Análisis: Gran Turismo 7

Por Ever Herrera

Durante la historia de los videojuegos, nos encontramos con la existencia de títulos de carreras, donde la saga Gran Turismo hizo siempre acto de presencia dentro del género como exclusiva de Playstation desde tiempos de la PS1, es por eso que, pese al más reciente tropiezo de la serie, la llegada de Gran Turismo 7 concentra mucha tensión en los fanáticos del deporte automotor.


¿Se trata entonces del juego que redime a la franquicia, o ya podríamos hablar de decadencia? A continuación, lo estaremos analizando.


Pongámonos en contexto, en lo personal, vengo de la 6ta entrega del juego, lanzada en la PS3 ya cerca del final de su vida, por lo que muy probablemente, notarán un aire de frescura en mis párrafos, al hablar del juego a comparación de lo que otros veteranos de la saga podrían opinar. Con eso en mente, lo primero que me llamó la atención es el enfoque casi “romántico” que maneja el juego cuando aborda la cultura de los autos (estaba acostumbrado a música licenciada y electrónica, esa explosividad que comúnmente incorporan otros títulos del tipo). Si bien hay algo de eso cuando lo amerita, en lo general nos encontramos con una aproximación solemne, que raya en lo nostálgico desde el momento que el juego arranca. No estoy seguro si eso sea para todos, pero es algo que resalta y podríamos establecer como elegante, ya que finalmente se trata de un juego tipo escuela de manejo virtual, y la mejor prueba de ello son la licencias, un elemento tradicional de la saga.
Las carreras en Gran Turismo 7 requieren licencias, que solo obtienes pasando unas pruebas. Para los más veteranos quizá esto resulte molesto, pero para mi en lo personal, fue algo que agradecí bastante para ponerme en contexto con las físicas del juego (lo jugué con joystick).


Dentro de lo nuevo que encontré en el juego, se encuentra la sección “Café”, que es el alma de la experiencia, ya que aporta e intenta transmitirte la loca pasión de Yamauchi por los autos, y lo logra, dado que el barista del café te va dando misiones temáticas que giran en torno a ciertos tipos de autos y ciertas épocas de la industria automotriz, y te recompensa con esos modelos, pero no solamente te ponen las pruebas, sino que te explican con mucha calidez y claridad acerca de las etapas especificas del automovilismo y vehículos particulares que dejaron huellas. Quizá para algunos resulte monótono, pero yo lo encontré interesante. Claro, nada de esto resultaría si el juego se viese mal…


Lo jugué en PS4 Pro, en una pantalla 4K y las sensaciones son de casi casi poder tocar y sentir/oler los autos y sus interiores, muy bien detallados la verdad. A medida que pasan las horas, poder ver los autos resulta casi tan importante que poder manejarlos, quizá sea por morbo propio, poder verlos en el garaje desde todos los ángulos, pero si hay algo que definitivamente te va encantar es el modo foto. Luego de cualquier carrera, podes jugar con la repetición y sacar las fotos como todo un fotógrafo profesional (que claramente no somos) pero nadie nos quita la ilusión de ver la repe y decir: “Wow, así de rápido iba yo?”.
Mi primer reproche viene con el tema de las presentaciones…Gran turismo 7 es un juego un poquitín plano. Tanto el barista como las figuras del mundo automotriz invitadas y ciertos corredores te hablan con cajas de texto, y eso me dio un aire de juego que se siente avejentado. Creo que una foto parlante no aporta novedad por más de que se trate de un piloto conocido.
Como en anteriores títulos, uno puede conducir con diferentes cámaras, pero ninguna se compara con conducir con la cámara desde dentro del auto. Finalmente es un simulador de conducción supongo y ahí está la gracia de verlo todo como si fueras el conductor.


Existen 3 niveles de dificultad, se puede conducir con cambios automáticos o mecánicos. Si bien yo jugué en PS4, en PS5 podrás gozar de la vibración háptica del dualsense.
Donde noté que el juego flaquea un poco es en los entornos, las pistas como tal lucen magnificas, pero volteas a ver las gradas, arboles o cualquier otra cosa y son cosas aplanadas, nada espectacular, pero bueno, digamos que nadie juega Gran Turismo para mirar el paisaje. Otro problema muy notable radica en las físicas de colisión, y es un tema que siempre ha sido una constante en la franquicia, siendo muy poco realista hasta incluso en esta ultima entrega donde se mantiene igual.


Pero sigamos hablando de lo bueno del juego, en el apartado de personalización, nos encontramos con un gran abanico de posibilidades, que van desde cambios básicos en el color de la pintura del vehículo, agregado de calcomanías, pasando por cambios prácticos como alerones, o incluso tuneos, que causan cambios en la jugabilidad, hasta incluso se puede lavar el auto o cambiar el aceite, que digamos te aporta un mayor realismo y cierto “cariño” hacia el vehículo que estés conduciendo, teniendo que cuidarlo hasta ese punto, claro que al final, siempre podrás comprar cuantos autos quieras.


La tienda de autos legendarios es un punto y aparte, te genera muchas ganas de comprar y poder probar modelos raros, difíciles de adquirir. Me quede con las ganas de probar el Ferrari F50 1995 por no tener el dinero, ya que la selección es muy limitada y va rotando, pero me gusto este apartado porque genera ese anhelo de querer tener un modelo raro y nada común.


También quiero mencionar que incluye el modo a pantalla dividida, que siempre se agradece. En cuanto a la inteligencia artificial, más allá de los 3 niveles de dificultad, aquí el juego no me sorprendió, la máquina rara vez comete errores, y no suele efectuar maniobras inesperadas, tanto para bien o para mal, otros juegos han trabajado mucho en esto, pero acá el juego cumple y ya, al igual que en el multiplayer, donde te encuentras con carreras casuales como clasificatorias. En esta última las personas juegan con un poco mas de seriedad, pero sin un simulador de conducción creo que no tendrías la mejor experiencia de juego si lo que buscas es competir.


Y así es como cruzamos la bandera a cuadros con esta reseña de Gran Turismo 7, un juego que me generaba muchas dudas, y del que salí satisfecho. Es un juego que ofrece una variedad enorme de experiencias y logra con éxito empaparte de pasión por el automovilismo, obviamente no es un juego perfecto, pero pese a ello, es una carta de amor al mundo automotor y que definitivamente podría recomendarte.


Calificación: 8/10

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