Por Luciano Macchioli
Mientras que las competiciones deportivas de todo el mundo vuelven de a poco a la normalidad, la desarrolladora Codemasters nos trae la entrega anual correspondiente a su franquicia más exitosa: F1, que parece que este año viene cargado de novedades.

El menú nos ofrecerá el ya conocido Modo Piloto, donde deberemos elegir una escudería y competir en todos los Grand Prix en busca del título. Está tan bien logrado como siempre. Se adapta a cada jugador, ya que deja editar la cantidad de carreras a disputar, la cantidad de vueltas de la carrera principal y la ronda de clasificación, la dificultad de los rivales, entre otras cosas. También está disponible la temporada de Fórmula 2, que los primerizos en la saga agradecerán para ir adaptándose a su jugabilidad.
El multijugador no se limita sólo a carreras y torneos online, sino que también nos ofrece una experiencia local a pantalla dividida que venía siendo solicitada hace mucho por los fans.

Sin embargo, el protagonista de este año es otro: el modo Mi Equipo. Este consiste en fundar una nueva escudería y hacerla triunfar en el mundo de la Fórmula 1. Aunque dicho así no suene espectacular, este modo es increíblemente profundo y bien logrado. Diseño de coches, firma de contratos con sponsors, charlas con la prensa, mejora de vehículos, objetivos semanales. Todo este contenido sin siquiera haber salido de la línea de largada.
Las carreras, como podría pensar un principiante, no se basan solamente en llegar primero. Deberemos encarar con cuidado cada curva, evaluar qué momento es el indicado para pasar a otro auto, cuándo es preciso entrar a boxes, entre otras muchas cosas. Pero podemos estar tranquilos, porque el gameplay de F1 2020 refleja todo esto y más de manera perfecta. Es un simulador muy fiel al deporte en el que se basa.

Tanta atención al detalle demuestra que no es un juego fácil de perfeccionar, sobre todo para aquellos que se inician con esta entrega. Codemasters trató de palear este problema con un “modo casual”, pero que no recomiendo por arruinar la experiencia de simulador y que se limita a poner al jugador a pasear por la pista.
El apartado gráfico es otro de los puntos altos del título. Al ser un juego tan inmersivo, manejar por los circuitos de todo el mundo mientras recibimos las indicaciones de nuestro equipo por el parlante de nuestro control, es un placer. Realmente nos hace sentir en la piel de un piloto profesional.

La Deluxe Schumacher Edition, por 10 dólares extra, nos trae contenido cosmético como sus coches clásicos, decoraciones, cascos, celebraciones y al propio Schumacher como piloto. No es una mala adición, pero tampoco es necesaria en absoluto para disfrutar de la experiencia completa.
Lo más común dentro del mundo de los videojuegos de franquicias deportivas es que la innovación brille por su ausencia. Pero Codemasters supo apartarse de ese estigma y deslumbrar con la entrega de Fórmula 1 de este año. Tanto los fanáticos del deporte como aquellos que no vieron una carrera en su vida disfrutarán muchísimo de este juego.
Calificación: 9/10