Por Luciano Macchioli
Desde el momento que vimos la pantalla de créditos de Horizon Zero Dawn, allá por el 2017, ansiábamos la salida de una secuela. Es que la primera aventura protagonizada por Aloy era por demás perfeccionista en cuanto al pulido de un mundo abierto, repleto de cosas por hacer y con una historia tan bien narrada que queríamos seguir sumergiéndonos en ella.
Por suerte, y tras cinco años, la espera terminó. Horizon Forbidden West viene a expandir el mundo postapocalíptico y dominado por máquinas que tanto nos enamoró en la primera entrega.

El puntapié narrativo es bien sencillo: por una extraña razón, la Tierra se está muriendo. Una plaga está acabando con la vida en el planeta y es Aloy quien debe ponerse en marcha para salvarla. Y su destino será el Oeste Prohibido.
La jugabilidad es prácticamente idéntica a la del primer título, aunque expandida. En un breve tutorial se nos explican los comandos básicos y nos empujan a un mundo que exploraremos a nuestro antojo. Entre cada misión principal, un sinfín de tareas, mandados y misiones secundarias adornarán una experiencia de por sí completa. Una mención especial a los NPC, que están excelentemente trabajados, repletos de personalidad y que en nada se asemejan a otros títulos del género.

La sensación a los controles es tan buena, e incluso mejor, como podíamos esperar. El combate con las máquinas es adictivo. Aunque por momentos represente un verdadero reto, nunca llegará a frustrarnos. Aunque a aquellos jugadores impacientes (como yo) les aconsejo que se amiguen con el sigilo, ya que lo necesitarán a lo largo de la aventura.
Después de The Last of Us: Part II, creía que la PlayStation 4 había tocado techo en el apartado gráfico, pero me equivoqué. Lo que hizo Guerrilla Games con este título es alucinante. Los entornos, los personajes, las máquinas. Absolutamente todo se ve increíble. Es muy meritorio lo que se logró con una consola de pasada generación. Y sin sacrificar rendimiento, que es fluido a todo momento.

Una banda sonora notable completa el círculo de un apartado artístico perfecto.
Con esta entrega, Aloy se sienta a la mesa de los grandes protagonistas de PlayStation. El concebir a los títulos de mundo abierto iguales entre sí por ser del mismo género es un sinsentido. Horizon Forbidden West está cargado de personalidad y nos presenta un escenario mucho más pulido que su primera entrega. Sin duda estamos frente a uno de los juegos del año, aunque sí es necesario marcar un defecto: dejarnos con ganas de muchísimo más.
Calificación: 10/10