Crítica: Monkey Man

¿Qué pasa cuando un montón de ideas interesantes se amalgaman para crear un producto de entretenimiento banal-pretencioso? Monkey Man está bien, pero hasta ahí.

“Kid, un joven anónimo que se gana la vida a duras penas en un club de lucha clandestino donde, noche tras noche, con una máscara de gorila, es golpeado hasta sangrar por luchadores más populares a cambio de dinero. Después de años de ira reprimida, Kid descubre una manera de infiltrarse en el enclave de la siniestra élite de la ciudad. A medida que el trauma de su infancia se desborda, sus manos misteriosamente llenas de cicatrices desataron una explosiva campaña de represalia para ajustar cuentas con los hombres que le quitaron todo.” Según la sinopsis de la película.

Flashbacks, deidades, un Joe Pesci hindú, vengadores marginados LGBT+ y una megaestrella en busca de una venganza personal que es en simultáneo actor, productor, guionista y director que a base de golpes y tiros retrata una historia yankee-hindú desde una perspectiva hindú pero con los ojos de un yankee. Cine de acción Bollywoodense en una estructura y trama chata Hollywoodense.

Me interesa muchísimo la historia personal que intenta retratar pero lamentablemente nunca ingresa como debe ser en esa historia. El primer acto de la película está realmente muy bien, el problema lo encontramos cuando ingresa al segundo acto y se pierde cierto interés al no poder mantener la atención en el conflicto, y ni hablar cuando termina la primera gran secuencia de acción/persecución a mitad del film y ya pierde todo el tono creado en la primer obra. A partir de ahí prefiere seguir abriendo tramas en vez de profundizar en un arco realmente dramático o en uno o dos villanos fuertes. Prefiere demostrar un viaje de transformación que realmente no hace falta que nos lo enseñen, en vez de la culminación del viaje logrando un clímax de mayor impacto.

El arte, la fotografía y el sonido durante las secuencias de pelea en el ring me parecen extremadamente bien logradas, no así la dirección. Tenía todo el setup dispuesto para que un director, y más un director novel como lo es Dev Patel, se luzca pero no lo hace de tal manera. El guion intenta generar empatía con el protagonista de diversas formas en diversos momentos, en mi opinión sólo lo logra con uno, los flashbacks  y el resto de intentos quedan en evidencia por lo mal ejecutados que están, y tal vez le estoy exigiendo mucho a una película de acción de entretenimiento, o tal vez no. La creación de los villanos parten de una buena base argumental pero rápidamente notamos que sólo son una buena idea, una fachada para que la película parezca más de lo que es y nunca logra crear antagonistas de verdadero peso narrativo. 

Patel muestra que tiene capacidad para dirigir pero realmente es un actor y eso se nota, como predomina el ejercicio de un oficio sobre el otro. Por más que sea una película de acción el cine está para contar historias y la película tiene una muy buena historia para contar, sólo que no lo hace de la mejor manera, aún así logra un buen trabajo y quien busque cine de acción lo encontrará en esta película.

Yo creo que hay un grandísimo chiste interno en la producción, que celebro por lo irreverente, pero que realmente no funciona para la película. Hablo del fundido encadenado a un mono en el momento de máxima revelación para el protagonista, en el momento cúlmine de transformación durante su entrenamiento. ¿A que no te animás a…? Y Patel dio luz verde para que haya una disolución de un cuadro a otro para que nos enseñe un pequeño mono que parece sacado de un video de stock. Graciosísimo como chiste interno de tan poco serio que es, en un momento que no debería serlo. Banco reírse del propio género pero es algo que no aporta y está pésimamente realizado.

Si la película hubiera seguido con el nivel del primer acto, incluso la primera mitad hubiera sido una muy buena película para un director en su primer film. Y aunque el balance para el actor-director sea más que positivo parece que perdió en cierto punto el control total de su obra.

Los amantes de este género cinematográfico la pasarán bien aunque no encuentren nada realmente novedoso. Agradezco el intento, aunque no del todo logrado, de crear profundidad dramática en el género. Prueba de fuego superada para Patel que seguramente vuelva a la silla de director en el futuro.

Calificación: 6/10
Por Julián Lloves para La Butaca Web.

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