Crítica: Spy x Family: Code White



Spy x Family: Code White lleva el popular manga a la pantalla grande con una propuesta que recuerda a las películas de anime de antaño. Con una premisa emocionante y un gran sentido del humor, la película ofrece una aventura llena de acción para todos los públicos, manteniendo la esencia del manga original y adaptándola perfectamente al formato cinematográfico.



Lo que nos gustó:
La película captura fielmente la esencia del manga, ofreciendo una historia emocionante y divertida que es accesible para cualquier espectador, incluso aquellos que no están familiarizados con la serie. Con una premisa simple pero efectiva, la trama se desarrolla de manera fluida, ofreciendo una variedad de escenarios entretenidos y momentos destacados para cada personaje. El humor es uno de los puntos fuertes de la película, con situaciones hilarantes que apelan a diferentes audiencias. Los personajes están bien desarrollados y equilibrados, y las relaciones familiares y las situaciones de espionaje se exploran de manera satisfactoria.

Lo que no nos gustó:
Aunque la película ofrece una experiencia divertida y emocionante, algunas de las escenas de acción podrían haber sido más impresionantes para mejorar el impacto visual. Además, para aquellos familiarizados con el manga o el anime, algunas partes de la trama pueden resultar predecibles, aunque esto no afecta significativamente la experiencia general.

¿A quién recomendamos ir a ver esta película?
Spy x Family: Code White es una película que recomendamos a todos los fanáticos del manga y el anime, así como a aquellos que buscan una aventura emocionante y llena de humor. Su historia accesible y su buen balance entre personajes la hacen perfecta para ver en familia o con amigos, incluso para aquellos que no conocen la obra original.

Reseña: Einstein on the Beach en el Teatro Colón

El minimalismo de Philip Glass llega al Teatro Colón

Nacido en Baltimore en 1936, Philip Glass es uno de los compositores estadounidenses de más renombre y trayectoria. Su corriente musical es el Minimalismo, género del que formó parte como uno de sus precursores.



Einstein on the Beach se convirtió en un éxito de la vanguardia musical en occidente  a mediados de los setenta. Una ópera sin argumento y sin una línea narrativa de una duración de cinco horas. La misma representa una serie de monólogos cargados de repeticiones que se interponen una y otra vez, un coro acelerado y extenso, danza interpretativa libre, música electrónica e hipnótica y lo más impactante: su puesta en escena.

Robert Wilson fue el encargado de la gran producción de la escena de Einstein on the Beach, para esta presentación el Colón, Martín Bauer dirige la reposición escenográfica.
Un escenario vacío con una pantalla apagada al fondo. Así arranca la ópera y a medida que avanza la puesta en escena se va armando. Un tren a control remoto en una maqueta, proyecciones cinematográficas en blanco y negro sobre trenes, un set de grabación que se va formando, cables por doquier, grandes estructuras con pantallas a lo alto y muchas cámaras. Esta puesta en escena es mecánica, industrial y sorprendente, siendo el metal y lo electrónico sus pilares.

Maricel Álvarez, Analía Couceyro e Iván García son los tres narradores de la ópera. Estarán presentes de manera intermitente recitando un monólogo sin sentido que irá on repeat y en perfecto inglés. El trío destaca por su calidad interpretativa.

El ballet estable del Teatro Colón está presente con una coreografía austera, libre y suelta que va de la mano de la música minimalista de Glass.  Marina Giancaspro y Gustavo Lesgart son los bailarines que integran el último acto de la obra. Ambos brillan tanto juntos como separados, siendo el gran deleite de la noche que se contrapone con la escena metálica.

Gracias a la electrónica de Germán Campos tenemos esta puesta en escena tan ambiciosa. El técnico es un artista y es admirable ver  a todo su equipo integrar parte de la obra en el armado de la misma. Algo nunca antes visto en el Colón.

