Milagros Amud es cantante y autora.
Sus 18 años la encuentran en un «adulto», con un gran despliegue laboral.
Oriunda del Partido de La Costa, aunque de muy chica con apenas 7 meses, emigró con su madre al Gran Buenos Aires, en donde hoy vive, San Miguel; la convivencia con sus bisabuelos ocupó un lugar bisagra para dar pie a su presente: el tango. El género dicho tiene aún en lo probable como asociación directa a un estereotipo determinado de «esquina de café» de la Ciudad de Bs. As., pero en parafraseo a un conocido refrán: «todo está para romperse».

En términos genéricos, la reciente mayoría de edad ocupa un fuerte lugar en ese tándem de búsqueda y frenesí, donde por cierto mandato/inercia se hilvana a una mera responsabilidad de conseguir rédito alguno de lo que se hace; en donde no se escapa la subestimación como punto de análisis, como así tampoco la sobrecarga de expectativas, en siempre realidades únicas y particulares…
«En el ínterin que me quedaba en casa, mientras mi mamá trabajaba, se dio la convivencia en donde pasó la parte musical; ayudó mucho que mi bisabuelo fue bailarín, y mi bisabuela muy rockera. En esa mezcla, comencé a cantar folclore, melódico y tango». El tiempo, el gusto y el destino acomodó las piezas para que el género homónimo a Gardel, haya llevado a Milagros al camino de hoy.
«Somos varios jóvenes (sub-20) que estamos en el tango. Para nosotros, el premio de una competencia provincial, es ya estar ahí»
7 años, a dicha edad es cuando Milagros toma su primer registro de rememorar como traducía lo adquirido a vivas voces, y sin tapujos de sus dotes vocales a estar, por entonces, latente a lo que es hoy su cotidianidad. “En el 2019 participé en el Mundial de Tango –en la parte musical- que se llamó ‘Buenos Aires Tango’, lo codujo Silvio Soldán y Alberto Bianco, esa fue la segunda edición, había artistas invitados, y una de esas fui yo; después vino la pandemia, y bueno por estudio no pude ir”, comentaba en relación a un evento que tenía a una suerte de padrino artístico como el conductor de las siglas seguidas de S. Luego de lo mencionado, a los 15/16 años, empezó un periplo de tipo profesional, a través de presenciar festivales de competencias, como también cantar en restaurantes-bares, televisoras, radios, y lugares más bien de tipo cultural. «En la preparación algo siempre pasa, y en un punto se transmite; es muy difícil encontrar alguien que pueda separar del todo lo malo que le pasó; hay un reflejo que uno hace a partir de lo que se siente, y si fue malo, hasta por ahí quién dice, sale mejor», nos señalaba, en lo que luego destacó: «Me acuerdo de que cuando tenía 12 años fui a Canal 13, en donde la manera de contención fue jugar detrás de cámara a la mancha con Juanita Viale; después estuve en otros formatos donde es distinto, y hay otra manera de ser en la producción, ahí es más complicado porque uno no está como cuando era chico en una burbuja de emociones». Los tiempos de la tele siempre son formatos que avasallan e interpelan el “qué dirán”, en un concepto que tiene que ver más con que el “show debe comenzar” ante la templanza necesaria de contener una tensión lógica a una puesta en escena…
Circuito del tango; pleito y deconstrucción de tiempos…
“Comprendo que es una época muy distinta a la que tenemos, no pondría el término de ‘culpabilidad machista’ porque eran percepciones de la cultura; si vamos con lo que es el tango, es complicado meterlo en una sola característica. Antes de las inmigraciones europeas a los años 70, se ha pasado por distintas cuestiones políticas y sociales que han cambiado la visión cultural. Te encontras con un tango denigrador en algunas letras, más en los años ’20; inclusive antes de las inmigraciones, y de llegar el bandoneón era sin letra, más alegre… En los ‘40/’50 más de tipo romántico; en los ’70 de la Ciudad, de lo bohemio… Es muy complicado meterlo en un solo lugar. Te puede gustar una época más que otra, te podés encontrar inclusive con un estudio de la historia a través del tango; pero meterlo como ‘machista’, eso yo lo he tomado por otro lado, más que como lo mencionado…”.
Hay un limbo situado entre la famosa «cultura de la cancelación» y una deconstrucción crítica que recae en un análisis permitido/necesario, sobre canciones y estilos que no hacían excepción alguna al concepto del machismo/sexismo como vidriera publicitaria…
«Si te agarro con otro te mato (…)», el extracto (conocido a raíz del Ni Una Menos) se trata de un tema interpretado por Sydney Magal en 1976, un músico brasileño que lo entonaba por aquel momento bajo un estilo de rock-balada. Luego Cacho Castaña, en el año 2003, diversifica la letra en uso a un estilo más asociado al tango, con otras particularidades de asociación a la misoginia.
