La escultura de nuestros tiempos
Desde siempre y desde ahora, los logros científicos y artísticos de las mujeres han sido y son invisiblizados. La historia reciente se han encargado de dar a conocer y reinvidicar la trayectoria de grandes personalidades.
Camille Claudel fue una escultora francesa cuya vida fue una tragedia, en especial sus últimos 40 años. Conocida en principio por ser hermana del poeta Paul Claudel, amante de Rodin y… por loca; aunque esté último adjetivo fue simplemente fue desafiar al sistema.

«Espectáculo unipersonal sobre Camille Claudel. Una artista excepcional en un mundo oscuro y represivo, que sólo tiene reservado para ella/s un papel secundario en el que los hombres prevalecen. Camille pasó gran parte de su vida en un manicomio por querer ser escultora y vivir intensamente la creación. Su amor por August Rodin, artista de la época, casado, fue también uno de los motivos que la enfrentó a la sociedad. Camille nos deja un legado artístico fabuloso que nos hace partícipes de su mundo femenino en lucha y echa luz sobre nuestros días». Es la sinopsis del monólogo de Hugo Barcia.
Zuleika Esnal es la gran estrella de este monólogo. Se pone en la piel de Camille Claudel tal cual lo hizo Isabelle Adjani en el 1988 y Juliette Binoche en 2013. Con una intensidad avasallante e impotente, la actriz comienza arrastrándose sobre el escenario con una sábana blanca que la cubre, tal cual como un fantasma que anuncia su presencia.
En una hora Esnal atraviesa todas las emociones posibles, desde la protesta, la ironía, el llanto, desesperación y la locura. Ella hace de Camille un personaje que si bien es difícil, es imposible no empatizar. La simpleza del escenario y iluminación de Héctor Calmet es acertadal contenido dea historia. Da la sensación de soledad y encierro.
Manuel Callau es capaz de ver la visión de Barcia sobre un personaje que fue marginado por la historia y ahora se le da el honor que mereció en su época. Zuleika Esnal hace una interpretación difícil de olvidar, por la cuál estaremos hablando por un largo rato.
Disponible los lunes a las 20:30 en el Teatro El Tinglado (Mario Bravo 948) Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.