Análisis: Call of Duty Modern Warfare III para PS5


Somos lo que dejamos atrás


Por Alejandro Corell


Ya viene siendo costumbre esto de analizar un Call of Duty cada noviembre. Hace exactamente un año nos leíamos hablando de la anterior entrega de esta nueva vuelta de Modern Warfare. Los tiempos no cambian, aunque a la vez son muy distintos. Reconozco que soy muy diferente a mi yo de hace un año, para bien o para mal. El factor personal afecta mucho más de lo que pensamos a la forma con la que recibimos aquello que un juego quiere darnos. De esta manera, el año pasado recorrí los campos de batalla de Modern Warfare II como un refugio, un lugar hostil pero capaz de alejarme de un mundo que no me abría demasiado los brazos.
Hoy, en cambio, he entrado a esta nueva entrega con la mente mucho más calmada, dispuesto únicamente a ver que es lo que se me ponía por delante. Quizá por esto, mi juicio ha sido mucho más crítico, pero no he podido sentir un gran trago agridulce al ir descubriendo cada una de las capas de esta cebolla bélica. La fuerza operativa 141 vuelve a la lucha, contra un desnatado Makarov y ni siquiera queda claro si hablaban en serio cuando dijeron que “nada de ruso.
Empezando por la campaña, ya antes de pulsar el botón de iniciar, arrastraba ciertas dudas al respecto, tras descubrir que la duración de esta podía reducirse a un par de horas. Como una reimaginación de la campaña clásica, Vladimir Makarov ha escapado y amenaza al mundo con llamas y explosiones. Será misión del uno cuatro uno pararle los pies y para ello deberemos intercalar misiones al uso, por donde avanzamos de forma lineal y abrimos agujeros a todo lo que se nos ponga por delante con otras de mapa abierto. Estas, si bien pueden parecer una idea interesante, no tardan en revelarse como versiones descafeinadas de Warzone. Así pues, teniendo un mapa cerrado y varios objetivos que cumplir, nos darán libertad para completarlo a nuestro antojo, mientras looteamos (como en Warzone), nos equipamos armas con distintos niveles de rareza (como en Warzone) o morimos inesperadamente por culpa de un francotirador lejano que lleva media hora siguiendo nuestros pasos (como en Warzone).



Entiendo que el desarrollo de este battle royale ha resultado una inversión titánica por parte de Activision, pero agradecería que no intentaran meterlo con calzador en todas las esquinas. Lo mismo sucede con el modo zombies, una de las variantes más queridas por los fanes de la saga, que abandona las arenas cerradas y llenas de puertas a cambio de un mundo abierto que, adivinad, es otra vez Warzone, pero con zombies. Vais a perdonar el atrevimiento de este redactor, pero me reservo de hablar de este modo en profundidad porque no he aguantado más de una partida. No pasaron ni veinte minutos desde mi aterrizaje y ya estaba completamente seguro de que no quería volver a tocarlo nunca más en mi vida. A mí dame un Kino der Toten y déjame tranquilo, las cosas como son.


Falta hablar del punto estrella de todo Call of Duty, que no es otro que su modo multijugador. Aquí, podría emular el flujo de trabajo de Activision y copiar y pegar mi opinión del año pasado, ya que para esto Modern Warfare III es, a todos los aspectos, el mismo juego que disfrutamos el año pasado. Muchas armas se repiten, la progresión apenas varía y lo único diferente son los nuevos mapas, que son una reconstrucción de los mapas del Modern Warfare II original. Es tal el punto de reciclaje que Modern Warfare III no cuenta en PS5 con su propio apartado para logros, sino que estos aparecen como un submenú dentro de Modern Warfare II.
Desarrollar un juego es muy costoso y no hay nada realmente malo en aprovechar el trabajo previo, sobre todo si este tiene un mínimo de calidad. Pero ofrecer esta versión a precio completo, indudablemente cargada de versiones más caras y cientos de micropagos con total descaro muestra en que posición se encuentra la franquicia ahora mismo. Una gallina de los huevos de oros desgastada, alimentada por sus dueños con la única esperanza de que siga viva un día más, que permita una última reposición, aunque su calidad de vida no sea demasiado buena.



