negro típico. Sin embargo, a esto debemos sumar que Lionel sufre de síndrome de Tourette. Esto complica un poco las cosas, puesto que lo obliga a tratar de explicar su situación a los distintos personajes que se cruza, creando en el camino varios momentos cómicos logrados. Es así que deja de lado la faceta del antihéroe duro y recio, para terminar componiendo un protagonista entrañable, afectuoso incluso a su pesar. Lo mismo ocurre con el resto de los detectives que lo acompañan, que lejos de ser investigadores capacitados son más bien unos trabajadores simpáticos y un poco chantas. Frank Minna es quien los pone a todos ellos en marcha, y es un punto no menor el hecho de que está interpretado por Bruce Willis. Norton acierta en matar al otrora héroe de acción en los primeros minutos del filme, como si su muerte legara todo el peso de la trama a Lionel, un principiante con escasa firmeza al lado de Minna. Todos estos elementos alejan a Huérfanos de Brooklyn de ser un noir de manual, aún cuando la historia siga a rajatabla los preceptos del género. Por cierto que la trama se sigue con interés, aún cuando la gran cantidad de personajes y su desarrollo la hagan algo desprolija. La resolución termina, así, empantanándose cuando llega el tercer acto, que se estira más de lo debido.

 

Resulta curiosa, a fin de cuentas, la existencia de un filme como este en la cartelera actual. Pero no porque sea, como podría ocurrir en el cine de vanguardia, extraño, difícil de asir. Huérfanos de Brooklyn parecería querer pertenecer a otro tiempo, algo que delata su adhesión a un género clásico y la decisión de Norton de ambientarla en los años 50. Una película que de tan artesanal, tan a la vieja usanza, termina paradójicamente convertida en una rareza. 

 

Calificación 7/10

Análisis: Tokyo Ghoul: Call to exist para PS4

Bandai Namco es una empresa que últimamente ha aprovechado su compañía para publicar juegos en base a conocidas series animé, hemos tenido buenos juegos usando el tirón de series como Digimon, Dragón Ball, One Piece, y en otros casos títulos que cuentan con un carácter japonés aunque no tengan su anime, como el reciente caso de Code Vein. Tokyo Ghoul Call to exist parte de la historia basada en el manga escrito por Sui Ishida, pero que en gran medida toma la línea narrativa de la serie para darnos un juego Hack And Slash efectivo, pero hecho casi solamente para los fans de la serie.

Para entrar en tema, la historia nos pone en la piel de Ken Kaneki, un joven que tras ser atacado por una chica Ghoul (una especie de demonios que comen humanos ) es gravemente herido y transplantado con los órganos de su atacante. Este hecho hace que el personaje se convierte en mitad Ghoul y mitad humano, y que para seguir el hilo de su historia es recomendable ver la serie. El juego nos da esa pequeña introducción de lo que sucedió al inicio de la inicio de la temporada a través de una cinemática y un relato que nos pone al día sobre la historia, pero que luego da un salto al final de la temporada, dónde la jugabilidad comienza.

Luego de que el protagonista se uniera a un grupo de Ghouls que no comen humanos, y toda la trama emocional que esto conlleva, en el final de la temporada Ken es atrapado y torturado, y es donde termina aceptando su parte Ghoul. Luego de eso, nosotros empezamos a mover al personaje dentro de camino lineal, dónde tenemos que derrotar a una oleada de enemigos que se presentan. Estás primeras oleadas sirven a modo de tutorial para aprender los controles y las principales combinaciones de combate. A lo largo del juego, se podrá controlar a varios personajes, y que si bien toda la trama se concentra en el protagonista, muchos personajes pueden utilizarse al completar ciertas misiones, y la posibilidad de hacerlas con la perspectiva de otro personaje. Uno de los mayores aciertos del título, es su sistema de combates, que si bien en un principio resulta algo repetitivo, mantiene un sistema de progresión que le hace atractivo dar con los siguientes enemigos y jefes, la dificultad es moderada, aunque dar con ciertos jefes puede ser una tarea difícil de lograr. El modo multijugador no otorga mucha variedad , ya que cuenta con el mismo sistema de combates, pero con la posibilidad de agregar a otro usuario. Lo que destaca entre las alternativas de juego , es el modo de supervivencia, en el que creas a tu propio personaje (Con tu propia personalización también ) y debes enfrentarte a una enorme cantidad de enemigos, que resulta una dificultad más elevada, pero que con los combates puedes ir subiendo el nivel de tu personaje y mejorar tus habilidades.

