Los tiempos actuales han dado pie al incremento de la radicalización, en especial en Europa donde se convive la crisis de refugiados del mediterráneo más las secuelas del extremismo yihadista, el cual hace menos de diez años dio atentados en Francia. Esto dividió a la población incluso hasta hoy. Viens je t’emmène es una película dirigida por Alain Guiraudie con Doria Tillier, Noémie Lvovsky, Nathalie Boyer, Renaud Rutten, Jean-Charles Clichet.

Luego de su éxito ‘El desconocido del lago’, la filmografía de este director es regular, este filme es el más relajado, pero no el menos flojo.
Un acto de terrorismo arruina la nochebuena en la ciudad de Clermont-Ferrand. A medida que la ciudad cae en el pánico, Mederic, de treinta y tantos años, se enamora de la prostituta, algunos años mayor, Isadora. La película tiene una trama cíclica donde parece que los conflictos no tienen fin sino se renuevan, el protagonista atrae a los personajes secundarios hacia él.
Guiraudie trae la reminiscencia a la filmografía de Woody Allen, dónde un entorno y situación social en particular, estos se involucran entre si, en situaciones cómicas pero no exageradas, todo esto en torno a lo cotidiano. Acá hay una clara sátira a la sociedad francesa actual, donde los prejuicios están a la orden del día debido a la grieta que origina la comunidad árabe y los refugiados. El nacionalizado, el machismo y la violencia, tres elementos que no solo tienen que lidiar los galos sino el resto del mundo.
Viens je t’emmène o Nobody’s hero es una comedia efectiva, muy naturalista y directa, dónde no hay pelos en la lengua para contar la realidad. El resultado final es un producto muy francés que en escenas es tosco y puede causar impresión el tratamiento de los conflictos, sin embargo la sátira está bien ejecutada y en sus 90 minutos se disfruta. Viens je t’emmène formó parte de la película de clausura del más reciente festival internacional de cine independiente de Buenos Aires (BAFICI)
Escribió Sebastián Arismendi para la butaca web