Puccini y otros homenajes
El Teatro Colón se vuelve a vestir de gala (como en cada presentación) para homenajear al gran compositor Toscano Giacomo Pucchini (1858- 1924). Junto a la Orquesta Sinfónica Estable y la dirección de Mario Perusso se dió un emotivo concierto donde más que dar honor a Pucchini, hubo momentos totalmente emotivos.

La noche del sábado 14 de mayo a pesar de la fresca noche, los asistentes no faltaron y llenaron todo el anfiteatro del Colón. Una vez todos los espectadores estaban en sus lugares, a las 20 horas se dió entrada a los músicos, seguido de enormes aplausos de bienvenida. Ya en sus respectivas posiciones, el Concertino número uno Freddy Varela Montero comenzó a afinar a la orquesta, luego de eso se le otorgaron flores de bienvenida al gran director Mario Perusso. La entrada de los cantantes liricos fue una total sensación.
Directo desde Eslovenia llega la soprano Rebeka Lokar, su trayectoria es amplia y ha recorrido importante teatros liricos en ciudades como Turín, Nápoles, Valencia, Shangai, Tokio y Zagreb; su entrada supuso el suspiro de los asistentes ya que la cantante radia elegancia y carisma. Este era su debut en el Teatro Colón.
Desde Córdoba llega el orgullo nacional, el tenor Gustavo Porta. Se formó en el Colón y debutó por primera vez en 1996. Su talento y constancia lo hizo interpretar en teatros liricos en las ciudades de Darmstadt, Torino, Berlín, Tokio, Tel Aviv y Beijing.
La química entre ambos cantantes fue estupenda, ambos interpretaban a sus personajes de una manera entregada y conmovedora.
El concierto estuvo dividido en dos partes y cuatro actos en los cuales se interpretaron grandes éxitos de Giacomo Puccini, entre ellos temas como La fanciulla del West, Senza mamma, Madame butterfly y Manon Lescaut. La presencia de los cantantes líricos fue en conjunto pero también tuvieron momentos en solitario donde sus voces se pudieron contemplar mucho más.
Antes de terminar el concierto sucedió el gran momento de la noche, el concertino número uno de la orquesta otorgó una placa de honor a su director Mario Perusso. Los aplausos se replicaron por todo el teatro, también no faltaron las alabanzas a Perusso y los músicos. El músico porteño agradeció el reconocimiento y recordó las palabras que siempre da en los ensayos, habló sobre el amor que hay que poner a cada instrumento y a la orquesta, agradeció a Puccini y mencionó que pronto se cumplen 100 años de su fallecimiento. Los abrazos tampoco faltaron.
El homenaje a Puccini estuvo cargado de emociones y aplausos, una noche donde el Colón se vistió de gala para interpretar al gran compositor toscano, pero también para reconocer el valor de los músicos de la Orquesta Estable y su dirección.
Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.