Einstein on the Beach es una ópera anti ópera que si bien no es fácil de ver por su extensión, es una experiencia única e inmersiva. Una muestra de cómo la música y la tecnología pueden romper con lo clásico.

Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.

Reseña: Los gestos bárbaros

Por Raúl Meoz

Es un secreto a voces que la dramaturgia ha dejado de ser el elemento principal de un espectáculo teatral para cederle ese espacio a la actuación y a la dirección. Hoy en día la figura del director es la más importante y, en los Gestos bárbaros, se justifica perfectamente.



Los gestos bárbaros no es ajena a la época en la que le ha tocado vivir, es decir, se luce mucho más en la dirección/actuación que en la dramaturgia. En el primer aspecto, es una obra impecable, con interpretaciones detalladas y pasionales, que consiguen congelar el tiempo con una sola mirada. Precisamente cada gesto está dotado de algún tipo de simbolismo (algunos más evidentes que otros) que confecciona una red de relaciones entre los personajes. Un punto a favor es que los actores se encuentran siempre en escena, aunque no formen parte de la secuencia mostrada. Si no son el foco de atención, se encargan de reforzar su estatus de personaje mediante interacciones secundarias con los otros. Los actores consiguen dotarle de una tridimensional a este texto.


Elenco (por orden alfabético) VALENTINA BASSI, FRANCISCO BERTÍN, MATILDE CAMPILONGO, LAURA NOVOA, IGNACIO RODRIGUEZ DE ANCA
Diseño de escenografía MARCOS DI LISCIA
Diseño de luces ALEJANDRO LE ROUX
Diseño de vestuario LARA SOL GAUDINI
Música y diseño sonoro DANIEL MELERO
Realización Sonora NICOLA CARRARA
Diseño gráfico DIEGO HERAS
Autor JUAN IGNACIO FERNÁNDEZ
Producción Ejecutiva YANINA MARTINO
Asistencia de Dirección MARCELO FABRONI
Asistencia Artística JULIANA IANNICCILLO
Dirección CRISTIAN DRUT

Reseña: Noctámbula


El domingo pasado tuvimos el gusto de asistir en Timbre 4 a la obra “Noctámbula”, escrita y dirigida por Lucas Ranzani. Actúa Malena López interpretando el papel de Susana, una niñera al cuidado del “angelito” y bebé de su jefa Norma quien debido al trabajo y sus ocupaciones no puede ser una madre presente.



En principio destaca el clima logrado, con una escenografía que representa una habitación de pared empapelada con diseños de flores, alfombra de fibras, una mesa de luz y una silla de estilo, un baby call y  una tele de 14 pulgadas que está transmitiendo una escena de la película “Thelma y Louise”; y la noche la gran noche. Todo esto nos sumerge rápidamente en un mundo, en el mundo de esta pieza teatral.

La obra se desarrolla en una llamada que mantienen Susana(Malena López) y Norma
donde Susana trata de comunicarle algo importante, con desvaríos como el planteo de que el “angelito” ya habla, pero que habla como adulto! Con una escalada rápida desde lo amoroso y tierno hacia la tensión pasada más de la mitad de la obra.
Es un texto, una obra que sutilmente plantea las temáticas y las problemáticas de ser madre, del deseo de ser madre y de la posibilidad y la no posibilidad de serlo. Cuestiones psicológicas, instintivas, sociales y culturales aquí llevadas a esta obra que la justifican artísticamente.

La actuación de Malena López fué muy buena, distintos pensamientos y sensaciones nos transmitió y nos permitió. Y de hacerse frente en el escenario, en este unipersonal, eso también es de aplaudir.
En lo musical pudimos escuchar la versión “Sabor a mí” por el trío “Los panchos” con Eydie Gormé.

La obra “Nóctambula”, con una producción y elenco de jóvenes, nos regaló un buen y lindo momento de teatro! Se recomienda! Las funciones son domingos 16hs en Teatro Timbre 4.



