El caribe sin caribe

Las crisis económicas destapan lo peor de la sociedad. Cuando el no poder ahorrar ni pagar los gastos básicos se vuelve un común denominador, se activa la supervivencia. ¿Quién se salva solo?

«Argentina. Años 90. Fiorella y Cinthia son cajeras del supermercado Caribe. Una tarde, en el horario de descanso, bajan al depósito del establecimiento para fumar a escondidas.

Mientras encienden un cigarrillo, conversan sobre su fin de semana y una de ellas confiesa tener pensamientos apocalípticos. Cinthia, está preocupada ya que se enteró que el señor Sacripanti, marido de la dueña del súper, ha quebrado su farmacia y que varias de las cajas se encuentran allí. En medio del caos, comenzarán con su rutina diaria de burla hacia la señora Sacripanti, quien las maltrata y las explota, las enoja y las encandila. Ellas, definitivamente la odian, y absolutamente, la aman». Esta es la reseña de la tragicomedia escrita por Yanina Gruden.

Una carismática y eléctrica Yanina Gruden junto a una tosca e inocente Stephanie Petresky personifican a este dúo de compañeras de trabajo y amigas. Ambas ven cómo se acerca la decadencia del supermercado donde trabajan hace años, pero también experimentan el colapso de sus vidas mientras fantasean y elaboran teorías. Con una dosis de humor negro y referencias a la cultura noventera argentina, dónde se nota como la crisis del menemismo está presente ya que es el trasfondo social.

Estafania Bonessa y Agustina Fillipini son las encargadas de ambientar este depósito de supermercado, cada detalle está refinado dentro del set con la utilería y mobiliaria. Katia Szechtman dirige una eléctrica y tragicomica historia, dónde las actrices irán en constante movimiento hasta el inminente final.

Caribe está disponible los sábados y domingos a las 20 horas en el Centro Cultural El San Martín. Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.