En el Teatro Brío, en el corazón del barrio de Villa Ortuzar, una obra que nos llega al alma, Foráneo, basada en la dramaturgia de Iñaki Aragón y actuado por Martín Elías Costa.

Cuenta la historia de un inmigrante, que seguramente será la similar a la de muchos. En un unipersonal, con un excelente sostén a lo largo de la obra del actor Martín Elías Costa, que cuenta cuando después de pasar muchos años de hambre tras la Guerra Civil Española, se embarca José, de origen catalán, en 1947, en un barco, para “hacerse la América” y llega al puerto de Buenos Aire. Después de dar vuelta la página, para comenzar una nueva vida en estas tierras, y comenzar a tatuar en su piel, las huellas que deja ser foráneo.

La escenografía, compuesta por M. Elías Costa y Agustina Soler, forma parte del mensaje teatral, porque todo transcurre en un pequeño taller, donde José, a medida que va trabajando, ajustando tornillos y tuercas, armando dispositivos, en ese pequeño laboratorio de herramientas aplicando los conocimientos de mecánica, nos va contando su llegada a Buenos Aires, como termina su familia en Tucumán, nos relata sobre las vanas promesas, de “hacerse la América”, como se enamora, la llegada de los hijos y bueno, es una obra que a esta altura nos abra enternecido porque seguramente nos pegará muy de cerca en las historias propias o contadas de ese huir de la Europa de postguerra.

La dirección de Agustina Soler, ha sabido dar las marcas adecuadas, para que la obra sea hermosa, porque con un texto muy profundo y extenso, el actor logra naturalidad, espontaneidad, se sabe manejar los silencios, los espacios oscuros, tiene cierto humor, sutil. Es esa obra de teatro donde el público se va satisfecho por haberle traído emociones de una manera amable, grata y a veces por qué no necesaria.

El sábado 13 de julio, fue la última función y tienen previsto retomar el 8 de setiembre, se las recomiendo para que la tengan en cuenta, por ser una propuesta diferente, para reencontrarnos en el teatro con ese espíritu de lucha, que demuestra que no se deben bajar los brazos y que momentos difíciles ha habido muchos.

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Reseña Diana Decunto – inboxmatutino@gmail.com