La leyenda del látigo y el sombrero fedora ha regresado, esta vez en formato digital con «Indiana Jones y el Gran Círculo», una propuesta de MachineGames que nos sumerge de lleno en una nueva cacería de misterios para PC y Xbox Series Lejos de ser una mera adaptación, este título se presenta como una aventura en primera persona que busca esculpir su propio legado dentro del rico universo del arqueólogo más famoso del mundo, aunque su cincel a veces parece dudar en el material.

Con una travesía principal que se extiende por unas sustanciosas 19-21 horas, y la promesa de duplicar o incluso triplicar esa cifra para los buscadores exhaustivos de cada secreto y artefacto perdido, «El Gran Círculo» no escatima en contenido. La posibilidad de adquirir mapas crípticos que señalan la ubicación de reliquias olvidadas
La rejugabilidad se siente intrínseca al diseño del juego. Las decisiones que tomamos en los diálogos y la forma en que abordamos ciertos desafíos abren caminos alternativos y revelan nuevas facetas de la narrativa. Sin embargo, aquí es donde la brújula de la aventura comienza a tambalearse ligeramente. «La Búsqueda Celestial» se inclina fuertemente hacia la observación y la deducción, presentando un sistema de confrontación que, aunque funcional, palidece en comparación con la emoción de los descubrimientos. Cuando los esbirros de la misteriosa Sociedad Aurora nos descubren, los enfrentamientos directos pueden sentirse algo rudimentarios, con una mecánica de «desarmar y neutralizar» que, si bien efectiva, carece de la tensión visceral que uno esperaría. Es posible abrumar a grupos de enemigos con relativa facilidad, lo que a veces socava la sensación de peligro inminente que la atmósfera opresiva del juego tan bien logra construir.

El esquema de control de «El Gran Círculo» se presenta como una coreografía de cautela y estrategia, aunque con algún paso en falso. El juego se inclina marcadamente hacia la infiltración: acechar en las sombras, utilizar elementos del entorno para distraer a los guardias o neutralizarlos sigilosamente. Este título podría haber llevado el nombre de «Agente Sombra y el Gran Círculo» sin perder gran parte de su jugabilidad, aunque la inclusión del icónico látigo de Indiana, una herramienta versátil que utilizamos para escalar, balancearnos y aturdir enemigos lejanos, le otorga una identidad propia. En esencia, prepárense para una experiencia donde la paciencia y la observación son herramientas tan valiosas como el ingenio de Indy, complementadas por la necesidad de examinar mapas para marcar objetivos y utilizar una cámara para recopilar información crucial de monumentos y artefactos, lo que a su vez nos recompensa con puntos de experiencia.
Sin embargo, aquí emerge una peculiaridad: el juego castiga la acción directa. Ser descubierto en áreas concurridas, como los pasillos vigilados de una fortaleza enemiga, a menudo resulta en una avalancha de oponentes armados que convergen rápidamente, dejando poco espacio para la maniobra y llevando a una derrota prematura. Las armas de fuego que Indy puede encontrar se sienten casi como elementos decorativos: disparar a un enemigo requiere una cantidad considerable de munición, mientras que un golpe sigiloso con una herramienta improvisada a menudo resulta en una neutralización instantánea. Esta disparidad puede romper la inmersión: ¿desde cuándo Indy prefiere una llave inglesa a su revólver de confianza? Es evidente que MachineGames tiene una sólida experiencia en juegos de sigilo, como lo demuestran sus trabajos anteriores, pero la priorización de esta mecánica en detrimento de un combate más fluido y emocionante podría alienar a algunos seguidores de la saga.

Volviendo al sistema de combate, se percibe una falta de profundidad táctica. Si bien Indy puede bloquear ataques y contraatacar, la necesidad de utilizar estas mecánicas se siente limitada, ya que a menudo un simple machaque de botones resulta suficiente para superar la mayoría de los encuentros (incluso en niveles de dificultad más altos). Esta simplificación se extiende incluso a algunos enfrentamientos con jefes finales, donde las mecánicas, aunque inicialmente interesantes, pueden volverse repetitivas y carentes de la tensión épica que se esperaría. Aquí, como en otros aspectos del juego, la experiencia dependerá de las expectativas del jugador. Si se busca una experiencia que emule fielmente la acción trepidante de las películas de Indiana Jones, el énfasis en el sigilo y un sistema de combate simplificado podrían resultar decepcionantes. Sin embargo, para aquellos que disfrutan de los desafíos de infiltración y la planificación estratégica, «El Gran Círculo» ofrece una propuesta sólida.
En cuanto a creatividad e innovación, «El Gran Círculo» encuentra su fuerza en la mezcla de elementos familiares con sorpresas ingeniosas. La oportunidad de explorar en primera persona localizaciones tan emblemáticas como templos perdidos en la selva, laboratorios subterráneos repletos de misterios o fortalezas enclavadas en montañas remotas lo convierte en un juego que merece ser experimentado por uno mismo, incluso dejando de lado por un momento su conexión con una de las franquicias cinematográficas más queridas del mundo. Los puzles son un componente destacado: desde la búsqueda de objetos ocultos y su uso en el momento preciso hasta la resolución de complejos mecanismos ancestrales, cada desafío se siente como un auténtico ejercicio de deducción. Y el puzle final, que involucra la manipulación de artefactos antiguos para desvelar un secreto ancestral, representa una culminación desafiante que recompensa la atención al detalle y la perseverancia.
La narrativa también sorprende por sus matices. La relación entre Indy y su compañera, la astuta periodista Anya Petrova, está salpicada de diálogos ingeniosos y una química palpable. Sus interacciones durante una secuencia de infiltración en una base enemiga de alta seguridad son un ejemplo de cómo el juego equilibra la tensión con momentos de humor inteligente. Y el antagonista, el enigmático líder de la Sociedad del Círculo conocido como «El Custodio», se revela como un personaje con motivaciones complejas que se exploran a través de documentos coleccionables, añadiendo una capa de profundidad que recuerda a algunos de los villanos más memorables de las películas de Indiana.

En conclusión, «Indiana Jones y el Gran Círculo» es una expedición digital intrigante que se atreve a trazar un nuevo camino en el universo de Indy. Si bien su marcada inclinación hacia el sigilo y un sistema de combate que podría haber sido más robusto podrían no satisfacer a todos los puristas de la acción, aquellos que disfruten de una aventura que prioriza la exploración meticulosa, la resolución de acertijos ingeniosos y una narrativa bien construida encontrarán en este título un desentierro digital que vale la pena explorar.
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