Por Alejandro Corell.
No es el tamaño lo que hace al héroe, si no la grandeza de sus actos.
El equipo de Odd Bug Studio presenta su último proyecto, Tails of Iron. Este RPG de acción en 2d cuenta la historia de Redgi, un pequeño ratón que sueña con heredar el trono de su padre. Por desgracia el destino es cruel y le reserva una tarea todavía más ardua que reinar, recuperar el reino, atacado por los malvados sapos.
El juego se define a si mismo como un souls-like, y en cierta medida cumple ese estándar. Conforme avancemos en nuestra aventura marcaremos nuestros puntos de control sentándonos en bancos que emulan las hogueras del famoso juego original de donde viene este adjetivo. No obstante, la palabra souls-like puede actuar como un reclamo o como una pesada caja de cemento en medio del mar.
A lo largo de las 10-12 horas de duración del título, recorreremos una amplia variedad de escenarios, destrozando sin piedad a todas las oleadas de enemigos que se cruzarán en nuestro camino. Este sendero de espadazos y pringue tendrá como objetivo recuperar zonas clave para el control del reino y salvar a amigos y familiares de un mortal destino.
Un factor muy importante del diseño de niveles en Dark Souls, es que es posible recorrer el mapa evitando el conflicto con la mayoría de los enemigos si es lo que quieres. Esto es algo que no ocurre en este título. Conforme avanzas por un nuevo terreno, de forma usual encontrarás oleadas de seres hostiles. Estos no se encuentran colocados en el mapa, en zonas estratégicas de forma habitual, si no que sencillamente aparecerán por los lados del escenario, bloqueando nuestro avance hasta que terminemos con todos ellos. El combate es quizá, el factor que mas chirría en el título. Junto al sistema de oleadas, el sistema de combate se basa en una acción directa ya familiar para mucha gente: ataque normal, ataque fuerte, esquivar, bloquear y desviar. Puede parecer simple y es posible que un sistema bien diseñado pase desapercibido, pero cuando algo no está del todo bien, se hace muy notable. La mecánica es simple, esquiva ataques rojos y desvía ataques amarillos, y saldrás ileso del encuentro. Pero los tiempos de reacción y de cancelación de ataques presentan un desequilibrio notable, lo que en muchas ocasiones termina traduciéndose en recibir golpes no esperados que puede llegar a frustrar en algunos de los encuentros más complicados. No obstante, en el momento en el que te adaptas a las taras del sistema y aprendes a responder como te pide, es posible convertirse en un experto espadachín.
Fuera del combate, el juego es excelente en el resto de sus apartados. Respecto a la producción audiovisual, la banda sonora es la base ideal para sostener el excelente trabajo de doblaje realizado por Doug Cockle, conocido por poner voz a Gerard de Rivia en la saga Witcher. El resultado final es realmente bueno, es un disfrute escuchar los combates y permite introducirse dentro del entorno.
El estilo artístico del juego no se queda tampoco atrás, con un diseño de escenarios de elevada profundidad y pequeños detalles que pueden sacarte una sonrisa de asombro. Se aprecia un brillante uso del color, con tonos cálidos cuando el ambiente es seguro y un hostil verde en zonas peligrosas. Se trata de un estilo que hace mucho juego con la narrativa, que se centra en los lazos familiares.
En conclusión, Tails of Iron es una apuesta muy original, que intenta sin demasiado éxito aplicar el genero Souls a una aventura en 2D, pero que no lo hace menos disfrutable. A lo largo de las 10 -12 horas de duración, cuenta una historia de aventuras que sin ser una obra maestra, no defrauda. El sistema de combate puede llegar a frustar en alguna ocasión pero conforme te acostumbras el camino comienza a allanarse, a excepción de algunos jefes. Si eres fan de los juegos de acción en 2D, y te apetece aventurarte en una preciosa ambientación medieval, este título es una muy buena opción.
Calificación :8/10