Matías Vanacor para La Butaca Web

BAFICI: school privada alfonsina storni

¿Única? Única. ¿Graciosa? Graciosa. 
¿Talento desordenado o talento que no encaja en el orden?
Aún así, las rarezas siempre enamoran.

Lucía Seles, directora ganadora del Gran Premio del Jurado en la competencia nacional de la edición pasada del BAFICI, gracias a Terminal Young, ahora con school privada alfonsina storni logra ser la película de apertura del festival en esta edición 25, y qué manera de iniciar. La historia nos sitúa en un colegio privado donde el personal de la institución, entre distintas situaciones, espera la llegada de una nueva directora. Grandes interpretaciones para cada uno de estos personajes, que logran sentirse vivos pese al tono realista poco natural con el que se abordan, donde una clara y concreta referencia podría ser la serie de televisión norteamericana The Office. 

Algunos la amarán, otros la odiarán. La virtud del arte y la subjetividad. Si nunca viste algo de Seles probablemente te cueste entrar en el tono y la propia narrativa particular, lúcida, lúdica y tan chiquita como espectacular. Durante las distintas y variadas películas que vi hasta el momento en el BAFICI, Lucía Seles, directora y montajista del video, (utilizo esa palabra y no película ya que su propia autora se refiere a su obra de esa manera, y con sentido) nos regala el mejor chiste de todos. Un chiste que sí utiliza un lenguaje cinematográfico. Tal vez el único que aprovecha correctamente y de forma excepcional el poder propio del cine: el montaje.

«las rarezas siempre enamoran.»

Es el mejor chiste de la película; Perdón, video. A partir de ese momento pude entrar del todo en la obra y me relajé para poder disfrutarla sin exigirle nada a cambio, porque antes de ese chiste se me había dificultado un poco y si nos sentamos en la butaca con exigencias de un estándar estético-narrativo o alguna expectativa en particular, es difícil que esta pueda ser saldada. Pues, la filmografía de Seles tiene un lenguaje, visual y literal, muy propio. Y aunque en un principio parezca algo burdo y hasta snob se podría terminar apreciando pese a esto. Textos sobreimpresos en la imagen como si fueran comentarios en un pie de página, como bitácora personal de la directora, narrativa poco convencional que se va hilando sólo porque vamos avanzando por un chiste detrás de otro. Un tratamiento y (poco) cuidado en la imagen de una forma no tradicional, en la que, para disfrutarla como es, necesitamos soltar un estándar preexistente. Aún así, si te interesa este tipo de cine es una película muy recomendable.

Lo mejor, además de su propia particularidad como obra, son las interpretaciones de los actores y actrices que lo hacen fascinantemente, tanto que lo hacen parecer fácil, cuando lograr una comedia que sea genuinamente graciosa de esta índole y timing no resulta ser algo sencillo en lo absoluto. Se festeja.

Te queda una única oportunidad para ver school privada alfonsina storni en este BAFICI. La última función es este jueves 25 a las 21:30 en Cinépolis Plaza Houssay.

Por Julián Lloves para La Butaca Web.

BAFICI 25: After Hours y París, Texas

Cuanta pretensión en esas críticas que nunca dirigieron nada es una frase que tengo siempre presente en mí, y en especial cuando escribo, por eso no voy hacer una crítica de estas dos obras de arte sino que te voy a recomendar ir a verlas en pantalla grande en este festival de cine

Si ya las viste o sería la primera vez da igual, After Hours y Paris, Texas son dos experiencias cinematográficas únicas y verlas en la sala Leonardo Favio completamente llena del Cine Gaumont, como fue mi experiencia, es algo hermoso. Escuchar las risas o lágrimas del público por estas películas es único. Salir de la sala después de las proyecciones y notar en el ambiente que todos vivimos una experiencia trascendente o enriquecedora es algo muy especial que hay que vivir, y en lo posible vivir mucho más seguido y en especial por el contexto en el cual se está realizando este BAFICI. 