A nivel técnico el juego trata y logra emular la animación desarrollada para la serie, esto se ve en el más que correcto diseño de los personajes, aunque se nota también que hay poca variedad en el diseño de los escenarios. El apartado visual cumple siendo correcto y fiel al animé, sin destacar mucho más, el rendimiento es bueno, y es lo que más se agradece en los combates, aunque la cámara por momentos no llega a acompañar. También toca aclarar que el juego se encuentra con audios en japonés, y que por suerte tiene la posibilidad de jugar con subtítulos en español, útil para seguir la línea narrativa del juego.

Tokyo Ghoul Call to exist es un buen juego de acción pero parece que gameplay e historia son asuntos separados. Es un entretenido título para aquellos conocedores de la serie y el manga, que nos lleva a la acción en una historia que ya conocemos. Para los que no se acercaron a la serie jamás , no es mal título, pero se van a sentir ajenos más allá de sus combates.

Calificación 6/10

Reseña: Proyecto Barhein

Por Leandro Bres

¿Como hablar de la experiencia de “Proyecto Barhein” sin spoilear todo lo que sucede?

Puedo contar que las historias (porque son varias) transcurren en un bar, y se van entramando con el paso del tiempo de forma impensada. Historias de parejas, personas solas que buscan pareja, parejas que quieren separarse y otras que fueron corrompidas por la traición.

En la obra, estamos en el bar, somos el bar, y todo sucede a nuestro alrededor, justo al lado nuestro. Este recurso muy bien desarrollado, va creciendo progresivamente sin volverse invasivo sobre el espacio personal de cada espectador y espectadora. Logran abordar todo el espacio, sin incomodar (en el mal sentido de la palabra) a quienes estamos viviendo la experiencia como público.

Con buenas actuaciones en distintos códigos (algunas escenas realistas, incluso naturalistas, otras paródicas y hasta por momentos surrealistas) la obra se desarrolla con mucho humor, dando profundidad a situaciones cotidianas. Ocho actores y actrices en escena, cada cual con su impronta, pone a funcionar sus mecanismos para aportar a “Proyecto Barhein” una diversidad que conforma una unidad.

Sin dudas, la protagonista de la obra es la puesta en escena. La esencia del espectáculo radica en el uso del espacio, y en el cambio constante de foco en el desarrollo de una situación a otra. La puesta de luces es fundamental, ya que direcciona la mirada del espectador; un acierto total, que aporta dinamismo y sorpresa, logrando captar la atención del público y sostenerla a lo largo de la obra. Cuando parece que algo se instala (una situación, un personaje, una escena) se rompe y sucede otra cosa, descolocando y sorprendiendo. Cuando pareciera que nada más puede suceder, algo más sucede.

La dramaturgia está al servicio de la puesta en escena. Con diálogos que aparentan ser charlas superficiales y banales de bar, se abordan inesperadamente temas existencialistas y filosóficos, desde la felicidad, la soledad, la fidelidada, la traición, hasta la muerte. Todo esto, enmarcado en un contexto que nos atraviesa, como el uso de redes sociales, la comunicación mediatizada, la inmediatez y otras características de la era digital, logrando una efectiva identificación en los espectadores.

