Reseña de Agustín Arosa
Momentos antes de ingresar a la sala para experimentar Compañía uno podría anticipar – sin equivocarse demasiado – situaciones y giros argumentales: compañía, un número 3 y un armado espacial explícito arrebatan entre paréntesis la fantasía del espectador. Pareciera que está todo dicho; de todos modos quizás sea parte del juego verificarlo.

Primera comprobación: Osvaldo ingresa a la escena y busca habitarla, acto seguido acude Ana a su juego. Dilucidamos, a partir de este encuentro, los avatares de la relación: sin escucha, sin encuentros, sin pasión. Como público entendemos y comprobamos, percibimos monotonía… aún así deseamos encontrar algo. Esto sí puede escapar a la inferencia: esa sensación no es nuestra, los personajes, en su historia, han entendido, comprobado y los mueve, aún así, el deseo de encontrar algo más dentro de su cotidianidad. Un acierto por parte de la dirección ha sido presentarnos sin maniobras lo trivial de una conversación. Es este gesto de honestidad el que habilita una relación empática con la pieza.
Poco a poco la problemática se desenvuelve al tiempo que se anuncia a sí misma. No implica esto un problema: si usted se impacienta por una sorpresa es porque los personajes lo han ingresado a la situación y le piden que haga fila. En Compañía todo permanece, lo que se muestra es lo que es de manera franca, sin lugar a interpretaciones enrevesadas o demandas de prepotencia, si estamos allí es para teñirnos del cuadro armado. En su simpleza y humor los personajes dinamizan el hecho estático por medio de sus relaciones conflictivas. Dos o tres imágenes en la puesta sirven para condensar aquello que circula pero que dificilmente se muestra: el deseo. Los personajes se preguntan, afirman, luego dudan, no están seguros de cuál es la forma de su malestar, se arriman inocentes a respuestas provisorias que se frustran en cada tacto. La garantía de compañía es una duda y no una certeza, también puede fracasar.
Hablando de los actores, es preciso reconocer la entrañable narrativa que despliegan, creciendo a medida que complejizan sus vínculos en escena y aportando cada uno su idiosincrática cuota de humor.
Compañía se presenta como una apuesta al realismo con franqueza y sin maniobras. Tal gesto merece, al menos, nuestro sensato acompañamiento.
Ficha Técnica
Dramaturgia: Eduardo Rovner
Dirección: Roberto Lachivita
Actores: Gabriela Barrios, Jorge Noya, Karina Scheps
Diseño de vestuario: Laura Staffolani
Diseño de luces: Daniela Garcia Dorato
Coreografía: Jorge Rodriguez
Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia
Fotografía: Gonzalo Cortéz
Producción Ejecutiva: Camila Castro, Ana Paula Figuerero
Producción General: Karina Scheps
Funciones: domingos a las20.30hs
Teatro: El Método Kairós
Dirección: El Salvador 4530
Teléfono: 011 4831-9663
Mail:info@elmetodokairos.com.ar
Entradas generales: $ 250
Entradas estudiantes/jubilados: $220
Entradas 2 x 1 c/ Club La Nación: 2 x $ 250 (cupos limitados)
Reservas:http://www.elmetodokairos.com.ar/reservas.php