Reseña: La desobediencia de Marte

Marte en el teatro

El pasado dos de junio se estrenó la obra ‘La desobediencia de Marte’, original del dramaturgo y escritor mexicano Juan Villoro. Este estreno coincidió con la inauguración del auditorio del Centro Cultural de La Ciencia como nueva sala de Teatro perteneciente al Teatro Nacional Cervantes.



Ciencia y teatro están estrechamente relacionados, la realización teatral consiste de ensayo y error, esto es parte del método científico, la aplicación del ingenio para poder llevar a cabo una apuesta. Parafraseando las palabras del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus durante la presentación de esta obra, todas las artes están estrechamente relacionadas con el pensamiento.

«
Ciertas rivalidades son extraordinariamente productivas. Johannes Kepler y Tycho Brahe se necesitaban y temían. Movidos por la admiración y la desconfianza, se reunieron en 1600 en el castillo de Benatek, Bohemia, para descifrar las órbitas de los planetas.
Kepler era científico teórico; Brahe, científico empírico. El segundo conocía el curso de las estrellas mejor que nadie, pero sólo el primero podía interpretarlas. Si uno prevalecía, el otro sería olvidado. Para llegar a la ecuación definitiva era necesario sortear» Esta es la sinopsis descrita por Juan Villoro en la adaptación dirigida por Marcelo Lombardero.

Osmar Núñez es Tycho Brahe y
Lautaro Delgado Tymruk es Johannes Kepler. Dos científicos del siglo XVII uno aprendiz del otro, uno triunfante en el campo de la investigación astronómica y el otro un teórico refutado. Sin importar los descubrimientos y desaciertos de ambos, queda el mérito de ser estudiados hoy en día, pero más allá de eso, la relación entre ellos se puede traspasar a cualquier escenario del 2023.

Nuñez y Delgado poseen una química increíble, los actores marcados por la diferencia de edad y trayectoria se ponen a la par en estos personajes que conjuegan entre la recreación dramática y el Teatro contemporáneo.

Lo primero que nota el espectador es la abstracta escenografía de Matías Otálara, está compuesta por elementos astronómicos hechos en tablas como relojes y telescopios, mobiliario medieval y utilería. Luciana Gutman es capaz de llevar a cabo un vestuario acorde a lo que sería un maestro y su pupilo en un castillo, ambos desafiando a la iglesia con sus teorías.

La Desobediencia de Marte es la perfecta sintonía entre arte y ciencia, pues de grandes científicos se pueden realizar dramas profundos y por que no, llevar estas historias al tiempo actual. Disponible los viernes a las 20 horas en El Centro Cultural de La Ciencia del barrio Palermo.

Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.

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