Reseña: Eva Duarte, una verdad que incomoda


Por Sofía Luna Roberts


“Eva Duarte, una verdad que incomoda” es una obra con dramaturgia de Susana Barbato y dirección de Martín Hache que nos propone una versión original sobre la vida de Eva Duarte. La pieza comienza a cuestionarse si su figura realmente ha muerto o sigue vive como los seres que son elegidos para un destino superior; hay un gran balance entre la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, los derechos humanos y la opresión. La obra se va a presentar todos los domingos a las 16 hs en el Beckett Teatro (Guardia Vieja 3556).



Lo que se presenta en escena son las distintas facetas del cuerpo y la vida de ella. Ya que, desde el título de la pieza, podemos presentir que nos vamos a encontrar con la vida de Eva antes de convertirse en la Evita del pueblo. Si bien, se alude a una misma persona, los nombres no significan lo mismo. Pienso que la obra nos quiere enseñar eso, que las etapas de la vida de Eva Duarte van mutando y evolucionando hasta la Santa Eva que todos conocemos. Esto se puede corroborar gracias a los simbolismos que se presentan en las diferentes versiones de la persona: de niña con su actitud ya desafiante que la va acompañar durante toda su vida, de adulta siendo una referente política que pisa fuerte en la toma de decisiones siempre en beneficio del pueblo culminando con una Eva enferma y angustiada porque su cuerpo no va al mismo ritmo que sus convicciones.

Maria Ines Alvarez, Mayra Blaiotta, Rocío Estévez, Lourdes Fargi, Alejandra Figueras, Max Flügel, Martin Hache y Kevin Agustin Lanza se ponen en la piel de los personajes de una manera auténtica, interpretando figuras importantes en la historia argentina, con una tonalidad dramática y nostálgica que embellece la pieza en sí. La delicadeza y fuerza que le dan al cuerpo de Eva traspasa el espacio escénico y llega al espectador de una manera única dándonos a entender la importancia de su figura tanto en su trayectoria como después de ella.

Es muy interesante cómo su corporalidad va mutando a la par que su vida ya que, con el tiempo, va cobrando cada vez más dolor por las propias exigencias que carga a lo largo de su vida política. Es cautivador el detalle que le dan a los pies de Eva, ya que desde la portada de la obra nos llama la atención la presencia en primer plano de esos pies que dejan atrás los zapatos cotidianos. Durante el desarrollo de la obra, la primera aparición de ella es descalza en búsqueda de aquella pequeña Eva en la que está comenzando a germinar el espíritu de la rebeldía Se puede arriesgar en interpretar que esos pies dejaron de estar calzados cuando el cuerpo de Evita se convierte en una persona santificada que deja atrás la vida civil (esos zapatos negros) para quedarse eternamente tanto en la historia argentina como en los corazones de cada ciudadano que pudo gozar de los derechos que ella tanto defendió.

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