Sentir que saliste de la sala y que algo cambió un poco en vos. La esencia de ese algo ordenador del arte cinematográfico que vamos a buscar (para buscarnos) cada vez que vamos al cine. BAFICI además de darnos la oportunidad de vivir eso con cine independiente argentino o internacional también nos regala la oportunidad de hacerlo con grandísimas películas de grandísimos directores clásicos como lo son Martin Scorsese y Wim Wenders.

No hay que desaprovechar la última función que queda, así que si te interesa ver After Hours (1985) de Martin Scorsese tu cita es el domingo 28 a las 21:55 en la Sala Lugones del Teatro San Martín.

Si te interesa ver Paris, Texas (1984) de Wim Wenders la próxima función será el día viernes 26 a las 21:05 en la Sala Lugones del Teatro San Martín o el domingo 28 a las 19:35 en Cinépolis Plaza Houssay.

Nuestro derecho a la cultura es innegociable. Sea como público o realizadores, debemos defender estos espacios, debemos defender nuestras pantallas, debemos defender nuestras butacas.

Por Julián Lloves para La Butaca Web.

Crítica: Desafiantes

Por Gustavo Condano

En tenis hay dobles pero no hay triples.

En esta peli nos muestra un lado del tenis al que no estamos tan acostumbrados, las historias amorosas. ¿Valdrá la pena ver este triángulo amoroso o nos quedamos mejor viendo un partido del US open? Lo averiguamos más abajo.



La historia:
Dos amigos compañeros de un internado, Art interpretado por Mike Faist y Patrick interpretado por Josh O’Connor, están haciendo sus primeros pasos en el tenis cuando conocen a Tashi, interpretada por Zendaya, una jugadora que ya es una joven promesa del deporte, hasta tiene sus anunciantes y todo.
Claro que los dos se enamoran instantáneamente y lo que era una hermandad empieza a agrietarse para transformarse en una competencia, pero no por la copa sino a ver quién se queda con la chica.
Y aunque gane el set uno de ellos, el partido no termina, porque un accidente saca a Tashi de su vida profesional y termina abriendo la posibilidad para que uno de ellos gane su corazón. ¿Lograran ser felices para siempre o habrá un match point? Es obvio que sí, sino que gracia tendría la película, ¿no? Habrá que verla para ver quien resulta ganador al final.

¿Qué me gustó?
La peli hace un esfuerzo por meterte en la cabeza de los personajes y dentro del partido de tenis que estructura la peli, y no tiene miedo de usar todos los recursos posibles para lograrlo. Desde subjetivas que marean un poquito en la pantalla grande, hasta montajes y una cancha de cristal para que la cámara quede debajo.
Las actuaciones de los protagonistas son muy buenas y nos hacen entender muy bien con miradas y gestos que piensa cada uno de ellos.

¿Qué no me gusto?
La duración quizás es un poco larga y en un momento puede cansar un poquito, no le haría nada mal tener unos minutos menos.

¿Aporta algo nuevo al género?
Esta peli pertenece a un sub género cada vez más habitual que es el deportivo. Como decíamos recién, la cinematografía en esta película se esfuerza sobre manera para involucrarnos en el partido utilizando varios recursos propios de una transmisión deportiva y conjugándolo con recursos cinematográficos para también mostrar que sienten estos personajes entre punto y punto. 

¿A quién recomiendo ir a ver esta peli?
Se la recomiendo no sólo a los fanáticos del tenis, que no van a salir nada decepcionados, sino también a los que les gustan los dramas románticos adultos y bien interpretados.

Estreno: 25 de abril en cines.
Calificación: 8/10
Duración: 131 minutos

Para otras opiniones sobre cine y algún que otro cuentito seguirme en Instagram @cronicadeunavidacualquiera.

Crítica: Contra todos

Por Gustavo Condano

A veces lo mejor es ir directamente al punto y no enroscarse demasiado.

Una peli simple donde el protagonista no dice palabra, literalmente, no tiene un argumento muy original y lo único que importa es cuantos enemigos quedan en el camino. A veces no se necesita mucho más que eso, ¿o sí? Lo vemos más abajo.



