La Oreja De Van Gogh: Un regreso por todo lo alto en el Luna Park.



Luego de cuatro años sin venir a la ciudad porteña, regresa el grupo favorito español de la gran mayoría: La Oreja de Van Gogh. Una gira por 10 ciudades argentinas, enfocados más en el norte y centro del país, con un único show en Buenos Aires y sold out en el Luna Park.



Oriundos de San Sebastián (País Vasco), el grupo conformado por Xabi, Pablo, Álvaro, Haritz y Leire (desde 2007); ha sabido ganarse el corazón de todos los argentinos desde sus inicios. La emoción por su regreso tenía con gran expectativa a sus fans (me incluyo), esta vez con la presentación de su disco más reciente: Un susurro en la tormenta (2020).

Luego de una gira por Cordoba Capital, Río Cuarto y Marcos Juárez; La Oreja llegó a Buenos Aires la mañana del sábado 28. Los fans no tardaron en llegar a recibirlos en el aeropuerto y en el hotel donde se quedaron una noche (NH de Corrientes y Alem). Antes de dirigirse a hacer pruebas de sonido y prepararse para el show, el grupo recibió regalos y firmó autógrafos a los fans sin protestar. Seguidores de todas las edades y contextos.



LUNA PARK lleno.

La energía estaba a nivel de la euforia. La banda telonera fueron los porteños «Literal», el público aplaudió el talento de los chicos.
La banda española comenzó a cantar a las 21, tomando cómo tema inicial «Cómo un par de girasoles», canción que abre el más reciente disco. Tanto las nuevas canciones como los grandes clásicos estuvieron presente, el público no paró de cantar y gritar, especialmente cuándo Leire cantó Rosas, Puedes contar conmigo 20 de enero, París, El Último Vals y Jueves; canciones que muchos de ustedes han cantado a todo pulmón.

El concierto finalizó con el tema Cometas por el cielo, del disco homónimo. Leire Martínez abrazó una bandera del orgullo LGBTTTIQ+ ya que la canción habla sobre amar con libertad. Una serie de globos coparon por el escenario y el público lloró y cantó de emoción.

El concierto tuvo momentos muy emotivos, la cantante casi rompe a llorar al sentir la energía del público del Luna Park y resaltó lo siguiente: «Muchos de vosotros nos escriben cartas agradecienonos por cambiar sus vidas, pero en realidad es al revés, vosotros nos han cambiado la vida y os debemos la misma».

Gracias La Oreja de Van Gogh, Buenos Aires espera su retorno. Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.

Las Novias del Templo Escondido

En el  Complejo Histórico Santa Felicitas, los días 4 y 5, con entrada libre y gratuita, bajo la dirección de Andrea Castelli, la danza en su máxima expresión con la muestra coreográfica  llamada Barroco en Barracas, las Novias del Templo Escondido.

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Se usó uno de los pabellones del primer piso del Santa Felicitas, para realizar la puesta, donde la música y la danza se expresaron en contra de la violencia de género, dando lugar a que bailarinas y bailarines, enfundados en sus trajes de novias, sin los límites que marcan un escenario convencional,  confluyeron, en un lugar muy especial.

Uno de los aciertos de sus organizadores es el lugar elegido.  El Complejo histórico de Santa Felicitas es un lugar con una huella en la historia para el barrio de Barracas, que data del año 1872, cuando Felicitas Guerrero, fue una victima más, de femicidio, tras ser asesinada de dos disparos, a los veinticuatro años, por el joven Enrique Ocampo, debido a que Felicitas se inclina por otro pretendiente que también la corteja: Manuel Sáenz Valiente. Sus padres ordenaron construir esta capilla que es obra del arquitecto Ernesto Bunge, con un estilo  neogótico, de casi una manzana conviviendo con casas de bajo y con veredas llenas de árboles.

Contado este contexto, diremos que fue una hermosa puesta donde se jugó con la intensidad de la luces de interiores, donde el baile quiso hacerle frente a la muerte escondida entre columnas de alabastro, donde la  armonía de la música se veía, alguna que otra vez,  rota por el grito de alguna novia, la cual primero era amada y luego desgarrados sus velos por la violencia.