Mentiría si dijera que no me he divertido jugando a Modern Warfare III. He pasado un buen rato, pero podría haber sido muchísimo mejor. Mi yo de hace 11 años, que juntó todos sus ahorros y más para comprarse una copia del Modern Warfare 3 original llegó a su casa con gran ilusión. Si, tras abrir la caja y alimentar su consola con el título, hubiera recibido lo mismo que los jugadores recibimos ahora, se habría replanteado su relación con el dinero, la industria y el capitalismo, no tengo mucha duda.
Nunca es un buen día para la guerra, pero hoy lo es menos para su versión electrónica. Espero que volvamos a cruzarnos por aquí, dentro de un año, para volver a valorar la situación. Espero, sobre todo, que sea mucho mejor y que podamos volver a ilusionarnos, con lo que ha sido o con lo que será. De momento, sigamos jugando y no dejemos que un tropezón nos afecte demasiado. 2023 ha sido, en general, un año increíble para los videojuegos y podemos terminarlo con más sonrisas que lágrimas.


Calificación: 6/10

Crítica: Gol Gana

Por Guillermo Verón

No confundir con el documental que lleva el mismo nombre y es del 2014, donde se cuenta parte de los mismos eventos que veremos en la obra de este año.


¿Vieron esa gente que te dice sobre una persona: ¡¡¡Lo amas o lo odias!!!: eso genera Taika Waititi. El realizador siempre busca ser polémico. Tras su paso por el «Universo de Marvel» en las pelis del dios nórdico («Thor: Ragnarok» y «Thor: Love and thunder») deja a los héroes para dirigir una cinta basada en hechos reales de un equipo de fútbol de «fracasados».Con el director neozelandés no hay medias tintas.
¿Podrá darle grandeza a esa gente en esta ‘biopic’?

Tras perder por más de 30 goles en un partido con Australia el presidente de la selección de Samoa Americana decide contratar al conflictivo Thomas Rongen; un técnico reconocido por sus fracasos y su espíritu virulento. Ambos intentarán algo que parece imposible: que por lo menos conviertan aunque un sólo gol.

Si podemos concebir esto como algo ligero, lleno de clichés, predecible a más no poder y además de dejarnos llevar por la intención sensible del relato, seguro nos llenará el alma (al menos para pasar el rato).Sabemos que el humor de este cineasta no es el más creativo y hasta parece muy infantil porque así es él. Dentro de su ego tampoco nos perderemos de su presencia interpretando al personaje que más vergüenza ajena intencional genera.


Destacaría a nivel actoral a Fassbender que se compromete a full con su rol; a Oscar Kightley y Kaimana en su primera participación en cine interpretando a una jugadora trans que sigue jugando con ellos.
La fotografía me transmitió esa moral liviana que emana ese pueblo que en varios momentos trata de ridiculizar (sin llegar a faltar el respeto). Hay exageraciones respecto de lo que pasó realmente, claramente para que ciertas escenas funcionen a nivel emocional y cinematográfico.


En definitiva, una producción familiar con una ametralladora de chistes que, aunque sea uno te va a sacar, una sonrisa. No es pretenciosa, va al grano y casi no tiene relleno.La cancha tiene el pasto bien cortado, los jugadores entrenados y bien equipados, listos para ganar. No en una final del mundo, pero sí en ese terreno barrial que llaman potrero.

Axel: El cierre de un gran año en el Luna Park




El cantautor argentino Axel, autor de los temas románticos más escuchados de América Latina, cerró su año en el estadio Luna Park, convirtiéndose en su octava presentación en este emblemático venue.



Luego de su gira por América Latina y por toda Argentina, la noche en Buenos Aires arrancó con su último lanzamiento “Efecto dominó” y siguió con “Todo vuelve”, “Quedate” y un popurrí de canciones de novela que todo el público presente coreó con sus celulares encendidos.

“y qué”, “Humano” y “Miradas” fueron de los temas más cantados de la noche. Lisandro, Dorita y Euge (parte del team de la banda) lo acompañaron en “La clave” y “A mi medida”. Solo en el piano, con la luz iluminándolo, interpretó “Amo”, tema que lo catapultó a la fama en todo Latinoamérica y “Ángel dorado”. Luego tomó su guitarra y comenzó a cantara “No prendas” y “Ojalá”.

