Por Luciano Macchioli
No es la primera vez que el mundo de Doraemon y Story of Seasons se juntan para darnos una experiencia de simulación de granja, género que se encuentra en auge hace unos años desde la salida de Stardew Valley. Si bien en estos títulos es fácil perderse por horas, muchas cosas tienen que estar bien hechas para que eso se logre. Veamos en profundidad la propuesta de Bandai Namco.

En Friends of the Great Kingdom encarnaremos a Nobita, protagonista junto a Doraemon de la serie de manga y anime. Tras una ridícula discusión con sus padres, Nobita abandona su casa y se embarca en una aventura junto con sus amigos, que consiste en explorar un planeta lejano. Luego de esta introducción un tanto extraña y… japonesa, Nobita y sus amigos trabajarán en este desconocido planeta haciendo las labores propias de la saga Harvest Moon/Story of Seasons. Cosechar, pescar, talar, comerciar. Todo en pos de ayudar a Lumis, su nuevo amigo interplanetario, que sueña con restaurar la vieja granja de su abuelo.
Si bien la gestión de recursos no es un género que precise de grandes narrativas, es aburrido ver que el 99% de los títulos de esta índole empiezan de la misma manera.
El gameplay no es revolucionario, pero regula de manera correcta el crecimiento paulatino de nuestro personaje. La mejora de herramientas será el objetivo principal para que la energía nos dure más y podamos realizar más misiones.

La generación de ingresos se da de manera lenta. Las primeras horas de juego se vuelven un tanto tediosas hasta que se logra alcanzar una economía productiva. No obstante, lejos de ser algo que perjudique al título, lo favorece. El error más común en el género de gestión es una economía rota: un cultivo, un producto animal, un mineral que esté tan valorado que inutilice por completo a los demás y, por lo tanto, se vuelva fácil en cuestión de horas.
En lo que sí falla Friends of the Great Kingdom es en la importancia que se les da a los vecinos. Es menester entablar amistad con todos los habitantes del pueblo para poder avanzar en la historia, y esto se da de manera muy lenta. Las misiones se vuelven repetitivas rápidamente y son pocas las características que diferencian a unos y otros.
El apartado visual cumple de maravilla, con una paleta de colores muy viva y un estilo artístico de acuarelas original y bien logrado. La banda sonora acompaña de manera correcta lo que vemos en pantalla.

Friends of the Great Kingdom apuesta a lo seguro. No es un juego que se preste a sesiones largas, pero sí es el indicado para momentos breves en los que se necesita un título sencillo, amigable y sin demasiadas pretensiones. Ideal para los amantes del género que quieren más de lo mismo, pero ni de cerca el mejor representante para nuevos jugadores.
Calificación: 7/10