Crítica: Chainsaw Man: El arco de Reze

Por Jhon Wolf


Descripción:


Tras tres años de espera, Chainsaw Man vuelve con una película que no solo expande su universo, sino que lo eleva a nuevas alturas emocionales y visuales. El arco de Reze combina romance, acción desbordante y tragedia en una historia que confirma el enorme potencial de la saga creada por Tatsuki Fujimoto.


Resumen:
Ambientada justo después de la primera temporada, Chainsaw Man: El arco de Reze sigue a Denji, el joven cazador de demonios que busca algo tan simple —y tan inalcanzable— como una vida normal. Su deseo de conquistar a Makima se ve interrumpido cuando conoce a Reze, una chica misteriosa que lo hace replantearse todo. Lo que empieza como un romance juvenil pronto se convierte en una historia de traición, violencia y autodescubrimiento.
Mientras tanto, Aki Hayakawa continúa su alianza con el Demonio Ángel, y los enemigos en la sombra preparan un plan para apoderarse del corazón de Chainsaw. Lo que parecía una historia de amor se transforma en una montaña rusa de acción y dolor, con explosiones, sangre y caos al más puro estilo MAPPA.


Lo que me gustó:
Lo primero que destaca es el ritmo narrativo, mucho más ajustado y orgánico que en la primera temporada. El formato cinematográfico le sienta de maravilla a esta historia: todo fluye sin relleno, con un equilibrio perfecto entre emoción, introspección y brutalidad.
MAPPA demuestra nuevamente por qué es uno de los estudios más admirados del anime contemporáneo. La animación alcanza niveles de excelencia —los movimientos son fluidos, los encuadres cinematográficos y las secuencias de combate, simplemente espectaculares—. Las escenas de acción parecen coreografías imposibles, con una cámara que gira, acelera y respira junto a los personajes.


Además, El arco de Reze logra algo difícil: humanizar a Denji. Su historia, más allá del gore o los demonios, refleja la soledad y precariedad de alguien que apenas empieza a entender qué significa vivir. Entre carcajadas, golpes y sangre, Chainsaw Man sigue siendo una tragedia disfrazada de anime de acción.
Lo que no me gustó:
La película exige conocer la primera temporada, y eso puede alejar a nuevos espectadores. No hay recapitulaciones ni explicaciones: asume que el público ya sabe quién es quién y cómo funciona este mundo. Aunque esa decisión mantiene el ritmo, puede ser un obstáculo para los que llegan por primera vez.


Por otro lado, el tono romántico del inicio puede desconcertar a los fans que esperaban acción inmediata. Sin embargo, ese contraste termina siendo parte del encanto: el filme arranca como un romance juvenil solo para hundirse en la oscuridad más pura.


A quién se la recomiendo:
A los fans de Chainsaw Man, sin duda. Pero también a quienes disfrutan de historias donde la violencia y la emoción conviven sin filtros. El arco de Reze demuestra que la franquicia no ha perdido ni su filo ni su alma, y que el formato de película podría ser el futuro ideal para este universo.
Un regreso intenso, melancólico y espectacular que deja al público con el corazón roto… y con ganas de más.

Puntuación: 9/10

Deja un comentario