La historia:
La trama como decíamos es bastante genérica aunque efectiva, venganza. Un chico llamado Boy (si, se mataron) interpretado por Bill Skarsgard, es entrenado duramente por un Shaman en el medio de la selva,  que a su vez lo rescató de un gobierno totalitario llevado adelante por Hilda, interpretada por Famke Janssen, que había asesinado a su madre y a su hermana.
El objetivo de  tanto entrenamiento es claro, llegar a ella y vengarse, cargándose a todo lo que se le cruce enfrente. Pasan los años y cuando presencia una injusticia, Boy, decide comenzar con su venganza aunque el shaman le dice que no está preparado.
Es así que, tal como en un videojuego ira pasando niveles y acercándose a su objetivo, enfrentándose a jefes de la organización ¿Lograra llegar al jefe final? Por supuesto que sí, lo interesante es que va descubriendo sobre su propio pasado en el medio.
 
¿Qué me gustó?
La estética de videojuegos mezclado con la trama de venganza es una buena combinación en cualquier peli de acción siempre y cuando no busquemos mucho más que eso.
Las peleas están muy bien coreografiadas, lástima que la shaky cam a veces nos hace perdernos la acción.
Los gags que hacen, poquitos pero efectivos, funcionan muy bien al igual que el elenco que se destaca en los papeles que tienen.

¿Qué no me gusto?
Depende mucho de que el espectador entienda el código que mezcla los aspectos que mencionamos antes de la cultura de los ochentas y noventas. Si estás fuera de esto dudo que la peli te funcione.

¿Aporta algo nuevo al género?
Es interesante esta estética de videojuego noventero que lo separa un poco de una película de acción clásica, claro que tampoco es revolucionario. En un punto es una mezcla entre Kill Bill, los videojuegos de pelea, los juegos del hambre y un humor digno de Deadpool.

¿A quién recomiendo ir a ver esta peli?
Todos los que crecieron jugando video juegos de pelea y alquilando pelis clase b en el videoclub claramente están invitados, especialmente si disfrutan del gore y la violencia innecesaria.

Estreno: 25 de abril en cines.
Calificación: 8/10
Duración: 115 minutos

Para otras opiniones sobre cine y algún que otro cuentito seguirme en Instagram @cronicadeunavidacualquiera.

Palito Ortega: Una emocionante noche donde el artista repasó gran parte de su carrera en el Luna Park







El ícono de la música argentina, Ramón “Palito» Ortega, deslumbró nuevamente al público del Luna Park en una noche cargada de emociones y recuerdos inolvidables. El legendario artista fue ovacionado de pie en múltiples ocasiones durante su nueva presentación con entradas agotadas.



Durante dos horas y media, el espectáculo fue una magistral combinación de música y narrativa, donde Palito tejió sus inolvidables canciones con los hilos de su propia historia. Desde sus humildes comienzos en su Tucumán natal hasta el fulgor de sus sueños cumplidos en Buenos Aires, el músico compartió con el público los momentos más significativos de su vida. Con un gran sentido del humor, Ortega recordó momentos de adversidad así como también los hitos históricos que marcaron su carrera para convertirlo en unos de los artistas más queridos de la música popular argentina.


La noche fue un viaje por éxitos inolvidables del repertorio que lo ha acompañado a lo largo de su trayectoria de seis décadas. Desde el comienzo del show todo fue alegría con los primeros acordes de “Un muchacho como yo”. Le siguieron “Bienvenido amor”, “Corazón contento” y “Despeinada”, entre tantos otros.


