Por Juan Esteban Fernandez
Disney conmemora 100 años de vida y lo hace presentando un espectáculo musical, donde repasa todas las canciones íconas de sus películas. Es un show que promete devolver el alma de niños/as a todos aquellos que tuvieron que irse del país de nunca jamás para ser adultos.

¿Será posible de hacerlo?, ¿Podrá volver a encantar a grandes y chicos?
La caja mágica, ¿Será tan mágica como dice ser?
Siendo sincero fui a ver este espectáculo no esperando mucho, ya que a Disney le conocía una que otra película y unas cuantas canciones (las más populares), no me esperaba que este show fuese lo que fue.
Durante casi una hora y media, sobre un escenario donde pasa la magia, te muestran en un show redondo, profundo y sin fallas los cien años que han marcado a generaciones. El espectáculo comienza tal cual como si estuviésemos en Disneyworld; Nos hacen subir con la imaginación a un tren que nos lleva a encontrarnos con Mara, la protagonista de este show.
Ella nos muestra con una grandeza lo que nos pasó a muchos; dejamos de creer en la magia y ese niño/a interior se esfumo o desapareció. Al encontrarse con la caja que está en el centro del escenario y que al principio se ve pequeña pero cuando Mara se acerca, la caja se expande a un tamaño gigante de donde aparece Wendy proyectada en sombra quien es quien lleva a Mara a adentrarse a esta caja, ¿Y saben lo que pasa cuando esa caja se abre?, comienza un show que se compone de 78 canciones de sus más famosas películas que se van mezclando y haciendo que el espectador vuelva a sentirse, encontrarse y disfrutar con aquel niño/a interior que sólo estaba dormido.
Sobre el escenario 19 bailarines y cantantes van repasando con emotividad y jugando con los años, vestimenta y momentos sobre la historia que van contando y si se preguntan si aparecen los íconos personajes Disney. ¡Sí! Aparecen y se mezclan y son parte de la historia, lo cual hace que todo el complemento de este espectáculo sea único.
El cierre de este viaje con todos sus componentes mostrados a la perfección va haciendo que por muchos momentos el público cante, aplauda, ría, llore y se sienta parte de todo lo que es Disney.
Es un musical totalmente recomendable y se lo dice alguien que cuando se sentó en la butaca pensó que se iba a aburrir, pero termine cantando y disfrutando a plenitud.