La Noche en que el Saxofón de Kenny G Volvió a Enamorar al Gran Rex


Buenos Aires vibró al ritmo del jazz romántico. Tras 15 años de ausencia, el maestro del saxofón, Kenny G, regresó a la Argentina para brindar un concierto inolvidable en el Teatro Gran Rex, presentando su nuevo álbum “New Standards” y reviviendo los himnos de una carrera legendaria.



El ícono del jazz romántico volvió a Buenos Aires después de 15 años y presentó su nuevo álbum “New Standards” ante un público que lo ovacionó de pie. El legendario saxofonista Kenny G volvió a conquistar al público argentino con un espectáculo inolvidable en el Teatro Gran Rex, donde repasó sus grandes clásicos y presentó composiciones de su más reciente trabajo discográfico.
Ante un auditorio colmado, el músico estadounidense desplegó todo su virtuosismo y su inconfundible calidez en una velada marcada por la emoción, la elegancia y una conexión inmediata con el público. La atmósfera se había comenzado a gestar con la cautivadora actuación de la artista patagónica Anabella Luz, cuya fusión de jazz, soul y pop preparó el clima perfecto.


Una vez Kenny G en escena, desde los primeros acordes de “Loving You” y “Silhouette”, la atmósfera se volvió íntima y envolvente, invitando a un viaje sonoro por décadas de trayectoria. El público, que celebró con entusiasmo su regreso tras más de una década, se rindió ante la destreza del artista.


A lo largo del show, Kenny G interpretó piezas emblemáticas como “Forever in Love”, “Havana”, “Heart & Soul”, y la icónica “Songbird”, que desató una merecida ovación de pie. Pero no todo fue música: también hubo espacio para momentos de improvisación, humor y cercanía, en los que el artista dialogó con los asistentes y presentó a su impecable banda, en una demostración de técnica y sensibilidad musical que enriqueció cada nota.


El repertorio incluyó además nuevas composiciones de “New Standards”, un álbum que rinde homenaje a las baladas clásicas de jazz de los años 50 y 60 con el sello melódico y contemporáneo del artista. Cada tema fue recibido con calidez por los asistentes, demostrando que su magia sigue intacta.
La noche, cargada de nostalgia, sofisticación y gratitud mutua, selló su broche de oro con una interpretación magistral de la banda sonora de “Titanic”. Un reencuentro que quedará grabado en la memoria de los fans argentinos, confirmando que la espera valió la pena.

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