Pueden vivir esta experiencia teatral llamada “Proyecto Barhein” los viernes 22hs. en Santos 4040 (Santos Dumont 4040 – CABA)

Dramaturgia:Proyecto Barhein

Actúan:Bernardo Artica, Nicolás Barbeito, Ayelén Espíndola, Juan Games, Luciano Monge Mauger, Agustina Morteo, Debora Rodriguez, Juana Varela

Vestuario:Analia Morales

Escenografía:Cecilia Zuvialde

Diseño de luces:Santiago Swi

Diseño sonoro:Juan Cordone

Comunicación:Francisco Tizon

Diseño gráfico:Facundo Marcos

Asistencia general:David Brakin

Producción:Bernardo Artica, Ayelén Espíndola, Santiago Swi

Idea, dirección y puesta en escena: Santiago Swi

Reseña: El patio de Plastilina

Con dramaturgia y dirección general de Alfredo Bracaccini, en esta oportunidad, se representó en el Patio de Plastilina, la obra Agrietándonos, un espectáculo a la gorra, que se viene haciendo los sábados y que estuve presente, el sábado 23 de noviembre a las 21 hs.

Un espectáculo teatral, íntegro, un hermoso ensamble, de música, poesía, humor, y abrir el espacio a la reflexión sobre los momentos que vivimos bajo el género de la sátira.

La faceta musical del espectáculo una muy adecuada selección de canciones, que conforman parte de la pieza teatral, con la hermosa voz de la joven Lucianna Rennola, la guitarra / voz de Jorge Fudin.

Además de la música, hay poesía recitada por el elenco, en diferentes fragmentos de la representación, de poetas muy conocidos como González Tuñón, Rafael Alberti, Leon Felipe, Miguel Hernández, Brecht, Ernesto Cardenal, Mario Benedetti, etc.

El elenco, conformado por Marta Casas, Eugenia Bianchi, Francis Sculli y Carlos Compagno, logran dar vida a la sátira, encarnando diversos personajes, donde magistralmente se mezclan los ingredientes dando los resultados esperados de un hermoso ensamble artístico donde sin hablar exactamente de ella, pero de alguna manera, siempre estará presente todo el tiempo, la grieta. Una obra, que es inevitable toque la sensibilidad del espectador, con un bagaje de mensajes que llevarán a la reflexión, como el que dice «Las utopías no murieron, solo se tomaron un descanso».


Reseña Diana Decunto – inboxmatutino@gmail.com

Análisis: Anthill para Nintendo Switch

Tras su desembarco en teléfonos móviles, llega a Nintendo Switch el juego Anthill, desarrollado por Image & Form y publicado por Thunderful Games. Se trata de un título de aventura y estrategia en el que debes comandar un ejército de hormigas dentro de un jardín. Es un juego que mezcla el Tower Defense y la estrategia en tiempo real y que puede resultar muy entretenido.

El único detalle que hay en este port, que al igual que en la versión de móviles , es un juego que debe hacerse usando la pantalla táctil, lo que se termina descartando el carácter híbrido de la consola al dar un error al colocarlo en modo dock. Si puede resultar bastante útil si sueles jugar mucho en modo portátil y posees una Switch Lite, ya que en este caso no supondrá ningún problema.

En el juego debes controlar un pequeño ejército de hormigas con cuatro unidades disponibles, a una de las hormigas obreras la podrás utilizar para la recolección de suministro, ya que tú ejército necesita alimento y tú gemas para aumentar tu puntaje. Estos elementos pueden encontrarse en el jardín en hojas o llevando el cuerpo de los enemigos a tu hormiguero. Existen cuatro tipo de hormigas que serán útiles en nuestra batalla, tenemos a las obreras, los soldados, los escupidores y los bombarderos, cada uno con sus determinadas funciones para hacer del juego estratégico. Cómo mencionaba antes las obreras son útiles para la recolección de alimentos , los soldados son los que están para atacar directamente a cualquier amenaza, mientras que los otros son más especiales y se desbloquean a medida que avanzas el juego y que sirven como un arma más eficaz contra variados enemigos.

