Por Agustín Villegas
Disculpen, pero acá estoy como sapo de otro pozo. Accedí a ver CATO por el cringe, no tenía idea de quien es Tiago PZK o a que se dedicaba, por lo que al terminar la película me puse a investigar QUIÉN ES CATO y la verdad no encontré nada muy interesante con lo que armarles mí previa informativa. Tengan en cuenta que tengo tendencia a ser un animal cruel con lo que es una moda que no me interesa, no planeo fingir amabilidad. El artista en cuestión es un rapero que también se especializa en el arte del trap, osea, una fusión entre rap y reggeaton. Al parecer el pibe ganó varios torneos de freestyle, lo que lo catapultó a la fama muy recientemente al punto de protagonizar un videoclip que intenta ser la respuesta argentina a la película de Eminem.
Cato es un pibe de barrio humilde que sueña con ganarse la vida haciendo música. Pero las tentaciones de los bajos mundos del conurbano lo llevan a tomar el mal camino. Despues de zarparse con un vecino y terminar humillado, el flaco decide buscar venganza mandándose la cagada de su vida, una cagada que le genera una culpa insostenible HASTA QUE SE ENTERA QUE TIENE UNA AUDICIÓN PARA CUMPLIR SU SUEÑO Y LISTO, PASÓ. Lo que Cato no se imagina es que las consecuencias de sus actos le van a pasar factura y … Bueno, no estoy autorizado a spoilearles nada … Pero no puedo evitar mencionar la carencia de evolución que nuestro héroe urbano tiene a lo largo de la historia.
A fin de no ser monótono voy a empezar mencionando las cualidades de la película. La fotógrafia esta bastante bien trabajada, si bien abusan de conceptos básicos como los contrastes de luz tengo que admitir que las tomas estan muy bien logradas. Los dialogos son otro de los elementos que suenan bastante realistas y no tan forzadas como otras de las millones producciones nacionales centradas en los barrios turbios de Buenos Aires. Las actuaciones zafan, sobresale Alberto Ajaka como el refinado comisario Carrillo, un personaje caricaturesco que por alguna razón funciona.
Ahora con respecto al guión sí tengo varios comentarios. Estamos ante un protagonista que VIVE EQUIVOCADO, todo su accionar es errático y LITERALMENTE todos tienen razón excepto el. Para ejemplificar les cuento el detonante a fin de esquematizar la atrocidad argumentativa del film. Cato le hace una joda cruel a un vecino interpretado por Daniel Araoz, el tipo se enoja con total razón y le mete al pibe un boleo en el orto. La película intenta demostrarnos que el malo es Araoz y no Cato, hasta cuando claramente vimos que el error estuvo en el pibe. Hasta acá me dije por dentro OK, ÉSTO ES ALGO QUE EL PERSONAJE VA A CAMBIAR A LO LARGO DE SU VIAJE, pero no, al otro dia entra a lo del vecino y se venga, llevándose como daño colateral a un ser querido. Ésto tiene consecuencias PORSUPOLLO QUE NO! Su vecino interpretado por Araoz, conocido como EL RUSO, resulta ser el hermano gemelo de un gangster (también interpretado por Araoz) conocido como EL POLACO, lo que lleva al antagonista a buscar venganza en la banda rival liderada ppr EL LOCO (Walter Donado), en lo que queda todo en una guerra sin cuartel que se lleva a cabo mientras Cato la rompe con la música y olvida en cuestión de horas el tremendo quilombo que hizo. Sería mucho más verosímil decir que el villano es el peluquero de Tiago PZK y no esos mafiosos con nombres inventados en el momento.
CATO es un producto insalubre para jovenes educados en piloto automático. Intenta hacernos empatizar con un personaje errante, pero considerando que éste no tiene evolución y la película se las ingenia en dejar mal parados a personajes que NO TIENEN NADA QUE VER entonces es solo un producto demagogo que busca a toda costa romantizar la pobreza sin sátira ni sensibilidad social. Un producto comercial que, de no ser por el corte honguito del protagonista, caería en el olvido a los tres segundos después del estreno.
Calificación 4/10
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