«Festival Montaña»: Una Cumbre de Música y Cultura en tierras mendocinas.


El pasado sábado 18 de octubre, el corazón de Luján de Cuyo, en las cercanías de la ciudad de Mendoza, se convirtió en el epicentro de un fenómeno cultural multitudinario: la edición debut del Festival Montaña. El Multiespacio Cultural Luján de Cuyo fue el escenario perfecto para este esperado encuentro que, con una asistencia de más de 12 mil personas, entre mendocinos y visitantes de todo el país, demostró el enorme potencial de la provincia para albergar eventos de gran calibre.


La jornada, que se extendió por más de ocho horas, se destacó por una producción eficiente y una organización que rozó la perfección. La puntualidad, propia de los grandes festivales internacionales, fue la tónica desde el inicio. El escenario Sur dio el puntapié inicial con la multifacética Magnolia Monti, que presentó canciones de su disco “Nómada”, seguida por el show de La Blunty. Luego, la banda chilena Niños del Cerro marcó el pulso y reafirmó el espacio dedicado a la nueva escena musical.


El espíritu festivo de El Kuelgue, la sensibilidad de Zoe Gotusso y la energía de Cruzando el Charco potenciaron una jornada de altísima calidad artística que se vivió entre los escenarios Oeste y Sur, reuniendo a distintas generaciones bajo un ecléctico y potente line up.


Con la llegada de la noche, el festival alcanzó su punto máximo. El primero en encender la cumbre fue Trueno, quien regresó a la provincia tras dos años con un show explosivo, antesala de su gira internacional como telonero de Gorillaz. El artista presentó temas de su gira «El Último Baile», incluyendo éxitos como “Tranky Funky”, “No Cap” y “The Roof is on Fire”, sin dejar de lado el momento de freestyle y temas relevantes como “Fuck the police”, una versión vibrante de “Mamichula” y el cierre apoteósico con “Dance Crip”.


El fervor del público vibró fuerte con No Te Va Gustar, que repasó tres décadas de trayectoria, demostrando la fidelidad de sus seguidores que entonaron a coro grandes éxitos como “Cero a la izquierda”, “A las nueve”, “Chau”, “Al vacío” y “Fuera de control”. Por su parte, Dillom ofreció un show fiel a su estilo polémico y auténtico, destacándose por una puesta en escena con una banda de gran sonido y una impronta marcadamente rockera.


El cierre de oro estuvo a cargo de Peces Raros, una banda que ha experimentado un crecimiento impresionante. Su propuesta única, que fusiona la esencia rockera con la experimentación electrónica, sirvió como un sofisticado closing party. El público pudo disfrutar de parte de su álbum “Artificial”, además de los temas más reconocidos de su setlist, poniendo el broche de lujo al festival.
El Festival Montaña fue mucho más que música; fue una experiencia integral al aire libre que fusionó lo natural con lo urbano. Se consolidó como un punto de encuentro entre el arte, la música y el disfrute, celebrando la identidad mendocina y los sonidos latinoamericanos que marcan tendencia. La propuesta se complementó con una rica variedad de espacios, como el wine garden Vino al Refugio, que reflejó la diversidad del vino local, y el patio Sabores del Pedemonte, con una oferta gastronómica inclusiva. Además, el arte urbano tuvo su lugar con una galería de graffitis y murales inspirados en la montaña.


Con entradas agotadas a un precio accesible para la talla de los artistas, y con el apoyo de productoras privadas como Produce Crack, En vivo producciones y Pop Art music  , el Gobierno de la provincia y la Municipalidad de Luján de Cuyo, la primera edición del Montaña dejó la vara alta. No obstante, ya se confirmó una nueva edición en 2026, lo que augura la consolidación de un evento que tiene todas las credenciales para superarse y convertirse en una cita anual ineludible que potencie el turismo y la industria cultural mendocina. La calidez y cordialidad en las inmediaciones, un plus destacado por los visitantes, afianzó el ambiente festivo de esta cumbre cultural que ya se inscribe en la agenda grande de los festivales del país.

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