El momento más romántico comenzó con “Afinidad” y continuó con “¿Qué estás buscando?” y “Verte reír”. Sorprendió con un medley de cumbias que hicieron bailar a todo el Luna Park.

La noche siguió por un repaso de temazos de sus más de 20 años de carrera. “Aguaribay”, “Humano”, “Aire” y “Pensando en ti”, fueron algunas de las canciones elegidas para este momento del show. Los Portezuelo fueron los invitados de la noche e interpretaron clásicos del folklore como “Zamba para olvidar”, “Balderrama”, “Lopez Pereyra” y “Tonada del viejo amor”.

Creo que nadie podría decir cuál es la canción más romántica de Axel pero, sin dudas, cualquiera que haya estado esta noche en el Luna Park puede decir que el momento más romántico se vivió con “Te voy a amar”, en donde uel artista hizo pasar al escenario a un espectador que le pidió casamiento a su novia. ¡Los aplausos fueron infinitos! Pero no todo terminó ahí, el show siguió con “No es mi despedida” y “Celebra la vida” ya casi anticipando el final de la noche. “Somos uno” y “Tu amor por siempre” fueron los temas elegidos para cerrar el octavo Luna Park del multipremiado cantautor argentino.

Galardonado con múltiples discos de oro y platino, Premios Gardel, entre ellos el Gardel de Oro, premios MTV Latinoamérica, HeatLatin Music Awards y un KidsChoiceAwards, así como importantes reconocimientos por su labor solidaria y ambientalista entre los que figuran el Premio María Elena Walsh, nombrado Personalidad Destacada de la Cultura de Buenos Aires y 1er Embajador Latinoamericano de National Geographic Partners, entre otros.

Reseña: El sonido

La obra «El Sonido» es una comedia hilarante que aborda temas de la corrupción política y la manipulación a través del uso de un curioso aparato que puede recuperar sonidos a lo largo de la historia de la humanidad. La trama gira en torno a Berta, una joven trastornada que cree oír la voz de su madre muerta en el sótano de su casa, a pesar de que sus hermanos mayores no aceptan su estado mental. A esto se suma la presencia de su ex niñera, una diputada corrupta, una leyenda del rock nacional y su coequiper.

La llegada de un personaje llamado Olaf, un sueco sin escrúpulos que trae consigo el curioso aparato, desencadena una serie de situaciones estrafalarias y divertidas que mantienen a los espectadores entre risas durante toda la obra. Los actores realizan actuaciones convincentes, destacándose el personaje de Ramiro Delgado, quien interpreta a Olaf, por su histrionismo y por como desencadena las acciones de los demás personajes.

La dirección de Javier Daulte aprovecha al máximo el escenario, utilizando recursos de efectos de sonido creados por los actores fuera de escena. La obra logra combinar una historia sólida y profunda con momentos de locura que hacen reír al público. En resumen, «El sonido» es una obra recomendable que ofrece un gran trabajo actoral, una dirección creativa y una trama que entretiene y hace reflexionar a partes iguales.

Funciones: Martes 20hs / Entradas: $3.500 general / $3.000 descuento estudiantes y jubilados. Compra por Alternativa Teatral

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Crítica: Juega o muere

Por Jorge Marchisio

Llega otro jueves de estrenos y de nuevo, llega una película de terror a nuestras salas. Esta vez la más “importante” es Juega o Muere, que trae un par de caras conocidas como las de Natalia Dyer o Asa Butterfield. Veamos de qué va este estreno.

La historia se sitúa en Salem, donde todos ya sabemos que pasó en la época de caza de brujas. En la actualidad, una familia disfuncional pasa sus días como puede; con los hermanos mayores (ella y él) teniendo que cuidar a su hermano menor mientras la madre trabaja casi a tiempo completo. Tras encontrar un extraño cuchillo en una cabaña abandonada; el menor de esta familia querrá jugar un macabro juego.

¿Por dónde empezar a destrozar este completo desastre? Porque la verdad, si me preguntan que le destaco a Juega o Muere, es que dura poco y ya. Bueno, y que la fotografía de pueblito perdido en el medio de la nada donde se sabe que algo malo va a pasar en cualquier momento; está bien lograda. Pero el resto…

Empecemos por la saturación de clichés que tiene la película. Desde los constantes jumpscares que a menos que se sea un novato en esto de mirar cine de terror, dudo que en pleno 2023 sigan asustando a alguien. Desde los planos, la música y el comportamiento de los personajes, vamos a ver venir estos supuestos sustos varios minutos antes de que sucedan.

