Por Alejandro Corell.
La evolución y cambio del formato físico de los videojuegos a un mercado digital, ha marcado en la última década a la industria de desarrollo independiente. De forma continua aparecen en el mercado nuevos títulos con presupuesto reducido, que cuentan con la ventaja de no tener que rendir cuentas a fondos inversores todopoderosos.

Gracias a esta libertad, pueden aparecer títulos con mecánicas originales y novedosas, que a veces pueden resultar en un videojuego divertido, o en cambio puede ser tedioso o aburrido.
Jupiter Hell es, desde luego, algo fresco hoy en día. Volviendo a las mecánicas de los roguelike más clásicos, el título de ChaosForge te pone en la piel de un trabajador de Jupiter, en un mal momento para ser un trabajador en Jupiter. La estación ha perdido el control frente a hordas enemigas que se abren paso por todos los niveles de la base, sin dudar en aniquilar a cualquier desgraciado que se cruce en su camino. Claramente inspirado en títulos como Doom, Jupiter Hell te hace recorrer distintas zonas terraformadas de este gigante gaseoso, desde una vista isométrica que recuerda a títulos de finales del siglo pasado.

Jupiter Hell intenta traer lo mejor de ambos mundos: coger las mecánicas de los roguelite actuales, mezclarlas con un sistema de combate tipo RPG clásico y obtener de la fusión un roguelike muy característico. Y lo consigue, pero el precio a pagar es no terminar de abrazar ninguno de los dos géneros de forma muy entusiasta. El título se define como un roguelike con un sistema de turnos. Al igual que en un combate clásico, cada personaje y enemigo tiene su momento de realizar una acción, salvo que en este caso, el reloj sólo avanza cuando actuamos nosotros: moverse, atacar, usar algún objeto o realizar cualquier otra acción provocará que el resto de enemigos del mapa también se muevan, algo que recuerda a títulos como SuperHot. Una vez que te acostumbras a este sistema de combate, encuentras peleas fluidas que puedes librar de la forma que tú quieras, gracias a la variedad de armas, granadas y habilidades.

Pero hasta el momento en el que te conviertes en uno con este sistema, esa fluidez queda lejos de tu alcance y te encontrarás con combates toscos, los cuales pueden acabar contigo en cuestión de segundos, resultando en una entrada muy dura para nuevos jugadores.
Respecto a la integración del RPG en el título, los distintos personajes suben de nivel conforme sobrevives a enfrentamientos y descubres secretos. Con cada subida de nivel, aumentarán tus estadísticas básicas, y podrás distribuir un punto en las distintas habilidades, que dirigirán el como quieres resolver los combates. Desde mejorar la probabilidad de impacto crítico con un fusil a transformarte en un berseker con un bate de beisbol, Jupiter Hell permite convertir tu personaje en lo que tu quieras.
Cabe recordar que el título es un roguelike, esto significa que cada vez que presionemos el botón de jugar, empezaremos una nueva partida, desde 0, y el único progreso que nos llevaremos de una partida a otra será el mejorar nuestros conocimientos sobre el sistema de juego, la zona y los enemigos.

En conclusión, Jupiter Hell es una apuesta muy original y algo arriesgada, que gustará a todo aquel que disfrutó destrozando demonios en marte y jugando con Cloud en los 90. Si no tienes muy claro si el título va a gustarte, es posible que no sea para ti. En caso de encontrarlo en una oferta por menos de 5€, es una compra recomendada.
Calificación:6,5/10.