Con esta obra tengo una cuestión muy personal, la estaba por ir a ver un jueves de marzo en 2020, ese día me llamaron para decir que la obra se suspendía por motivo de que habían llegado los primeros casos de COVID a la Argentina y el país de encontraba en alerta, luego de eso se dicta la cuarentena obligatoria y lo demás es historia conocida. Tras dos años de ausencia este musical regresa en un momento en el que la nueva normalidad nos permite nuevamente asistir al teatro y festejar un musical de estás dimensiones.

En cuanto a la historia, nos llevan a una fábrica de zapatos y que tras la muerte de su dueño, su hijo Charlie debe tomar las riendas de una empresa que va en picada. Este personaje llevaba tiempo huyendo de lo que fue su herencia, pero al encontrarse con la responsabilidad de muchas personas que dependen del trabajo en ese lugar, decide buscar alguna forma para volver a poner en pie la fábrica. Tras encontrarse con una dama en apuros, conoce a Lola, quien es una Drag Queen que a pesar de saber defenderse sola, tiene problemas con sus botas taco aguja, que no resisten su fuerza en todas sus presentaciones. Es así como sale la idea de que la empresa de zapatos empiece a realizar botas para Drag Queens, lo que lleva a qué el emprendimiento caiga en en los prejuicios de la gente de un pueblo chico que debe aprender a aceptar al otro tal cual es.
Actualmente es una de las obras teatrales que mejor despliegue escénico cuenta, con una producción que seguramente no es fácil de hacer pero que aún así se tomó el riesgo de llevarla a cabo en estos tiempos. Su primera temporada, aunque corta, resultó bastante exitosa y uno de los motivos además de su producción es la convocatoria que tiene personalidades como Martin Bossi y Fernando Dente. El musical es muy querido en Buenos Aires, y se nota la pasión este trabajo denotado también en la presencia de un ensamble impecable. La idea de esta propuesta es hacer una fiesta, y además colocar un mensaje de aceptación, que se logra con creces.
La obra se lleva a cabo con muchos pasos de comedia , si bien nos tomamos un tiempo para la reflexión sobre los prejuicios hacia el otro, nunca olvida de su espíritu alegre y la idea de en todo momento sacar una sonrisa al público. Es cierto que en algunos momentos, el personaje de Lola (interpretado por Martin Bossi) suele resultar un poco excesiva en la realización de chistes aunque la experiencia en general es más que satisfactoria. Dente y Bossi son los que mayor presencia cuentan en la obra , Bossi haciendo de Simón y Lola, siendo está última que regala momentos de de esplendor y más cuando se encuentra en compañía de su equipo de Drag Queens. En el caso de Dente, sus números musicales van más por el lado del desarrollo del personaje , con un tono más reflexivo pero que al final llega a unirse a la fiesta. También toca destacar la incorporación de Laura Esquivel, quien hace de una de las trabajadoras de la fábrica y quién resulta tener un interés más personal con el protagonista
El teatro astral es ideal para esta producción, no solo se ha trabajado en la escenografía de la obra en el mismo escenario sino que esto también involucra a todo el teatro, como en la iluminación. En un momento el brillo y las luces tipo neon se hacen presentes y nos sorprendemos de la producción que se ha hecho en toda la sala para que en los momentos más festivos sea toda la sala la que participe.
Kinky Boots es una de las obras más festivas y alegres que podés encontrar actualmente en la cartelera teatral. Se trata de una obra enorme en su producción en el que también se nota que se le ha dado mucho cariño. Sus protagonistas son muy carismáticos y también cuenta con un ensamble que hace la experiencia más grande de lo que es. Una mención especial para las Drag Queens que además de las Botas, son las grandes protagonista de un show muy alegre y que también nos regala un lindo mensaje de aceptación.