Reseña: Brotherhood

Mi hermano, mi compañero, mi amigo

Los hermanos son los compañeros de la vida, un vínculo de sangre que jamás se rompe… A veces son nuestros rivales y las personas más opuestas a nosotros mismos. Tener seis hermanos significa preferencia por algunos y distancia con otros, por suerte solo tuve una hermana la cual quiero mucho pero no logro entenderla. Brotherhood describe todo este caos familiar pero en el fondo, el amor se esconde.



»Brotherhood es un momento en la vida de siete hermanos, el momento en que los padres comienzan su etapa de deterioro. Los siete enfrentarán la pérdida desde la vivencia que cada uno tuvo como hijo, desde los lugares que ocupan, sus propios miedos, egos, inseguridades, y vivencias». Es la sinopsis de la obra original de Anahí Ribero la cual se presenta en el Teatro Beckett.

Con un elenco de siete hermanos o más bien actores, conformado por Agustin Corsi, María Forni, Julia Funari, Bárbara Majnemer, Ingrid Mosches, Mariano Sacco, Alfredo Sánchez. Cada uno diferente entre sí, en edad, morfología y trasfondo pero con un mismo problema: ¿Quién se hará cargo de cuidar a los padres?

En Brothethood se juegan los recuerdos de la infancia y las vivencias del hoy. Siete adultos emparentados pero distantes, muchas excusas y peleas, secretos que salen a la luz y muy en el fondo, el difícil amor de hermanos. Ribero sabe como capturar el clima familiar que consiste en tener padres de tercera edad  en un ambiente de disputas de mesa. Cada actor estará sentado de frente en una silla e irá soltando todo lo que sienten y sin mirar al otro, los pensamientos se hacen altavoz.


Demián Ledesma Becerra es el encargado de la puesta en escena. Esta se basa en una animación que irá detrás de una pared en blanco donde están sentados los actores. El diseño gráfico irá acompañado con emoticones, chats de WhatsApp y efectos para cada personaje. Esta apuesta es ingeniosa y divertida, ayuda a darle más dinamismo  a la obra.

Brotherhood es una comedia dramática que nos hará reflexionar sobre el vínculo que tenemos con nuestros hermanos, los recuerdos que traemos desde la infancia y las risas que se vuelven cómplices en momentos difíciles. Una obra cargada de energía, humor, lágrimas  y mucha hermandad.

Disponible los jueves a las 21 horas en el Teatro Beckett.

Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.

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