Sonic Racing: Crossworlds aterriza ccon la ambición de ser una alternativa audaz y caótica de la fórmula de carreras de karts, en lo que Mario Kart es uno de los mayores exponentes. Esto en gran medida, lo consigue, ofreciendo una experiencia convincente en el género, haciéndole pelea al reciente Mario Kart Worl, teniendo este la ventaga de ser un título multiplataforma.

Si hay algo que distingue a Crossworlds es su presentación: es más brillante, más audaz y más ruidoso que cualquier otro competidor. Los 24 circuitos son enormes y atrevidos, con diseños que a veces se sienten más como una «carrera de obstáculos viviente» que como una pista tradicional. Aunque en ocasiones Sega lleva el estilo por encima de la sustancia, creando secciones que son un «asalto a los sentidos», esto es raro y se justifica dentro del pedigrí caótico de la franquicia. Visualmente, el juego es un deleite, con un arte excelente, modelos detallados y una definición notable. Además, se ejecuta con una fluidez increíble tanto online como offline, manteniendo el ritmo incluso con mucha acción en pantalla.
El Corazón del Caos: CrossWorlds y Dificultad
En esencia, Crossworlds es un juego de carreras arcade simplificado, sin mundo abierto ni modo historia, centrado en grandes premios y eventos secundarios. Eliges tu personaje y vehículo (coches o aerotablas) para definir tus estadísticas y te lanzas a carreras de tres vueltas.

La característica que lo define es el «CrossWorld»: a mitad de cada carrera, viajas a una pista totalmente distinta a través de un anillo de teletransporte. El líder puede elegir entre una pista preseleccionada o arriesgarse con una misteriosa y aleatoria. Esta mecánica no solo añade un factor estratégico, sino que también garantiza un dinamismo constante.
La IA es brutal; las carreras son implacables, con potenciadores y obstáculos atacando constantemente. Si te sales de la pista una vez, puedes caer del primer al octavo puesto. Al principio, esto puede resultar frustrante, especialmente si vienes de la permisividad de Mario Kart.

La curva de aprendizaje en Crossworlds exige un cambio de chip: a diferencia de la competencia, aquí debes soltar el acelerador para derrapar en curvas cerradas. Una vez que se domina este «toque de realismo» en el manejo, el rendimiento mejora drásticamente, y resulta ser una adición muy satisfactoria. Sin embargo, aquí reside el principal problema del juego: el manejo del vehículo puede ser «muy tosco por momentos e incómodo» en otros. Este defecto fundamental termina desmotivando y haciendo monótonas gran parte de las carreras, socavando la creencia de que la diversión depende de la destreza manual del jugador.

Sonic Racing: Crossworlds es una propuesta atractiva, caótica y visualmente impactante que ofrece una experiencia de carreras arcade de alta velocidad. Su exigente gameplay (el manejo en curvas) es un punto a favor, mientras que el sistema «CrossWorld» es innovador. Lamentablemente, el manejo tosco e incómodo en general es un pilar fundamental que resta diversión y frustra al jugador. No obstante, si puedes superar este bache jugable, te espera una carrera implacable, vibrante y con un futuro crossover muy prometedor.
Calificación 8/10