Por Alejandro Corell
“Otra presa, otro euro”
Hace unos meses ya comentaba lo mucho que me gustó la última entrega de la saga caza monstruos de Capcom. Es cierto que tuve que esperar a la versión de sobremesa en lugar de darle rienda suelta en Nintendo Switch cuando vio la luz unos cuantos meses antes, pero en esta ocasión, no he tenido que esperar y morderme las uñas ya que esta gran expansión ha pisado el terreno portátil a la vez que los reinos de Windows.

No os puedo negar, que antes de introducirme de lleno en este nuevo capítulo llevaba a la espalda una pesada mochila, cargada con la influencia de la expansión de Monster Hunter World: Iceborne. Este paquete colosal revolucionó un título que ya de por sí era sumamente amplio, incluyendo gran cantidad de contenido y elementos jugables. Es por ello que mis expectativas se encontraban, digamos, un poquito elevadas.
No me extenderé por las ramas antes de confirmar que la sensación general que el título me ha transmitido es extremadamente positiva. Positiva, que no perfecta. No nos encontramos delante de un nuevo juego, tan sólo de una ampliación, por lo que las bases presentadas en el título original se mantienen, tanto para bien como para mal. Dentro de esta estabilidad, la realidad es que si que se han modificado muchos elementos jugables que mejoran la calidad de vida. Por ejemplo, ya no es necesario utilizar un lanzamiento con nuestro gancho para comenzar a correr por las paredes, lo que en según qué situaciones puede salvarnos de unos instantes de tedio. Pero esta no es la única modificación que se le ha aplicado al Cordóptero, ya que ahora podremos utilizarlo para atraer a nuestros enemigos, aparte de lanzarnos hacia ellos.

Junto a estos cambios, encontramos adiciones esperables, como nuevas bestias con las que forjar novedosos sets de armas y armaduras. Todo ello justificable con el nuevo capítulo de la trama, que nuevamente apuesta por la sencillez. En esta ocasión viajamos a un reino colindante, que se encuentra atacado por extraños monstruos. Desde el puesto de avanzada de Elgado, coordinaremos nuestra defensa, que no puede ser otra que un buen ataque. De esta manera, aceptaremos misiones para abatir presas cada vez más grandes. En un principio no enfrentaremos a criaturas demasiado colosales, lo que puede hacer que las primeras horas de esta expansión se sientan como un nuevo inicio, pero no tardaremos demasiado en encontrarnos con la carne gorda. No hay duda de que la esencia jugable que hizo brillar la saga, presente en Monster Hunter Rise, hace acto de presencia de nuevo en estos nuevos compases.
A lo largo de las 20-25 horas que dura la campaña principal de Monster Hunter Rise Sunbreak, enfrentaremos tanto nuevos monstruos como algunos traídos de títulos anteriores. Por ejemplo, se recupera a Espinas, disponible únicamente en el MMO asiático de la franquicia: Monster Hunter Frontier Online. Además, encontraremos nuevas variaciones de antiguos enemigos del juego base, con comportamientos más frenéticos que como poco nos harán sudar la gota gorda.

Quizás el mayor cambio es la supresión del modo frenesí, una suerte de tower defense presentado en el título original, que no terminó de cuajar en la mayoría de jugadores. Esta eliminación se complementa con la adición de las misiones de seguidor, en las cuales podremos salir a cazar con los personajes del juego, en forma de unos desafíos opcionales que nos permitirán reclutar cada vez a nuevos y más fuertes compañeros, dotando las aventuras de un solo jugador de una mayor dosis de jugabilidad y diversión. Cabe destacar que las IAs que dirigen estos personajes realizan un buen trabajo, evitando situaciones absurdas en la mayoría de los casos.
La banda sonora presentada en Monster Hunter Rise fue exquisita. Con un estilo oriental, que juntaba nuevas melodías con himnos clásicos planteó una canción inicial que sigue resonando en mi memoria. Para esta expansión, se apuesta por una ambientación algo más medieval pero que encaja perfectamente con la épica de los enfrentamientos con los enormes colosos.

En resumidas cuentas, Monster Hunter Rise Sunbreak es una ampliación de contenido que bien podría plantearse como un juego independiente comparado con muchos de los títulos del mercado. Es cierto que la duración no se equipara a la presentada en el juego base, pero es capaz de ofrecer unas cuantas decenas de entretenimiento, más si queremos progresar por encima de la campaña y subir nuestra maestría. En caso de haber disfrutado de la entrega original, adquirir esta expansión es casi un deber para con vosotros, cazadores.
Calificación: 9/10