Crítica: Lazos de vida

Por Jhon Wolf



Lazos de Vida tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Toronto hace algunos meses, y cuando las luces se prendieron al final de la función, era difícil encontrar un ojo sin lágrimas en aquella sala. No era para menos: si Anthony Hopkins llora, todos lloramos.



En 1938, cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de estallar, el corredor de bolsa Nicholas Winston visitó Checoslovaquia y se dio cuenta del peligro que corrían las familias judías ahí. Con la ayuda del comité de refugiados local y varios voluntarios británicos y canadienses como Trevor Chadwick y Beatrice Wellington, Winston se propuso hacer lo posible para sacar de ahí a cuántos niños pudiera, eventualmente ganándose el apodo del “Schindler británico”.

Sus acciones se mantuvieron fuera del ojo público hasta 50 años después, cuando -como lo vemos retratado en la película- su esposa Grete (Lena Olin) descubre un álbum lleno de fotos y nombres, y se lo entrega a la investigadora Elisabeth Maxwell (Marthe Keller).

La ópera prima del veterano de la televisión James Hawes sigue dos vertientes. Por un lado, a un joven Winston (Johnny Flynn) llevando a cabo lo que se conoció como la Operación Kindertransport, con su propia madre (Helena Bonham Carter) tomando un papel crucial en Inglaterra, mientras los voluntarios se jugaban la vida en territorios prácticamente nazis.

A pesar de conocer el desenlace de la historia, Hawes logra sostener el nivel de suspenso de principio a fin, y no busca imprimirle una visión artística particularmente singular, sino simplemente dejar que los hechos hablen por sí solos. En este sentido, la producción entera se siente como un drama británico bastante convencional, pero siempre mostrando un sólido nivel de producción.

Lo que me gustó:
La película logra mantener un nivel de suspenso convincente a pesar de que los espectadores conocen el desenlace de la historia. La emotividad de las actuaciones, especialmente la de Anthony Hopkins, contribuye a hacer la narrativa aún más impactante. Además, la recreación de los eventos históricos está bien ejecutada, ofreciendo un vistazo auténtico y respetuoso a un período crucial de la historia mundial.

Lo que no nos gustó:
Aunque la película logra mantener el interés a lo largo de su metraje, en algunos momentos puede sentirse como un drama británico convencional, sin aportar una visión artística particularmente innovadora. Además, la falta de un enfoque más profundo en algunos aspectos de la historia podría dejar insatisfechos a aquellos espectadores que buscan un análisis más detallado de los eventos y sus implicaciones.

¿A quién recomendamos ir a ver esta peli?
Recomendamos *Lazos de Vida* a todos aquellos que buscan una experiencia cinematográfica emotiva y conmovedora. Los amantes del drama histórico encontrarán en esta película una narrativa cautivadora que ofrece una mirada íntima a un momento crucial de la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, los admiradores del talento actoral de Anthony Hopkins no querrán perderse su destacada interpretación en este filme.

Calificación 6.5/10

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