Por Jhon Wolf
Los infectados regresan más violentos que nunca
Danny Boyle y Alex Garland regresan al universo de los infectados con 28 Años Después, una secuela que, a más de dos décadas del film original, retoma el terror sangriento y la angustia constante. Ambientada en una aislada comuna escocesa, la película mantiene el tono desesperado y brutal de su predecesora, mientras introduce nuevos personajes y un Alfa letal. Entre acción desbordada y drama familiar, Boyle ofrece una experiencia intensa y visceral que prepara el terreno para nuevas entregas.

Lo que me gustó
La caracterización de los infectados es espectacular: violentos, salvajes y visualmente repulsivos, incluso más que en la película original. Danny Boyle mantiene su maestría para rodar secuencias frenéticas y brutales, usando incluso cámaras iPhone 15 Pro para aportar crudeza y cercanía. La aparición del Alfa, un infectado superior, le da un nuevo nivel de peligro a la trama. Además, Ralph Fiennes se roba sus escenas con una actuación cargada de humanidad que equilibra tanta sangre y locura. La combinación de acción, terror y un trasfondo de drama familiar está bien balanceada durante buena parte del film.
Lo que no me gustó
Algunas subtramas quedan inconclusas o poco desarrolladas, claramente reservadas para las futuras secuelas, lo que por momentos dispersa el foco narrativo. También hay secuencias melodramáticas que no terminan de funcionar dentro del ritmo vertiginoso de la película. El final abierto puede dejar cierta sensación de incompletitud para quienes esperaban una conclusión más cerrada.
A quién se la recomiendo
28 Años Después es ideal para los fanáticos del terror visceral y del cine postapocalíptico. Si disfrutaste de 28 Días Después, Guerra Mundial Z o Rec, esta secuela te va a encantar. Eso sí: abstenerse quienes prefieren historias con tramas cerradas o no toleran el gore explícito.
Puntuación: 8/10