Y mejor ni hablemos de las actuaciones. Si, tenemos dos caras conocidas encabezando la cinta, pero eso no significa nada. A Natalie Dyer solo la vi en Stranger Things (y su personaje se me hace insoportable), pero si eso y esto es lo que tiene que ofrecer la chica como actriz, mal vamos. Mientras que Asa Butterfield demostró en Sex Education que, sí puede dar un poco más, pero no es este el caso.

Poco más puedo agregar de Juega o Muere, porque la verdad no vale la pena tanta reseña, ni que ustedes lean tanto. Es una mala película, y sorprende más aún que hayan hecho tantas cosas mal, en apenas una hora y cuarto de duración. Un despropósito.

 

Calificación 3/10

Lo bueno: que dura poco, la fotografía.

Lo malo: la trama, actuaciones genéricas, plagada de clichés.

Crítica: Napoleón

Por Jorge Marchisio

Quizás estemos ante la última película que más expectativas generaba en lo que resta del año. Y no viene exenta de polémica; debido a que muchos historiadores o gente rigurosa con este tema; se quejó de la poca veracidad histórica de la cinta. Pero vayamos a lo importante, y ver si Napoleón de Ridley Scott es buena o no.

La sinopsis va a ser corta porque la película obviamente trata sobre Napoleón; abarcando los periodos desde su primera gran victoria que lo posicionó en el mapa; hasta los momentos finales previos a su muerte en el exilio.

Lo primero que voy a destacar de la película, es la enorme producción que tiene. No solo por los escenarios, la mezcla de un más que sólido CGI con efectos artesanales, aparte del trabajo de vestuario, las armas y los peinados. En ese sentido, Napoleón no solo cumple con lo que tenía que ser, sino que da un paso más allá, y al menos en estos apartados técnicos, seguramente reciba nominaciones a los próximos Oscar.

Pero hasta ahí podemos tirarle flores a Napoleón. Si, las actuaciones de Joaqun Phoenix y Vanesa Kirby están bien, pero hace no mucho vimos a ambos dar interpretaciones mucho mejores que las que nos dan en este proyecto; y hasta diríamos que es esta última la que está por encima del resto en lo referente a su actuación. Si, incluso por sobre Phoenix.

No vamos a hacer hincapié en las incongruencias historias que tiene Napoleón (que no son pocas), sino en el ritmo con el que está narrada la historia; salteando de momento a momento importante del personaje, y recordando un poco a The hurt locker o American Sniper; que como sabemos, las críticas que recibieron fue por ese formato casi de videojuego.

Tampoco ayuda demasiado que el metraje casi llegue a las dos horas y cuarenta; haciendo que todo se sienta mucho más pesado y denso de lo que debería ser; para un personaje histórico que cualquiera que haya terminado la primaria, sabe su historia casi de pie a pa.

En conclusión, Napoleón no es mala película, pero viendo la gente que estaba involucrada; queda bastante en el deber, siendo apenas un proyecto bueno y ya. Demasiado poco para lo que la mayoría esperaba de ella.

 

Calificación: 7/10

Lo mejor: el diseño de producción, las actuaciones de Vanesa Kirby y Joaquin Phoenix (en ese orden); las batallas.

Lo peor: los errores históricos, se queda corta con el hype que se tenía de una producción de este calibre.

Análisis: Alan Wake II para PC

No es un lago, es un océano

Por Alejandro Corell

Soy un intensito del terror. Desde que tengo uso de memoria, cualquier producción a la que pudiese introducirle la etiqueta “de miedo” al final de su título era merecedora de todo mi anhelo y, muchas veces, de poco más, porque no podía acceder a ella sin el permiso de mis padres, el cual pocas veces llegaba. Así pues, mis primeras cabezadas con el género estaban basadas en paseos por la sección de turno del videoclub, viendo portadas y leyendo sinopsis que, mezcladas con alguna captura, servían como combustible para mis jóvenes pesadillas.

