Nuestros sueños son gracias a María Elena Walsh
La importancia de María Elena Walsh radica en la inocencia e imaginario de la cultura argentina. Compositora, poeta y narradora, su magia sigue estando en los más grandes pero también se conserva en las nuevas generaciones.
Nunca vi tantas sonrisas juntas en un teatro hasta ver Recuerdos a la hora de la siesta.

»María es una niña con imaginación con alas. Hay días en que los personajes que crea en su cabeza se le aparecen todos juntos a tomar el té y no hay lugar en el living de su casa para semejante reunión. Recuerdos a la hora de la siesta es una invitación a imaginar la infancia de María y su peculiar forma de ver el mundo. Una celebración del juego, la fantasía y la libertad». Así describe Emiliano Dionisi su obra.
Andrea Lovera, Lucía Baya Casal, Belén Pasqualini, Mariano Mazzei, Laura Silva, Gimena Riestra, Juan Andrés Romanazzi, Mercedes Torre, Carolina Setton y Federico Fedele forman parte del talentoso elenco de actores que, en este musical demuestran más allá de sus dotes artísticos, su carisma y total entrega.
Gonzalo Córdoba Estevez hace la increíble escenografía de esta obra, la misma recrea una casa de mundo encantado donde varios personajes saldrán por distintas puertas y ventanas. El ingenioso vestuario de Marisol Castañeda llena de color y creatividad a los actores. El grupo de Titiriteros de Adelaida Mangani es uno de los grandes espectáculos de la noche, el diseño tanto realista como abstracto van a deslumbrar a los espectadores.
Dionisi junto a Martin Rodriguez escriben la letra de las canciones de esta obra, las mismas están inspiradas en el universo de Waslh. Rodríguez por su lado hace la música original y la dirige. Se puede nombrar cada aspecto aplaudible de esta obra, para eso necesitaría varias reseñas. Lo que destaco como principal, es que es el espectáculo más puro, genuino, inocente y hermoso que he visto en este año.
Disponible sábados y domingos a las 15 horas hasta finales de agosto en el Teatro San Martín, sala Casacuberta. Escribió Sebastián Arismendi.