Tango is not dead
Aunque actualmente sea visto como un baile para turistas o personas mayores, el tango no ha muerto. Este mítico y sensual baile porteño es el emblema de las postales de Buenos Aires, un deleite visual y letras melancólicas.

La tendencia es ahora el trap y la música hecha por computadora, pero este no es un escenario fatalista, el tango está renaciendo y se vuelve un atractivo para los jóvenes curiosos, Noestango es el ejemplo de la evolución del género.
Ollantay Rojas define a su obra de la siguiente manera: »NOESTANGO es fruto de dos años de investigación llevada adelante por el Grupo noestango, en colaboración con el Quinteto Revolucionario. Plantea una pregunta por el tango como expresión artística, teniendo en cuenta su pasado glorioso y su presente marcado por el homenaje a lo que ya no es.Cinco bailarines en búsqueda de reencontrar su identidad artística en el ocaso de la moda del tango y luego de la pandemia. Cinco músicos que se apropian y traen a su presente una música canonizada e intocable. Los une la pregunta de qué hacer hoy con ese legado, del cual sólo queda nostalgia de la otrora música de Buenos Aires y una danza arrasada por la industria cultural»
Lisandro Eberle, Nicolás Minoliti, David Alejandro Palo, Milagros Rolandelli y Marcela Vespasiano son los bailarines de esta obra, estos demostrarán que el tango si se puede bailar en números impares, con ropa casual y no tener género. Van a deconstruir la música y llevarla al siglo XXI. Los bailarines Lisandro Eberle, y Milagros Rolandelli, junto Ollantay Rojas elaboran la compleja coreografía, la misma está compuesta por pasos arriesgados, intensidad grupal, solos y mucha fuerza.
El grupo musical integrado por Estteban Falabella, Lautaro Greco, Manuel Quiroga, Sergio Rivas y Cristian Zárate interpretan un tango post Piazzolla- Esta música entra con vigor y hará dependientes a los bailarines, estos sin ella no se moverán y estarán sujetos a la suma intensidad de la interpretación. Noestango es un espectáculo que no se pueden perder, demuestra el talento juvenil y su forma de transformar un género musical que tambalea debido a la modernidad, ellos lo llevan al futuro y a todas las edades.
Disponible los martes a las 20 en El Galpón Guevara (Guevara 326) Escribió Sebastián Arismendi para La Butaca Web.