Con el tiempo, descubrí un error en la matrix, un agujero capaz de atravesar tal barrera paternal: la literatura. Leer es bueno, así que deja al niño que lea lo que quiera. Esa afirmación me permitió bucear y adentrarme a placer en el mundo de la narrativa de terror, principalmente rondando a uno de sus protagonistas: Stephen King. Diría que nuestra relación fue de amor a primera vista, pero la verdad es que mis primeras indagaciones dejaron un poco que desear. Intenté leer Misery y abandoné a las pocas páginas porque no entendía que estaba pasando (años después volvería a abandonar esa misma lectura, a causa de la ansiedad que me produce esa diabólica obra). It, desde luego, colapsaba mi atención, como no podía hacerlo de otra manera un aterrador payaso. No obstante, el hecho de que aquel libro fuese más grande que mi cabeza fue suficiente para echarme hacia atrás.

Pese a tanto traspié, con los años absorbí gran parte de las obras literarias de King y libro a libro, me encariñé más de su estilo, hasta colocarlo actualmente en mi olimpo personal. Por eso mismo, la primera vez que entré al universo de Remedy gracias a Alan Wake me permití soltar un pequeño gritito tras pulsar en iniciar partida. Y es que, marcando su estilo desde el segundo uno se permiten marcar su estilo citando al genio de Maine. Es por ello que Alan Wake resultó una apuesta muy interesante por traer a este nuestro medio videolúdico toda la fuerza narrativa de los mejores libros de King. Encarnando a un escritor bloqueado, lo que inicialmente era una pequeña excursión en busca de inspiración se terminó transformando en una lucha dimensional entre el hombre y fuerzas lovecraftianas que poco respeto tienen por la vida humana.

Alan Wake dejó en sus seguidores un delicioso sabor de boca y un final abierto que, por desgracia, hasta hace no mucho se entendía como un camino cortado. Pero la vida da muchas vueltas y al final esta secuela es una realidad. 13 años después del lanzamiento de la primera parte, el mundo mucho ha girado durante esta década y media y la tecnología ha avanzado trepidantemente. Esto permite que esta segunda entrega se nos presente como una de las producciones más ambiciosas en cuanto a su apartado técnico y todavía más pretenciosa en cuanto a lo que contar historias se refiere.

Al igual que en el mundo real, han pasado 13 años desde los acontecimientos de Alan Wake. Encarnando a Saga, nos tocará volver a Bright Falls para tratar de resolver una serie de asesinatos asociados a una secta devota del escritor desaparecido. Ya desde un principio, esta situación huele a rara y no tardaremos mucho en empezar a ver como todo se va al traste y el caos se apodera de nuestra investigación. La realidad y el lugar oscuro se entremezclan y separan como una emulsión que no termina de querer cuajarse.

De esta manera, con Alan Wake II nos encontramos con un thriller de terror, que no duda en hacer alarde de todas las influencias de las que se sirve. King está presente, desde luego, pero igual peso tienen otros creadores como David Lynch y el fan de Twin Peaks disfrutará como un niño buscando referencias a la obra prima de asesinatos y detectives del FBI. Pese a que se trata de un concepto más bien clásico, en Remedy saben como darle su marca personal, que siempre emana frescura.

Sam Lake, guionista y también actor principal, se permite poner en prueba el libre albedrío y dar rienda suelta a toda su creatividad, con una narrativa que rompe la cuarta pared a la vez que intenta culparte a ti de ello y de paso te prepara unas tortitas para evitar que te enfades mucho. Aunque es fácil perderse en ella, sobre todo debido a todas las herramientas de las que disponemos para avanzar, no deja de ser un disfrute en todo momento.

Esta avanzará a través de dos caminos “distintos”. Por una parte, controlaremos a Saga a través de Bright Falls y alrededores y por otra atravesaremos el Lugar Oscuro de la mano de un envejecido Wake. Podremos desarrollar cada una de estas historias de manera independiente, ya que nosotros decidimos por cual queremos avanzar primero. El viaje de Wake es una pesadilla estroboscópica y la realidad de Saga tampoco es que sea muy estable, que digamos. Nos encontramos sin duda, ante una narrativa bizarra que poco miedo tiene de explotar todas sus estrategias y dejar en manos del jugador el entendimiento.

