Por Leonardo D’Assaro
¿Y dónde se encuentra la verdad?
Primero, una mención especial para el gran Clint Eastwood que, casi rozando los noventa años de edad, tiene la suficiente energía y talento para poder seguir dirigiendo grandes películas.
Si, por lo menos en esta última década, “El Caso Richard Jewell” esta entre sus mejores cintas. Técnicamente cumple; con una correcta fotografía y puesta en escena, aunque el fuerte está en la historia en sí, los personajes y las correctas actuaciones de los actores que les dan vida.
La película se basa en un hecho real que sucedió en los Juegos Olímpicos de Atlanta, allá por el año 1996. Un guardia de Seguridad (interpretado de manera convincente por Paul Walter Hauser) evita que, en uno de los eventos musicales, un acto de terrorismo cobre un gran número de víctimas fatales. El protagonista pasa a ser un héroe, pero a través de una noticia que se publica en uno de los medios locales y con complicidad del FBI, lo empiezan a contemplar como el principal sospechoso del atentado.
Hay mucha critica, no solo al accionar del FBI, sino también a los medios de comunicación y como estos pueden manipular la información, convirtiendo a una persona de héroe a villano de día un día para el otro.
Es una película emotiva, que atrapa desde el primer minuto y que nos deja con varios interrogantes acerca de las personas que se encargan de cuidarnos y de informarnos.
Calificación: 8 de 10