El escenario se iluminó con la presencia de invitados especiales, entre ellos Las Trillizas de Oro quienes se sumaron para cantar “Qué suerte”, el recordado éxito de Violeta Rivas cuya autoría es de Ortega y Chico Novarro. También Johnny Tedesco se hizo presente para un un momento de rock clásico (“Popotitos”, “La plaga”) y Nito Mestre subió al escenario para hacer “CanciÓn para mi muerte” (Sui Generis) y “Muchacha de luna” (Ortega). Como parte de la banda que acompañó a Palito durante toda la noche se destacó la presencia de Lalo Fransen quien compartió también algunos de sus recordados temas.


La alegría de las canciones y la emoción caracterizaron a este show que podría ser el último en ese escenario según las palabras del propio Ramón Ortega. Durante la presentación, el artista también apodado “el Rey” invitó a su compañera de toda la vida Evangelina Salazar, quien saludó y agradeció al público por el cariño de tantos años.


Sobre el final del show, dos de sus propios nietos, Bauti e India, se unieron a Palito para interpretar el tema «Viva La Vida», llenando el recinto de energía y emoción. Con la icónica canción “La felicidad» culminó una velada que dejó bien en claro el mensaje positivo y esperanzador que ha propuesto el artista a lo largo de su carrera a través de sus composiciones.

Reseña: Chin Yonk ataca de nuevo

El homenaje y reivindicación del Teatro Nacional Cervantes a Zenón Rolón

La historia argentina tiene grandes deudas. Se suele recordar a aquellos personajes que supieron sobrevivir al paso del tiempo, aquellos que marcaron pauta en la cultura y sociedad, sin embargo hay otros que el paso de las décadas no perdonó y fueron olvidados y archivados, pero un día, finalmente obtienen la recuperación histórica. Este es el caso de Zenón Rolón.

Zenón Rolón fue un compositor de óperas, operetas, vals, cantatas y sinfonías nacido en Buenos Aires en 1856 bajo el seno de una familia afroargentina de clase acomodada. En 1895 estrena »Chin Yonk ataca de nuevo» junto Enrique García Velloso. Fue la primera y última vez que fue presentada, pero 130 años después, el Teatro Nacional Cervantes tiene el honor de recuperar esta obra bajo la dirección de Sebastián Irigo.

La trama de Chin Yonk ataca de nuevo es rara, ecléctica y difícil de montar hoy en día. La sola idea de que Jack el destripador fuera japonés y haya escapado a Buenos para seguir cometiendo sus delitos, es sin duda una locura. Fernando Albinarrate entiende la necesidad de homenajear a Zenón Rolón y a su vez reestrenar esta opereta francesa, para ello recurre a la comedia musical biográfica para escribir el libreto.

Josefina Scaglione, Nacho Pérez Cortés, Jesús Villamizar y Tincho Lups forman parte del elenco de actores y a su vez cantantes. El cuarteto de jóvenes artistas profesionales nos deleita con su carisma, entrega y sensibilidad no solo al interpretar el apartado narrativo, sino al entonar las canciones de Zenón Rolón con voces prestigiosas. 

La obra no sería nada sin el apartado musical, para ello  la orquesta Sinfónica Juvenil Nacional Libertador San Martíny el Coro Nacional de Música Argentina acompañan en la presentación, siendo este el mejor apartado de la puesta en escena. Fernando Albinarrate, Lucio Bruno-Videla y Javier Lorenzo forman parte de la dirección. La sorpresa de la noche fue el Ensamble Candombe afroporteño-Instituto de Investigación en Etnomusicología dirigido por   Augusto Pérez Guarnieri. El grupo puso a bailar a los asistentes del Cervantes, siendo  un momento de júbilo y celebración a las raíces afro de Argentina.


Chin Yonk podrá tener una trama rarísima para su época de estreno, pero conserva la visión adelantada de un músico argentino que fue consumido pero no desaparecido por el tiempo. Un hombre que deja un legado artístico no solo de la comunidad afro en el país, sino en la música y cultura. Zenón Rolón estaría orgulloso y sobre acogido con este gran homenaje.


Zenón Rolón (1856- 1902)
Disponible todos los viernes y sábados  en El Teatro Nacional Cervantes.


Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web