Si dejamos de darle vueltas a lo que está pasando a nuestro alrededor y aceptamos que de momento, mucho no vamos a entender, lo que nos queda es un excelente survival horror, que recupera las bases jugables de la primera entrega, donde la luz es nuestra herramienta principal para debilitar a las fuerzas de la oscuridad. Eso sí, el sistema se encuentra actualizado para hacerse hueco dentro de las producciones actuales, quedando clara su inspiración en los sistemas jugables de los últimos remakes de la saga Resident Evil. La gestión de recursos se posiciona como un apartado todavía más principal que en la primera entrega. Munición, pilas y curaciones, no hay muchas, que digamos. Lo que sí que hay son criaturas de la oscuridad dispuestas a partirnos en pequeños trocitos. En más de una ocasión tendremos que distinguir sabiamente si es el momento de luchar o de salir por patas, con un elevado margen de error.

Correr, vamos a tener que correr, mucho, ya que cada uno de los personajes avanzará por un entorno semi abierto, el cual podremos explorar libremente, en busca de recursos y pistas que nos acerquen más a entender como avanza la historia. El motor Northlight es una prueba excelente de los pasos agigantados que está dando la industria. El balance entre las luces y las sombras da como resultado un mundo sorprendentemente detallado e impresivo, pero que requiere de gran potencia para poder disfrutarlo. 

Cuando se publicaron los requerimientos recomendados para jugar a Alan Wake II en PC, saltaron las alarmas. Es verdad que la configuración media esperada es una bastante potente, pero gracias a herramientas como el DLSS de NVIDIA o el FSR de AMD permiten disfrutar del título más fácilmente. No tengo un ordenador sorprendente, pero gracias a estos sistemas he podido disfrutar de la obra de una forma cuanto menos, aceptable, a excepción de problemas de la sincronización de audio que, por alguna razón, decidía perder la cabeza en momentos aleatorios, pasándose al inglés en mitad de una conversación o cortando todo sonido cuando le venía en gana. Este quizá es el punto que más ha entorpecido mi avance, el cual poco se beneficia de la mala fama adquirida por Remedy en cuanto a la calidad de los doblajes y localizaciones se refiere.

Aún así, la experiencia general con Alan Wake II ha sido, cuanto menos, maravillosa. Estamos sin duda delante de uno de los grandes juegos de este año y un nuevo exponente en el género del terror y el survival horror. Con esta producción Remedy marca nuevas cotas en sus estándares de calidad. Que, tras tantos años, Alan Wake haya vuelto a nosotros es una gran suerte y, que encima sea tan bueno, es cuanto menos una pequeña fortuna. 

Bright Falls vuelve a abrir sus puertas al turismo. No deberías dudar, estas ante un buen momento para probar su delicioso café local o maravillarte con sus ancestrales bandas de rock. Eso sí, si paseando por sus tupidos parques nacionales te parece ver una pequeña casa en mitad del lago, mejor será que mires para otro lado. Ese lugar no es lo que parece y lo que lo rodea, de lago tiene poco. Es más parecido a otra cosa, más grande, como un océano.

Nota: 9/10

Crítica: Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes

Por Jorge Marchisio

Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes



Siguiendo una nueva moda, esta vez llega a nuestros cines una secuela de una saga ya establecida en la cultura pop, como es Los juegos del hambre. Titulada como Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes, esta película viene con claras intenciones de empezar una nueva saga, pero situada en el pasado. Veamos cómo les resultó la adaptación del libro homónimo.

La trama sigue a un joven Coriolanus Snow, quien pasa de ser uno de los jóvenes políticos más ascendentes, a tener que preparar a uno de los tributos de la décima edición de Los juegos del hambre. Lo que ni él mismo esperaba, era que esa chica a la que tiene que apadrinar, le iba a cambiar la vida para siempre, y el curso de Panem.

La verdad que a la hora de ver Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes no sabía con qué me iba a encontrar en el cine. Si bien había leído la trilogía madre, este cuarto libro ya me agarró muy de grande, no siendo el público objetivo y por ende ya con falta de interés. Quizás sea eso, o quizás sea que de verdad con todo lo que tenían para contar, eligieron lo menos interesante.

