Reseña: La segunda muerte de Juan Moreira


Por Sofía Luna Roberts


Los contextos históricos en los cuales se crean las obras de teatro se vuelven fundamentales a la hora de comprender el verdadero mensaje que se encuentra entre los diálogos y las actuaciones de los personajes. Con esto en mente, es interesante saber que de los años 1884 a 1930, en la Argentina comenzó una etapa conocida como la “emancipación cultural”, época en la que se considera como el nacimiento de la primera obra de teatro nacional: “Juan Moreira”, de Eduardo Gutiérrez, creado junto al empresario teatral José Podestá, en 1879. Se trata de un teatro criollista, de un teatro que tiene como objetivo hablar de la identidad del pueblo. “La segunda muerte de Juan Moreira” nos muestra una alternativa cómica que no deja de asombrar. La obra se presenta en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636, CABA) con funciones los domingos a las 17 horas.



Escrita y dirigida por Raúl Brambilla, esta comedia criolla nos transporta hacia el año 1930, días antes de que caiga el golpe de Estado encabezado por el general José Félix Uriburu que derrocó al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen. La historia trata de un grupo de actores que fueron expulsados del circo al que pertenecen y dan comienzo a su gira independiente representando una única obra: “Juan Moreira”. En el transcurso van atravesando situaciones y controversias internas que los obliga a pensar alternativas para seguir adelante con sus funciones a pesar de los impedimentos por parte de la iglesia y de ellos mismos. Con actuaciones de Leandro Cóccaro, Fernando Caride, Miguel Polizzi, Juan Manuel Romero, Susana Martínez, Paula Rubinsztein, Enrique O’Zanibelli y Fabián Mattos. Ellos les dan vida a los típicos personajes del teatro nacional popular.

Es interesante el nivel de protagonismo que logran todos los personajes, debido a que la construcción de cada uno se destaca por distintas modalidades, gestos o formas en el habla que lo convierten en único e irrepetible. La solidez de estos personajes se ve reflejado también en la solidez de sus creencias y valores con respecto a la identidad nacional. En la historia, la idea de unión y fraternidad está representada por lo que “Juan Moreira” significa para cada uno. En varias ocasiones, ese sentimiento se ve invadido por los personajes que representan a los distintos sistemas que nos rigen como la iglesia, el Estado o la policía. A lo largo de la obra nos damos cuenta de que todos terminamos siendo víctimas de un sistema, al igual que Juan Moreira, y es por esto que se genera un sentimiento de pertenencia entre los personajes produciéndose una rebelión para que cambien las cosas.

En esta mezcla de géneros teatrales que va desde vodevil hasta los aspectos trágicos de lo grotesco, el humor criollo de “La segunda muerte de Juan Moreira” le da el toque especial para causar, en el espectador, un sentido nacional que se refuerza cada vez más. Las costumbres y mandatos pueblerinos dejan en exposición el origen de nuestros valores de hoy en día. Las risas y el asombro son los ingredientes cruciales, en donde la tradición popular de la figura del criollo rebelde desafiando a la autoridad una y otra vez nos anima a involucrarnos y decir al unísono, junto los personajes, “Yo también soy Juan Moreira”.

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