Por Sofía Luna Roberts
Una obra cargada de ironía, humor negro y pura teatralidad son algunas de las características más llamativas de “Tarascones”, una pieza teatral escrita por Gonzalo Demaría y dirigida por Ciro Zorzoli. Con interpretaciones estelares que van de la mano de Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín. Éstas mujeres nos invitan a su tradicional tarde de té todos los martes a las 20 hs y los sábados 20:30 hs en el Metropolitan Suran (Av. Corrientes 1343), para descubrir de qué se tratan sus reuniones entre charlas, juegos de cartas y las infaltables masitas dulces.

“Tarascones” nos sumerge en ese living burgués, de la casa de Raquel, con una fuerte presencia de adornos y vestiduras que embellecen el espacio donde Zulma, Martita y Estela se despliegan para ponerse cómodas y disfrutar una merienda con amigas. Pero la rutina de estas señoras paquetas es interrumpida por el suceso inesperado de un crimen, que transformará la reunión en una hoguera donde no dejarán ningún cabo suelto y los trapitos saldrán a la luz del fuego. En esta obra la hipocresía, la impunidad y la monstruosidad no quedarán fuera de la escena, es más, serán pioneras para el desarrollo de un discurso social que resalta la gran capacidad de una clase alta que condena y discrimina para tapar sus propias miserias.
La caracterización detallista de las protagonistas toma gran lugar con respecto a lo visual, ya que están construidas al borde de la caricatura y tanto sus vestimentas como sus gestualidades disponen de una “extrema teatralidad”. Ésta puede verse directamente en sus maquillajes, pelucas, las uñas postizas que utilizan, los modos de circular en el espacio al igual que en los rostros de cada una de las actrices que toman una forma particular para dirigirse tanto a ellas mismas como al público. La escenografía, iluminación y la música son precisos para dar cuenta de ese tono burlón, un híbrido entre lo grotesco, vulgar y refinado, que sobrevuela todo lo material. También el empleo del lenguaje ocupa un lugar importante, debido a que la escritura en verso de Gonzalo Demaría responde a la necesidad de resignificar el discurso de los personajes. Al darle una escritura elaborada, versificada, adquieren automáticamente esas situaciones vulgares que se dan entre esas mujeres una cierta musicalidad propia que es ennoblecido por ese lenguaje minuciosamente trabajado.
El humor es otra característica muy destacada, porque se encuentra presente en toda la pieza teatral complementando esos signos ordinarios y refuerza algunas ideas que tienen que ver más con un comentario social. Es gracias al humor que se permite decir y oír muchas cosas que, de otros modos, resultan muy duras de asumir como propias. El discurso contiene una mezcla entre lo cómico y la fusión de géneros que son claves en el texto, ésto provoca que el conflicto sea algo más “digerible” y divertido al mismo tiempo.
Zorzoli nos trae una comedia y un drama con un contenido de pura reflexión social, política y cultural, ya que éstas mujeres reflejan el imaginario de una clase alta llena de prejuicios e hipocresía. Es un teatro que habla de nosotros pero siempre desde una mirada artística, dando cuenta de ciertos comportamientos que nos definen como seres humanos. “Tarascones” logra un balance perfecto entre lo cómico y lo trágico gracias a la mezcla de un talento actoral y escénico espectacular logrando en el público un extraño sentimiento de empatía, y dejándonos con muchas preguntas acerca de los estereotipos que nos habitan como sociedad.