Reseña: Elena de a ratos

El fantasma que vuelve de a ratos

La idea de contactar con nuestros queridos, pero en el más allá, siempre ha cautivado a la humanidad. La religión y los cultos se han enfocado en descifrar, dar explicaciones o métodos de cómo comunicarse con aquel que ya partió. Esto puede ser una delgada línea entre cerrar una herida o una obsesión.



»Llega a oídos de un viudo la existencia de una joven que posee la capacidad de encarnar espíritus. Este le solicita que le traiga a su difunta semanalmente.
La proximidad de los cuerpos y las almas disparará un triángulo sentimental que promete no acabar bien». Así  describe Juan Azar su nueva obra »Elena de a ratos».

Juan Azar dirige, escribe y actúa en esta comedia dramática sencilla pero llena de profundidad. Laura Capellano y Valentino Naughton forman parte del elenco de esta obra.

Él quiere comunicarse con ella, ella sirve de portal y Elena está de a ratos. Vida, muerte, pasado  y presente se juegan en un carrusel representado en una cortina movible de terciopelo. Los actores tal cual magos deberán moverla para cambiar de personaje, esto es imperceptible pues se maneja una jocosa coreografía.

Hay risas, humor absurdo y un clown inexpresivo, el ruso.  El director supo aprovechar los pocos elementos del escenario para llevar su guión sobrenatural, para traernos a Elena, aunque sea de a ratos.

Laura Capellano y Valentino Naughton están muy bien sincronizados para hacer de Elena en el más allá y la mujer capaz de recibir los espíritus. Ambos realizan una coreografía robótica  pero jocosa.

Elena de a ratos es una opción divertida dentro del teatro under, una manera diferente de llevar lo sobrenatural, aprovechar los espacios y retratar la obsesión hacia lo que ya no está.

Disponible los viernes a las 22:30 en el Teatro Polonia.

Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.

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