Y es que hubiera sido interesante que se nos relate la dichosa guerra que dividió a los distritos, o la primera versión de Los juegos del hambre y que fue lo que llevó a tan aberrante creación. Pero en lugar de eso, se busca humanizar al villano de la saga original, a sabiendas que, en dicha tetralogía fílmica, el personaje era un completo cabrón con el que era imposible empatizar.

Aparte que, si son fanáticos del lore de dicho universo, Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes contradice bastante de los sucesos relatados en los eventos que ya conocemos. Pero esto no es culpa de la película, ya que me contaron que dicho problema viene desde el libro.

Para salvar un poco este desastre tenemos a parte del elenco, compuesto por actores veteranos como Peter Dinklage, Jason Schwartzman o Viola Davis. Y digo por suerte porque la verdad es que ni Rachel Zeggler (a la que fuerzan a cantar constantemente para mostrar los dotes de la actriz) como Tom Blyth no transmiten absolutamente nada como la pareja principal.

En conclusión, Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes se siente como una precuela desperdiciada. No solo porque cuenta algo que pocos pedían y que fuerza la historia ya establecida por mero capricho, sino que en ningún momento transmite ese aire a desesperanza y posterior esperanza que se mostraba en Los juegos del hambre.

Calificación 5/10

Lo mejor: las actuaciones de los actores veteranos, que se siente un paso atrás con respecto a la tecnología de ese mundo.

Lo malo: humanizar al villano de la saga, las contradicciones, se siente una oportunidad desperdiciada.

Reseña: Desvelada y sola

La obra que empezó su recorrido en el 2009, vuelve al Centro Cultural Thames todos los sábados de noviembre a las 21hs.

Cuatro monólogos encarnados por una misma actriz. Una francesa despechada confiesa, una psicóloga presenta su libro, una ex diva toma vino y recuerda, una conductora de radio FM realiza su programa. Con ellas la risa, el crimen, la pasión, el dolor, la ternura, el amor. 

La actuación de Ximena Banús (también dramaturga y directora) es para aplaudir. Ella es la francesa despechada que confiesa un crimen (en un “franceñol” que despierta la risa); es también la curiosa psicóloga que presenta su libro “El psicoanálisis y sus vericuetos”; es la ex diva que, con su sonrisa llorona, rememora su vida; es la conductora de radio FM que reproduce acapella la música que le piden los oyentes. Ximena Banús destaca por los manejos del tiempo, por los cambios corporales y vocales para pasar de un personaje a otro, por la generación de material escénico en presente a partir de lo que el público le da en ese “aquí y ahora”. Su actuación escapa de lo solemne y del “hacer reír”. Ximena Banús está y conecta, desde esa simplicidad provoca el todo. Nada de soledad en ese ritual colectivo que genera. 

El espacio vacío se llena de vida con las visitas de esas cuatro “ellas”. Entre monólogo y monólogo, en la pared se proyectan imágenes que van de lo privado a lo público y se conectan, de una u otra forma, con lo que vendrá. 

Sobre el cierre, la conductora del programa se saca la peluca: esa que canta ya no lo hace a los oyentes ficticios de la radio, sino al público. Ximena canta desde las entrañas en un presente de silencio. Resuenan los versos de Fandermole: “(…) canto, canto/ no sé más qué hacer en esta tierra incendiada/ sino cantar”. Ximena canta. Y actúa. “Desvelada y sola” es la combinación sutil y precisa entre soledad y conjunto, horror y humor, dolor y risa. “Desvelada y sola” produce encuentro, se respira ternura, estar en un presente vital y necesario.

“Desvelada y sola”- Centro Cultura Thames (Thames 1426)- Sábados 21hs

Escribió: Micaela Steinbach

Análisis: Wizard with a Gun para PC


Puedes estar todo lo fuerte que quieras, que yo tengo un revólver.


Por Alejandro Corell


Si no has vivido debajo de una cueva toda tu vida, el nombre de Indiana Jones tiene que mover algo dentro de tu mente, o sonarte al menos. Allá por los 80 llegaba al cine En Busca del Arca Perdida, producción que, a parte de ser una tremenda maravilla cuenta con una escena que siempre me resultó muy graciosa. La huida de nuestro Indi se ve bloqueada por un espadachín, un guerrero que ha consagrado su vida al manejo de su sable.


