Análisis: Paper Mario: La puerta milenaria

No podemos negar que el éxito descomunal que supuso en ventas la Nintendo Switch dió pie a que la compañía lo utilice para traer juegos y franquicias que merecen tener un nuevo reconocimiento. El caso de Paper Mario se trata de un spin off que ha gozado de éxito y buenas ventas pero que aún tenía chance para acercarse a nuevos jugadores con un encanto que no todos pudieron apreciar desde su lanzamiento en gamecube por 2004.

En cuanto a la historia, en líneas generales vamos por algo simple. Mario comienza una búsqueda para rescatar a la princesa Peach de las garras del Conde Cenizo y así también poder salvar al reino champiñon. Si bien es algo de lo que estamos acostumbrados en toda la franquicia, aquí lo importante es todo el viaje que se emprende, las interacciones y los diálogos que se general, y sobre todo la jugabilidad que nos va atrapando a medida que avanzamos.

Para el que quizá todavía no se adentró en la saga, el título es un RPG que se juega a través de combates por turnos, o al menos es esa la característica más fuerte del juego, ya que también tienen una buena dosis de exploración, minijuegos e ingredientes que ofrecen una experiencia variada. La misión principal es recuperar los siete cristales estelare para abrir la puerta milenaria y en el camino, nos enfrentamos a una gran cantidad de enemigos en una jugabilidad progresiva y tacgica. Lo importante de este juego es que se presenta de una manera muy accesible, en el sentido de que no es un juego propiamente fácil pero nos otorga desde el inicio elementos sencillos para que sepamos como atacar y aprovechar las habilidades de cada uno de los personajes. La realidad es que cada personaje cuenta con habilidades especiales y es necesario que en algún punto del juego uno pueda ser estratégico ya que el combate adquiere una profundidad y dificultad que va en progresión pero que lejos de ser algo que nos ahuyenta, resulta una manera adictiva de continuar con la aventura. Existen algunas habilidades que nos requerirán acciones extras, como algún juego rítmico o momentos en donde quizá rompemos ese esquema de los turno pero que termina ofreciendo recompensas muy necesarias. El título puede durar más de 30 horas, lo que supone una experiencia completa que mantiene el ritmo durante toda la aventura.

Vamos a decir que también se debe destacar todo el apartado gráfico y artístico que el juego posee. Si bien ya era un título que contaba con una gran propuesta desde lo visual, acá intentaron de que no sea una simple remasterizacion del mismo sino una versión que se ve renovada y que destella belleza por donde lo veas. Desde el diseño de los personajes, el ambiente en el que se mueven y los elementos de esta supuesta función teatral se ve tan bien, que nos dan ganas de hacer capturas en cada momento.  La música es uno de los aspectos relevantes en este juego, con melodías que acompañan a cada paso de la aventura, y que resultan memorables a medida que lo vas jugando.

Paper Mario: La puerta milenaria es un juego indispensable para esta consola, es una oportunidad de revivir un gran juego de gamecube para los fanáticos de la franquicia, y para aquellos que aún no se han acercado a la saga, es la oportunidad perfecta para divertirse con este juego tan encantador.

Calificación 9/10

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