Por Luciano Macchioli
Para los amantes de los JRPG, la saga Tales fue siempre un equivalente a patear fuerte al medio. En sus 25 años, han cargado a la industria con excelentes títulos, y desde siempre ponen la vara muy alta en el género. La apuesta más reciente de Bandai Namco es Tales of Arise, que busca pulir las imperfecciones de entregas anteriores y brindarnos una experiencia inolvidable.
La historia nos sitúa en Dahna, región que hace 300 años sufre la invasión de Rena. Este último, gracias a su poderoso ejército y tecnología avanzada, sume a la población a un nivel de esclavitud, con el fin de explotar los vastos recursos que poseen. A partir de este momento, la convivencia entre dahnanos y renanos se torna insostenible. Entre los miles de dahnanos oprimidos, surge un grupo revolucionario que tiene como objetivo poner fin a la tiranía renana. Dentro de ese grupo, se encuentra nuestro protagonista, Alphen, quien tiene una máscara de hierro y sufre de amnesia.A pesar de que la historia no reinventa la rueda, está muy bien narrada y la atención al detalle es lo que la destaca. Los problemas los encuentro en el desarrollo de los personajes.
Alphen es exageradamente sensible y sobreactuado. Su altruismo es tal que llega a molestar. Es un cliché con espada, que ya se vio en decenas de ocasiones. Shionne es una renana que, por motivos que averiguaremos con el correr de la historia, se unió a nuestro grupo de rebeldes y nos acompañará en el viaje. Es la típica coprotagonista femenina con actitud ruda, reacia a fraternizar con sus compañeros y que, a medida que avanzamos, comienza a sensibilizarse y a mostrar sus sentimientos. Con ellos dos como parámetro, qué se puede esperar de los demás. Luego tenemos a la chica dulce, al joven-adulto con ganas de volverse más fuerte, la mujer fuerte e independiente, y así. Sí tengo que decir que, a pesar de las personalidades aburridas que tienen, sus historias personales están bien contadas y logran hacer empatizar al jugador.
Al momento de pelear, poco hay para corregir. Sí, los combates son parecidos entre sí, pero la variedad en los personajes, en las armas y en los propios enemigos es tal, que nunca se vuelve repetitivo. Los tipos de golpes que usaremos se llaman “artes”, y deberemos configurarlos muy bien para lograr combos fructíferos. No bastará con spamear un botón, porque cada uno de estos artes consumirá energía y, si nos quedamos sin ella, sólo podremos dar ataques básicos que no hacen prácticamente daño. Al final del día, obtenemos un sistema de combate frenético, cargado de acción y muy entretenido.
El apartado artístico es precioso. A pesar de que no se trata de un mundo abierto, los entornos por los que el jugador se mueve son “semiabiertos”, y no hay rincón que no esté cargado de detalles. Esto se replica en los personajes y en los enemigos, que tienen diseños muy bien trabajados. La banda sonora, otro punto altísimo que musicaliza la aventura de manera sublime.La Ultimate Edition, además del juego base, nos incluye una gran cantidad de skins para nuestros personajes, objetos de mejora que nos ayudarán en la aventura y nos permitirán levelear más rápido y, en pocas palabras, una gran ayuda extra, que se hace más evidente en las primeras horas de juego. Esto es cosa de cada jugador, pero ya de por sí estamos ante un juego base de 60 dólares. Y por esta edición nos piden 110 (¡!). Personalmente, no creo que valga la pena los 50 dólares extra que nos piden por lo que finalmente nos dan.
Para aquellos que se lo preguntan, la pantalla de créditos la veremos no antes de las 40 horas de juego. Y si queremos abarcar todo lo que el juego nos ofrece, llegaremos a las 70. Y qué rápido que se pasan. Tales of Arise es un viaje que no queremos que termine. Con sus falencias, es un título cargado de acción, muy entretenido y que nos logra contar una historia atrapante. No puedo hacer más que recomendarlo, tanto para los fanáticos del género, como para quienes se quieran iniciar.
Calificación: 9/10