Análisis: They Wild At Heart para Nintendo Switch

Por Marta Ros

Directo al corazón. Así es como llega The Wild at Heart, un juego de estilo desenfadado y sencillo que personalmente, me ha encantado.



Déjate llevar al bosque mágico
Lo que comienza con una escapada de casa por parte de nuestro protagonista Wake, termina convirtiéndose en una aventura de las que todo niño desea. Wake huye de casa donde vive en un entorno bastante regular, así, de primeras el juego nos lleva a pensar que será uno más con su trasfondo psicológico y su aprendizaje final, pero no es nada de eso.


Sí es cierto y no podía ser de otra forma, que Wake aprenderá una valiosa lección al final del juego, pero el desarrollo de la historia no guarda relación alguna con el inicio.
Pues bien, Wake planea esta escapada, pero no lo hace solo. En lo que será el comienzo de su nueva vida, contará con Kirby, su mejor amiga y vecina. El gran problema es que hemos entrado en el bosque y nos hemos perdido así que, obviamente, no sabemos dónde está la pequeña.
Lo que parecía ser la aventura de nuestras vidas se está convirtiendo en nuestra peor pesadilla hasta que el bosque nos sorprende y nos tiende la mano. Se muestra ante los ojos del niño lleno de vida, con personajes de lo más variopintos y como no, una enorme maldición.
Sin comerlo ni beberlo, estamos ahora sí, viviendo una odisea mágica y loca. Los habitantes del bosque han olvidado todo y nos hablan del gran culpable, un tal Nunca que habita en la noche dispuesto a acabar con lo poco que queda. Y a por él que vamos de cabeza.



Vivir en un cuento se torna posible
Moonlight Kids ha optado por darle a este juego una estética que de primeras hace que quieras jugarlo. Sin duda alguna este es uno de los mejores apartados del juego (sin desmerecer a los otros). Una estética desenfadada de la mano de una paleta de colores vívida y variopinta que varía en función del lugar en el que estemos y es que, a pesar de no tener un mapa demasiado extenso, saben perfectamente cómo hacer que lo sintamos mucho más grande.
Cada zona está totalmente diferenciada de las demás y es que encontramos zonas que podríamos vincular a las estaciones teniendo una zona de hielo, otra de fuego, otra más verdecita y otra mucho más otoñal. A su vez, en cada zona encontraremos unos habitantes diferentes. Y es que el bosque está habitado por unos pequeños hadalingos que nos recordarán a los tan conocidos Pikmin. Hasta cinco tipos de bichines con sus habilidades diferenciadas que nos seguirán al fin del mundo (hasta que se pierden o remolonean).
Cada uno de ellos tendrá un poder diferente por lo que debemos conocerlos y aprender a combinarlos para superar los cada vez más complicados puzles.
Destaca también la banda sonora que, sin ser especialmente notoria, encaja perfectamente en el juego.

Bichines y puzles, no pido más
Aunque guarda cierto parecido con Pikmin, han sabido separarse de manera contundente de la saga de Nintendo. En primer lugar, aquí podremos investigar el mapa de noche, pero debemos tener cuidado pues la oscuridad esconde terribles peligros. Además, contamos con dos personajes, cada uno con su habilidad por lo que debemos saber compaginarlos y descubrir qué nos oculta el mapa (que no es poco).
Los puzles cada vez serán más complejos sin entrañar una dificultad exasperante, pero que harán que nos devanemos los sesos por intentar solucionarlos. No olvidemos que cada hadalingo tiene una función diferente y que en ocasiones tendremos que combinarlas.
Sumado a la misión principal, tendremos alguna que otra “misión” secundaria que podremos o no completar, pero que si lo hacemos alargará ligeramente la duración del juego.
Por último, hay que destacar en este apartado la posibilidad que se nos abre al terminarlo de poder volver al bosque cuanto deseemos para terminar de completar lo que nos hayamos dejado.

Conclusión


Sin ser un juego que conociese se ha convertido en una de mis recomendaciones del año. Muy entretenido y alegre ha sabido conseguir lo que pocos que es engancharme durante horas a la consola para conseguir avanzar hasta dar caza al malvado Nunca y poder devolver la normalidad al Bosque.


En aspectos negativos tengo poco que decir, aunque era bastante tedioso el hecho de que se bugueasen algunos hadalingos y tener que perderlos o estar buscándolos y, algo muchísimo peor, los eternos tiempos de carga que hay entre zonas del mapa, que terminaban por sacarte totalmente de la acción. A pesar de eso, como digo es uno de mis juegos recomendados.

Calificación 9/10

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