El público, acompañó a esta puesta, en forma dinámica,  se desplazó a lo largo de la cúpula, siguiendo visualmente a los bailarines, aparecer y desaparecer de la bóveda, para lograr la atmósfera de novias caídas, sueños truncos, velos desgarrados y gritos hirientes.

Previo a eso, en la Planta Baja, una muestra de vestidos bajo el título de «Vestidos Violentados».  Son   las obras de 19 diseñadores y artistas argentinos, creadas especialmente para  Barroco en Barracas. Las novias del Templo Escondido. Esta misma muestra se había presentado, por única vez, en el Teatro Gral San Martín, el viernes 3 de mayo,  a las 18 hs, donde se los pudo ver desfilados,  bailados e interpretados.

Toda la propuesta visual, de un gran contenido artístico, de buen gusto, en ningún momento expresar lo violento se torna violento a la vista, sino que es un disfrute audio-visual y que esperamos, el mensaje que ofrece, la propuesta, el de tomar conciencia sobre la violencia de género, sirva desde lo artístico, para sumar, le aporte a una sociedad tan lastimada en algo tan íntimo como son las relaciones de parejas. Lo positivo es que el público apoya estas manifestaciones artísticas, y lo que nos queda a los comunicadores sustentarlas y  difundirlas para seguir el camino de abrir conciencias.

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Redes:   https://www.facebook.com/barrocoenbarracas/

Instagram  @performartes



reseña Diana Decunto. inboxmatutino@gmail.com

Colección de imagenes, de Gonzalo Pedraza

El proyecto de Gonzalo Pedraza, es muy abarcador tanto como nos den las ganas de pensar, pero nos plantea las preguntas de siempre. Si pensamos en términos podemos escribir: identidad, contextos, transición histórica, historia del arte, rol, público,ensamble, conceptos que podemos enlazar en una propuesta contemporánea.¿ Pero que es lo que hace merecedor de atención al proyecto de Pedraza? A partir de la pregunta “¿Qué ves cuando ves?”

Gonzalo propuso a 1000 jóvenes de colegios públicos y privados a darnos su visión del mundo a través de una foto, algo así como lo que hace el iraní Reza con sus alumnos de fotografía que jamás vieron una cámara, pero al revés, con jóvenes de la era del smartphone.

Su trabajo remite a las experiencias como curador que desarrolla en otros proyectos y su formación en historia del arte. Pone en eje el concepto de gabinete tomado de las primeras
colecciones europeas de fines del siglo XV donde en los gabinetes de colecciones naturales como trofeos o tesoros comenzó a verse, obras de arte. Esta es una de las muestras que hace con este proyecto, fuera de Chile, su país natal.

La instalación se propone como una gran galería de imágenes de los jóvenes participantes de la propuesta donde bajo el ejercicio que propone, hay que escoger y disponer en el fondo de la sala, una colección personal. Tu propio gabinete. Una especie de curaduría que abarca a todos los públicos. Es importante como se pone en disyuntiva el papel de curador, el público (con amplia concurrencia de familias y adolescentes), los fundamentos de las selecciones, y el enfrentamiento de los jóvenes a la selección limitada de imágenes en forma material, que pueden tocar y transportar, para muchos de los jóvenes, la primera foto impresa que ven en su vida. Personalmenteel último de los puntos me interesó mucho, y entendemos es el esqueleto de la propuesta de Gonzalo. Nos pregunta, nos plantea, cual es nuestra forma de captar una imagen, de hacer una selección, en este presente que vivimos hastiados en lo visual. Como lo hacen ellos, los adolescentes que ya nacieron en esta cultura visual y forma parte de sus identidades, sus perfiles virtuales, su vida cotidiana y como se gesta este proceso en su interior.

Un momento para jugar, experimentar y ver nuestras construcciones culturales transformarse. La exposición está montada en la sala Cronopios del centro Cultural Recoleta desde el 7 de Septiembre y se puede ver de Martes a Viernes, de 13:30 a 22 hs. La entrada es gratuita.

Alejandro Giusto