Análisis: System Shock para PC

Por Maximiliano D. Perez


Marzo de 1994, Looking Glass Studios tiraba una bomba al mercado de los videojuegos el cuál quedaría para siempre en la historia del gaming, el primer System Shock, una proeza en los shooters en primera persona, ya que se trataba del primero en adoptar graficas 3D al género, y que serviría de inspiración para juegos más modernos como los Bioshock, Deus Ex, Prey, entre otros. Casi 30 años pasaron de ése acontecimiento para encontrarnos hoy con su Remake de la mano de Nightdive Studio.


En este juego encarnaremos el papel de un Hacker, capturado por las fuerzas de seguridad de la Corporación TriOptimum, nos veremos obligados a hackear y desactivar los parámetros éticos a una Inteligencia Artificial llamada SHODAN, encargada de la estación espacial Citadel a cambio de dejarnos vivir y de una mejora cibernética. Lamentablemente, es esta misma acción la que nos conducirá al infierno en donde nuestra aventura se desarrollara, ya que seremos arrojados dentro de la estación espacial y estaremos a merced de la malicia de SHODAN, la cual iremos conociendo lentamente a medida que avancemos por los pasillos de esta laberíntica epopeya.


Habiendo contado un poco de que va la historia de System Shock, nos toca hacer foco en el remake en cuestión y sus novedades, jugabilidad y aspectos más importantes. Es cierto que de hace años se adoptó de forma muy orgánica la idea de remakes de juegos ya con varios años de salida, trabajos que toman las historias de clásicos y cambian radicalmente el gameplay para adaptarlo a tiempos más modernos, y esto es algo que System Shock Remake lo hace distinto. No solo conserva la historia original del primer juego, también el diseño de niveles y la mayoría de las mecánicas, incluso hasta el movimiento de nuestro personaje, y no pudieron haber acertado más. System Shock fue tan revolucionario para la época, que gran parte de sus mecánicas, puzles y otros contenidos dentro del juego, funcionan de forma orgánica al punto de no necesitar ser modificados más allá de lo visual y sonoro.
Citadel, estación espacial que supo ser bella y habitada por humanos, ahora no es más que un laberinto infestado por hordas de mutantes y ciborgs asesinos creados por SHODAN, esconde un sinfín de recovecos, los cuales debemos investigar y descubrir sin muchas pistas más allá de nuestra propia curiosidad y guiados por un mapa que se volverá nuestro mejor aliado. Y este es uno de los puntos más importantes de System Shock, que con pocas instrucciones, confían de las habilidades del jugador para darle un gameplay tremendamente inmersivo y gratificante. No es un juego sencillo ni fácil, por eso es que en el remake dieron opciones de dificultad para varios aspectos del mismo, desde facilitar el nivel de la IA de los enemigos, hasta hacer más simple y sencillo los distintos puzles del mismo. Algo que a mi parecer es bastante acertado, ya que las mecánicas del mismo requieren astucia y cierto grado de aprendizaje.


La exploración del mapa es clave, el juego nos impulsa a que decidamos que camino tomaremos en la siguiente intersección, aunque lo más recomendable es explorar lo máximo posible, de esta manera podremos encontrar las distintas mejoras para nuestro hacker, armas, municiones e ítems que nos harán la aventura un tanto más cómoda.
Hablamos de los puzles, y nos vamos a encontrar particularmente con dos tipos diferentes. El primero que nos vamos a topar en nuestra aventura, son unos en forma de tablero eléctrico, donde tendremos que llevar la energía del punto A al punto B dentro del tablero, modificando la ruta de recorrido eléctrico para poder desbloquear una compuerta y poder seguir avanzando en nuestro camino y exploración. El segundo tipo de puzle es más una especie de minijuego, donde nos meteremos al ciberespacio y será una experiencia similar a un Shoot ‘Em Up en 360° (trayendo recuerdos de un hermoso y antiguo juego llamado Descent) donde tendremos que abrirnos camino para poder desactivar algún sistema que este bloqueando nuestro camino en el mundo real.


Administrar nuestro inventario será una tarea que a medida que avancemos se volverá un reto en sí mismo, desde ordernarlo manualmente para poder seguir recogiendo hasta decidir que elemento recoger para vaporizarlo por chatarra o simplemente llevarlos al punto de reciclaje más cercano para intercambiarlo por monedas, las cuales nos permitirán adquirir diversos ítems como municiones. Las armas también ocuparan lugar físico en nuestro limitado inventario, que funciona de la misma forma que el de Resident Evil 4, como para darles un ejemplo fresco, así que llegara un punto de inflexión donde tendremos que decidir si continuar con la primer pistola que nos ofrece el juego y que tanto nos ayudó a destruir estos abominables mutantes, o dejarla ir por un nuevo rifle de asalto automático el cual aniquila todo en su frente pero que siempre vamos a estar contando cada bala que utilicemos, al menos al principio.


System Shock Remake es todo lo que uno espera de un excelente remake, adaptando la jugabilidad a tiempos modernos sin perder la esencia del gran clásico que supo ser, dándole al jugador verdaderos retos y recompensándolo por superarlos, en una ambientación fascinante y fresca. La exploración, el clima tenso, los audio logs de los antiguos habitantes de Citadel, el descaro y magnifica maldad de SHODAN, los brutales enemigos, los puzles complejos y difíciles, una ambientación visual y sonora de película, todo esto hicieron a System Shock una pieza maestra que hoy por suerte podemos disfrutar de una manera completamente actualizada. Gracias Nightdive Studio por restaurar esta obra de arte y dejarla en su máximo esplendor.


Calificación: 9.5/10

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