Crítica: Capitán América: Un nuevo mundo


Un thriller político irregular que no logra despegar


El Universo Cinematográfico de Marvel sigue evolucionando, y con Capitán América: Brave New World, la franquicia busca consolidar a Sam Wilson como el portador definitivo del escudo. Sin embargo, tras una producción caótica llena de reshoots y cambios, la gran pregunta es: ¿ha valido la pena?
Desde su aparición en Falcón y el Soldado de Invierno, Sam Wilson (Anthony Mackie) ha tenido que demostrar que merece ser el nuevo Capitán América. En Brave New World, Mackie entrega una interpretación sólida, diferenciándose de Steve Rogers, sin intentar replicarlo. Su viaje está lleno de dilemas morales y conflictos políticos, aunque la historia no logra desarrollar completamente su evolución.
Por otro lado, Harrison Ford brilla como el Presidente Thaddeus «Thunderbolt» Ross. Su presencia es imponente y logra captar la atención cada vez que aparece en pantalla. Su relación con Sam Wilson aporta una dinámica intrigante, estableciendo el tono político de la película.


El villano, Samuel Sterns (Tim Blake Nelson), regresa desde El Increíble Hulk (2008), pero su inclusión resulta decepcionante. Su plan carece de impacto y no logra generar la amenaza que se espera de un antagonista de esta magnitud.


Lo que me gustó


Anthony Mackie logra consolidar su versión del Capitán América, con un enfoque distinto a Steve Rogers, mostrando un héroe con dilemas más actuales. Harrison Ford impone presencia como Thunderbolt Ross, brindando una actuación que eleva el tono político de la película. La película mantiene secuencias de acción bien ejecutadas y una fotografía cuidada, sobre todo en las escenas de espionaje y persecuciones. Intenta recuperar el espíritu de los thrillers políticos que caracterizaron a Capitán América: El Soldado del Invierno, aunque sin el mismo nivel de profundidad.


Lo que no me gustó


Problemas en el guion, que intenta abarcar demasiadas subtramas sin darles desarrollo suficiente. El villano es poco memorable, y su plan carece de la fuerza necesaria para ser una amenaza real. Escenas de acción poco innovadoras, que, aunque bien filmadas, caen en lo predecible dentro del UCM. La película pierde el enfoque en Sam Wilson, dándole demasiado peso a la política y dejando de lado su evolución como héroe.


¿A quién se la recomiendo?


A los fans del UCM que siguen las películas de Marvel sin importar las críticas y quieren ver cómo evoluciona Sam Wilson como Capitán América. Si bien Capitán América: Brave New World tiene momentos rescatables y actuaciones sólidas, no logra consolidarse como una entrega memorable dentro del UCM. Es una película entretenida, pero con una historia irregular que deja la sensación de que Marvel sigue buscando su rumbo en esta nueva fase.

Calificación 6/10

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