Reseña: Somos todos cartoneros


En una ciudad tan grande como Buenos Aires, las diferencias de clase son muy claras. Desde la forma de caminar, la vestimenta, la manera de hablar y hasta nuestros desechos. La basura de uno es la oportunidad de otro. Diariamente vemos a hombres y mujeres con carritos y bolsones que arrastran por toda la ciudad, revoloteando la basura: Cartoneros o recuperadores ambientales, como se les quiera llamar  a este trabajo precarizado que está desde los inicios de las antiguas crisis.


»Dos jóvenes cartoneros se conocen en la calle mientras recogen basura y todo tipo de residuos. Emprenden un viaje de búsqueda y conocimiento mutuo que los lleva a reflexionar sobre la clase de vida que se puede vivir en medio de la basura y la clase de sociedad que permite que algunos de sus integrantes deba y pueda ganarse el sustento en esas condiciones.Una obra que reflexiona sobre una ciudad “tomada” por cartoneros, trapitos, piqueteros, manteros, comerciantes enojados, sindicalistas y todo tipo de protestatarios que utiliza a la ciudad y a sus habitantes como rehenes incapaces de reaccionar ante tanto abuso. Todo ello bajo la mirada indiferente o cómplice de nuestra clase política» Es la sinopsis de la obra de Lázaro Droznes (del autor recomiendo Liv y Bergman), dirigida por Adriana Grinberg.

Ailén Dettano y Fabian Martino es el dúo actoral que encarna a personajes marginados que debaten sobre grietas sociales, discriminación, privilegios de clase, estado y empresas. Somos todos cartoneros es una sátira que ofrece dos visiones distintas sobre un colectivo que no conocemos, solo vemos y preferimos bajar la mirada.

Lázaro Droznes nos ofrece una fuerte crítica social en forma de sátira, los toques de comedia romántica hacen más ligera la trama, así como su lenguaje canchero, no obstante ejerce chicanas que no escapan de la realidad, pues la visión que tenemos como clase media no es más que el prejuicio hacia lo que desconocemos y no estamos dispuestos a experimentar.


Héctor Calmet acierta con su escenografía, utiliza 100% materiales y residuos reciclados sin perder el estilo ni detalles.Adriana Grinberg acierta con esta dirección donde los recursos del escenario son utilizados en pro de la trama, los actores se desenvuelven muy bien  en tablas y el resultado es un producto tierno, reflexivo y crítico.


Somos todos cartoneros está disponible en el Teatro Taller El Ángel (Mario Bravo 1239)
Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.Instagram: cachalote94

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