Silt es el primer juego de la casa y la verdad es que no lo han hecho nada mal. Según lo comenzamos surgen, de manera inevitable, las primeras comparaciones.
Vienen a nuestra cabeza tras los primeros minutos nombres como Limbo, Abzû, Inside… y es que, aunque se trata de un juego con carácter propio, si conocemos estos títulos vemos semejanzas. Y ahora os contaré en qué.

Una historia desconocida
Silt nos pone en la piel de un submarinista que busca “hacerse con los ojos de los titanes” que, al parecer, moran en las profundidades. Nuestro protagonista buceará por diversos escenarios para conseguir su propósito del que no sabemos nada más. Desconocemos su motivación o finalidad. Desconocemos cómo o por qué ha acabado en esta aventura, pero una vez que nos ponemos en su piel, todo lo demás no importa. Nada sabemos de la historia y nada sabremos. Silt no nos da más información y quizá eso me haya llamado tanto la atención.
Descubrimos que nuestro submarinista tiene la capacidad de poseer a algunos animales marinos y hacer uso de sus habilidades para superar los distintos rompecabezas que encontramos en nuestro camino. Así nos beneficiamos de la electricidad de las anguilas, del mordisco de lo que parecen pirañas… en otras ocasiones no podremos hacernos con la consciencia del animal, pero podremos usarnos de cebo para conseguir lo que queremos.

Un desarrollo sencillo con una jugabilidad acorde
El juego es corto y sencillo. Un avance lineal que nos empuja irrefrenablemente a resolver el puzzle correspondiente para poder seguir avanzando. En apenas un par de horas podremos haber acabado el juego. Por un lado, al ser un juego tan sencillo, suele ser la duración aceptable y recomendable, pero aquí siento que, si hubiesen dejado un poco más a la investigación, habría dado un resultado excelente.
Los entornos por los que nos movemos son diferentes y cuentan con un diseño exquisito. Juegan con los tonos de grises para dar profundidad y generar esa sensación de mundo submarino tan lograda. Pero como digo, algo más de exploración o interacción le habría ido genial. Nuestro personaje cuenta con apenas un par de acciones consistentes en iluminar o poseer algún animal por lo que no tenemos opciones de interacción más allá de estas y lo que la posesión nos pueda ofrecer.
Los puzles varían bastante su acabado. Desde los más simples a algunos que explotan un poco más las opciones que tenemos al alcance.

Estéticamente es una locura
Si por algo me encantó Silt es por su estética oscura. Unido a una BSO tranquila y sombría le da el punto justo para generar esa sensación a presión, tensión, profundidad… todo cuadra perfectamente en cada momento. Un brillante acabado para una obra tan oscura.
Son pocos los momentos de tensión propiamente dicha. Donde, por decirlo de alguna forma, tememos por nuestra vida, pero están tan bien hechos que arrasan con la tranquilidad que podríamos llevar el resto de la escena.
Conclusiones
Silt es un juego muy bueno. Estéticamente me parece precioso. La temática marina siempre hay que saber tratarla ya que, al ser un mundo en gran parte desconocido, permite muchísimas opciones que podrían acabar de la peor manera.
Spiral Circus ha sabido hacer las cosas bien en este aspecto y, aunque me hubiese gustado poder disfrutar más tiempo de esta maravilla, es una primera obra altamente recomendable.
Calificación: 8/10