Si hay un anime que es un total éxito en la actualidad, es Demon Slayer. Y si encima de ser un éxito, le sumamos la acertada decisión de que el final del anime consistía en una saga de películas y no algo que se ve en streaming, las expectativas estaban a la orden de todos. Y ahora, tras una buena espera, llega a nuestros cines Demon Slayer: Castillo Infinito.

Como bien saben los que siguen el anime, esta película se centra en la batalla dentro del Castillo Infinito, con los Pilares, los cazademonios normales y los aprendices, matando a todo lo que se le cruza (Lunas Crecientes incluidas) mientras buscan a Muzan. Mientras, conoceremos el pasado de algunos personajes de ambos bandos.
Antes de ir a ver esta joyita, tienen que saber un par de cosas. La primera de ellas, es que si o si tienen que haber visto el anime. Nunca vamos a tener la secuencia de “anteriormente en Demon Slayer”, así que, si planean llevar a algún pariente pequeño al cine para quedar bien, yo diría que se lo vayan replanteando. Y lo otro, y pasando a quizás lo peor de toda la cinta, es que dura demasiado.
Si, Demon Slayer: Castillo Infinito dura unas casi dos horas y cuarenta, que, por desgracia, se notan demasiado en el tramo final. Esto se da, en especial, porque se abre todo un arco nuevo, que parece sacado de la galera, en vez de algo natural. Se entiende que le quieran dar contexto y origen a algunos personajes, pero no creo que flashbacks de veinte minutos fuera la mejor solución.
Y ahora, empecemos con lo bueno, que es casi todo lo demás. Lo primero a destacar es la animación. La película se ve brutal, y no solo me refiero a las escenas de pelea (lo más sabroso de todo), sino a la estética en general. El diseño del dichoso Castillo rinde bastante, siendo una mezcla de laberinto y a la vez, arena móvil de videojuego; un deleite para los que son de dicho nicho. Aparte que, por momentos, la animación pareciera ser imágenes reales, más que otra cosa.
Quizás pueda sonar un poco fanboy, pero esta película es lo que todo seguidor de la saga quería ver. No solo porque amplía la historia y no es un “hagamos una peli que no sabemos si es canon, solo para robar”. En ese sentido, Demon Slayer hace lo correcto, y aparte dando de las mejores peleas que vamos a ver en el 2025.
Demon Slayer: Castillo Infinito va directo a lo mejor del año. Con las dos grandes pegas de estirarse en su tramo final, y dejar afuera al público nuevo, nada de eso puede opacar todo lo bueno que ofrece.
Calificación 8/10