De más está en decir que el contraste a la actualidad es muy agudo, que sucede entre la crítica y el repudio, y que hay un escenario amplio y casi unánime que pone, y de mínima, un freno al respecto de algunas letras… «Es imposible que no se critique… Es un factor de la música, que tal vez sea incorrecto, depende de la época en que se esté es incorrecto. Volviendo al tema del tango, la música de Piazzola fue incorrecta… Inclusive el rock cuando apareció fue incorrecto para los tangueros convencionales. Hoy lo que surge, en géneros urbanos en algún un punto es incorrecto. Criticar es dar un punto de vista y aggionarse en lo que es la gama musical de hoy, que es de un gusto o no… Pero una cosa es prohibirla, y es otro cantar, en lo que podemos estar, creo yo, bastante todos en desacuerdo».
Siempre el análisis, en función de un determinado rubro, contiene, entre tanto y lamentablemente, un dejo de suspicacia permitido y/o no ameritado; en esta ocasión, cae de maduro que posee lo especificado un lugar en la música, y que, por obvias y amplias razones, no hay excepción al tango; en donde sobrevuela la polémica de qué si y qué no, como el por qué…
«En algunas cosas de la música viviría en el Siglo pasado»
Sociedad: causa y el porqué del presente…
Es claro que la juventud -en un amplio sentido- goza de un lugar preponderante y/o visible en una actualidad de tanta zozobra social, como también de una competencia a costa de la viralidad del “como sea” y “porque sí”; la intensidad diaria hace sentir de lleno el dicho de «no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy». La vertiginosidad que generan los contenidos interactivos de diversas redes sociales hace tomar un foco de atracción que relaciona a las ansias y el deseo de generar contenido a un frenesí de casi o total «vale todo”; una cuestión efímera y cruel, pero anhelada al fin… Algo que es cíclico y muy particular, que entra en el concepto “resultadista” de la vida…
«Y yo que viviría en el Siglo pasado en algunas cosas de la música (risas), está muy buena la diversidad, como también la polémica, porque se van abriendo nuevas puertas para otras cosas, y siendo la música algo tan transparente es muy interesante analizarlo como historia, y siempre vas a encontrar un reflejo en la música, de lo que somos, y en algún punto mezclarlo con lo que fuimos. Estar abierto a ver que se puede hallar. No he encontrado a algún artista de este presente que me guste mucho para escucharlo demasiado. Una fusión entre tango y trap -a raíz de un bandoneonista-, sí; tal vez encuentro un camino por ahí, y seguramente se funden las dos culturas»; comenta mientras que, en el cierre del concepto, ante si se la ve en ejercicio de un estilo urbano, nos cuenta que, si bien le ha agradado algunos temas de Lali y Nicki Nicole, no lo haría…
Conclusión
La música no solo contiene un fervor que de por sí la vuelve deseada y admirada, sino que es un fuerte hilo conductor en relación a la transversalidad de un sinfín de estamentos sociales, donde no hay separación alguna de la pobreza a la riqueza como paradigmas de limitación a realizar y trascender…
Con Milagros atravesamos un recorrido conciso y directo al presente sin ahondar en una rosca de ida-vuelta, pero a indagar un poco ese por qué del tango, bajo una perspectiva que interpela pasado y presente, sin caer en la polémica. Cualquiera podría imaginar que, para una cena con 18 años, nombraría mínimamente a un personaje que resulte foco de atracción para un posteo en redes sociales, pero ella en cambio, invitaría –en sentido metafórico- al Polaco Goyeneche, Nelly Omar, Azucena Maizani y Homero Manzi. Claramente un espejo de una historia que la tiene más que vigente; con un fuerte arraigo a la compañía y la influencia familiar que la llevan a la joven tanguera a tener un perfil muy exclusivo; bajo una raíz que no abunda en el ambiente por exceder en personalismos que son plasmados a voces fuertes y con descaro; Milagros a esto último, todo lo contrario; tiene un resultado más que positivo, y creo que se dejó en claro el porqué de eso…
Fechas en septiembre
Jueves y viernes y sábados del mes a partir de las 21:30 horas en CÁTULO TANGO -Ciudad de Buenos Aires- con el cuartero de Esteban Morgado.
Domingo 15 de septiembre en la Biblioteca Municipal de Malvinas Argentinas, en evento caritativo llamado «Alto Tango».
Domingo 22 en Los Laureles – Ciudad de Buenos Aires-, al mediodía.
Domingo 22 en Milonga Grisel -Ciudad de Buenos Aires-, por la noche.
Viernes 27 en el Palacio Balcarce -Ciudad de Buenos Aires- con la Orquesta de Tango 64.
Domingos -todos, no exclusivo al mes- por la noche vía Facebook Live (Milagros Amud) radio-tango a modo de entretenimiento.
Contacto
IG: Milagros_Amud
Facebook: Milagros Amud –Tangos Milongas y Boleros
You Tube: Milagros_Amud_Tango
Por Nicolás Ezequiel Doyle para La Butaca Web.

