El título cuenta con dos modos, el principal en el que vas superando niveles, y progresando para mejorar tu equipamiento y ejército. Luego existe como un modo infinito, en el que empiezan a atacarte una avalancha de enemigos y que sigues jugando hasta que acaben contigo. En cuanto a modalidades es un juego bastante simple, y aunque se note en muchos aspectos que se trata de un juego de móviles, no por ello no resulta entretenido en Switch.

A nivel visual es bastante simplista, obviamente se debe a su concepción como juego de dispositivos móviles, pero ojo, no hay que ser escéptico con este tipo de adaptaciones ya que cuenta con un diseño de juego que resulta creativo a pesar de las limitaciones gráficas. No está demás volver a avisar de que se trata de un juego exclusivamente portátil, por si las dudas.

Anthill es un juego bastante entretenido, que si bien ha sido concebido como un juego de dispositivos móviles, se adapta muy bien la las funciones portátiles de la Nintendo Switch. Bueno, bonito y barato es lo que podría decir de este título , que aunque cuente con ciertas limitaciones cumple con su función de entretener.

Calificación 7/10

Crítica: Hogar

Por Juan Ignacio Aguilar

Abre de negro y una emisora de radio argentina nos ubica espacialmente.

Sor Paola ingresa a trabajar en un convento italiano bonaerense en su paso previo a ser monja. Sus propias convicciones serán puestas a prueba cuando entre en contacto con Fátima y Luciana, dos jóvenes madres solteras entre otras tantas a las que el convento provee de hospicio.
Con un guión que fácilmente puede caer en lugares comunes, Maura Delpero se distingue haciendo más enfásis en esa silenciosa interioridad de sus personajes. El primer acto trascurre como una muy detallada carta de presentación de sus tres protagonistas, cada una con un conflicto bien diseñado y de sútiles pero importantes implicancias para los otros. La historia principal avanza a un ritmo adecuado, dejando espacio a la cámara para que haga su magia y transmite eso que las palabras no pueden: la emoción vivida por este grupo de madres, y la joven hermana católica cuya convicción empieza a flaquear.

Es una película de personajes, y el armado de éstos no podría haber sido mejor. Dejando de lado, eso es, al excelente equipo de actores al frente.
Agustina Malale hace su debut como una Luciana dividida entre su amor por su hija y su decepción con la vida que dicha responsabilidad la obliga a llevar. Por momentos cariñosa para luego dejarse llevar por un impulso violento, Malale roba cámara con total naturalidad. Rebelde y deshinibida, tiene su contrapeso en la Fátima de Denise Carrizo. A pesar de su mayor responsabilidad como madre, hay undejo de vacío en la psique de Fátima que Carrizo transmite en sus momentos más privados, cuando la iluminación y un simple sonido ambiente dejan ver un gran trauma que todavía no parece superar. Para peor, un nuevo bebé está por llegar y Fátima no deja de temer por el futuro que pueda darle a sus entonces dos hijos.

Completa el trío la Sor Paola de Lidiya Liberman. Su relación con las chicas y sus respectivos hijos la pondrán en un difícil camino para con el gran compromiso que está por cumplir.
Mención especial para el reparto de niños, con Alan Rivas como el dulce Michael e Isabella Cilia como Nina, una excelente joven actriz cuyo rol pone en funcionamiento el giro más dramático de la película.
De diálogos suficientes y con un predominio del silencio, Delpero plasma su guión a través de planos de gran angular que ponen de manifiesto el enorme poder que la Iglesia católica ejerce. Una fotografía muy íntima a manos de Soledad Rodríguez da pie a que el espectador conjeture, a la vez que también llegue a empatizar en esos breves momentos nocturnos en que las chicas sueñan con más. En paralelo con la atmósfera en la que se desenvuelve, la banda sonora sólo actúa en forma catártica ante el extremo silencio: cuando las chicas tiene que desahogarse.

Modesta, minimalista, y muy emotiva. Maura Delpero logra combinar una gran trabajo desde detrás de cámara con una magnífica dirección de actores. Puede que «Hogar» tenga gusto a algo conocido, pero tiene un corazón enorme y distintivo que compartir.

Calificación 8.5/10