Anoche, el Teatro Gran Rex se transformó en una réplica majestuosa de la Nueva York de los Corleone, no con escenografía, sino con el poder evocador de la música. Por primera vez en Buenos Aires, se presentó The Godfather LIVE, una experiencia inmersiva que reescribe el pacto entre el cine y su banda sonora.

Frente a una sala colmada y expectante, la obra maestra de Francis Ford Coppola, El Padrino, se proyectó en alta definición. Pero lo que hizo que la noche fuera inolvidable no fue solo la imagen, sino la banda sonora de Nino Rota cobrando vida en tiempo real. La Orquesta B.A. Pops, bajo la batuta del director Damián Mahler, fue la encargada de tejer esa magia.
Cada compás, desde el melancólico tema central hasta las marchas dramáticas, fue ejecutado con una precisión que generó una atmósfera transportadora. La comunión entre la pantalla y el foso fue perfecta, elevando la experiencia cinematográfica a un nuevo nivel de emotividad. La música no fue un mero acompañamiento; se convirtió en el narrador inmaterial de la tragedia y el poder de la familia Corleone.
La velada guardaba un momento especialmente íntimo que añadió una capa de profunda emotividad al evento. El director, Damián Mahler, subió al escenario para compartir un testimonio que resonó en el silencio de la sala.
Este concierto era la materialización de un sueño largamente anhelado, no solo por él, sino por su padre. “Este era un proyecto que papá había perseguido durante años, y estaba chocho de que finalmente se iba a hacer. The Godfather era una de sus películas favoritas…”, confesó Mahler.





Con sus palabras, vinculó su propia pasión a la herencia familiar: “En mí vive ese mismo amor por la Italia de mis abuelos, su pasión por la música y perseguir sueños imposibles. Todas cosas que solo la sangre puede dar”. Este homenaje, cargado de emoción y significado personal, subrayó cómo la cinta y su partitura son, para muchos, mucho más que una película: son una herencia cultural y afectiva.
The Godfather LIVE en el Gran Rex demostró el poder inigualable de la música en vivo para renovar y profundizar la experiencia de una obra canónica, sellando una de las citas culturales más memorables del año en la ciudad.
Muchas gracias a Foggia por la invitación