Antes de tratar de dar muerte al arqueólogo, se permite en su minuto de gloria divertir a su público haciendo toda clase de florituras con su arma, que demuestren el manejo adquirido tras años y años de práctica. Mientras tanto, Indiana aprovecha el despliegue de medios para sacar su pistola y quitarse un problema de en medio. La era de la pólvora ya está totalmente instaurada y un arma puede solventar muchos problemas. Wizard with a Gun llega a nuestras vidas para ampliar la pregunta y hacer que nos formulemos algo como: pero ¿puede resolverlos TODOS?


En Galvanic Games están seguros de que sí y por eso, jugando a Wizard with a Gun trataremos de evitar el fin del mundo a punta de pistola. Para ello, tendremos que abrirnos paso por un hostil entorno que surge de la fusión de géneros como el survival y el roguelite. Hemos sido elegidos para luchar contra el fin de las eras y tendremos a nuestra mano el control del tiempo, aunque sólo ligeramente. Gracias a un poderoso reloj podremos rebobinar cinco minutos antes de que empiece lo que sería el petardazo gordo. Durante ese tiempo, nos tocará explorar un mundo siempre cambiante en busca de recursos con los que mejorar nuestro arsenal y de engranajes para conseguir que el reloj nos trasladé más hacia atrás en el espacio y el tiempo, con el fin de llegar hasta el evento detonante de esta catástrofe y abrirle un boquete en forma de bala del calibre 50.



En este camino contamos, por una parte, con la torre, una suerte de hub central donde destinaremos nuestros recursos a mejorar armas y munición. Lo que en un principio parece un sistema muy simple, empieza a ramificarse ofreciendo una amplia variedad de personalizaciones. Cada arma podrá usar distintos tipos de munición, como balas normales o de fuego hasta proyectiles que confundan a los enemigos y les convenzan de que vale la pena luchar con nosotros. Nuestros materiales serán limitados así que tendremos que decidir que camino nos interesa más para especializarnos y avanzar por él. Quizás las balas de hielo, que ralentizan a los enemigos y te permiten pensar con más claridad sean tus preferidas, o quizás optes por el poder del rayo y te alces en medio de las oleadas enemigas como el dios del trueno, la elección es tuya. Así como balas, también contaremos con un arsenal de armas diferentes, que se podrán adaptar más a la experiencia que busquemos.


Una vez fuera de la torre, las cosas empiezan a ponerse feas. Cada vez que reiniciemos el tiempo, se construirá un nuevo mapa, de forma procedural. En este podremos recolectar recursos (a base de disparos), enfrentarnos a la fauna y flora local y buscar los engranajes que nos permitan mejorar el reloj central. Así pues, este loop jugable se inspira en los niveles de un roguelite sólo que, en lugar de avanzar por pisos de un castillo exploramos un terreno abierto, repleto de pequeños espacios instanciados donde podremos encontrar mini jefes o enemigos de mayor envergadura. Quizás es que llevo mucho tiempo jugando a este tipo de videojuegos, pero he sentido que la dificultad general tardaba demasiado en escalar, de forma que la mayor parte del avance de una run completa era ciertamente sencilla. Aún así, tampoco podría decir que superar Wizard with a Gun sea extremadamente fácil.



Otro gran punto del que vale la pena hacerse eco es su apartado visual, que apuesta por un estilo de 2.5 dimensiones. Así pues, una cámara isométrica sigue nuestro avance en un mundo compuesto por elementos planos, todos ellos rebosantes de personalidad y de un estilo artístico sobresaliente, que recuerda principalmente a títulos como Don´t Starve. El fin del mundo nunca ha sido tan colorido y de esta manera nos abriremos paso mientras abrimos agujeros en todo tipo de criaturas, ya sean pulpos de tentáculo y hueso o peligrosos robots armados hasta los dientes.


En resumidas cuentas, Wizard with a Gun es una propuesta muy interesante que trata de mezclar géneros usualmente separados, como el survival y el roguelite, consiguiendo una producción muy divertida, que no llega a caer en una espiral de repetitividad a lo largo de la aventura (no muy larga). Sin llegar a innovar, rediseña y refresca el medio a punta de pistola.


Calificación: 7/10.