Por Luciano Macchioli
En numerosas ocasiones he mencionado que el género de plataformas es mi favorito dentro de la industria de los videojuegos. Es por eso que recuerdo con mucho cariño el boom que éste tuvo en 3D durante la generación de Nintendo 64 y PlayStation. A pesar de los contendientes gigantes con los que se tuvo que enfrentar, el primer Pac-Man World logró hacerse un espacio dentro del interés de los jugadores. Veamos si, tras muchos años, todavía mantiene su encanto.

Aquí, como podría esperarse, encarnaremos a Pac-Man quien, tras un festejo de cumpleaños fallido, sufre el secuestro de toda su familia a manos del malvado Toc-Man y sus secuaces fantasmas. Este sencillo argumento justifica el recorrido que haremos por decenas de niveles para rescatarlos.
En cuanto a jugabilidad, es prácticamente idéntico al original. Una de las pocas cosas que añade la versión Re-Pac es que ahora consumir los dots de poder, Pac-Man se hará gigante y le será más fácil derrotar a los fantasmas.Durante el recorrido de los niveles, nuestro protagonista podrá saltar, rebotar para llegar a lugares más altos, correr a toda velocidad y algunas otras mecánicas ya vistas dentro del género. A pesar de su aparente simpleza, la jugabilidad es muy disfrutable. Un punto negativo a mencionar es su cámara, que no ha envejecido muy bien. En las secciones que debemos calcular la profundidad del nivel, es muy fácil que un salto termine con nosotros cayendo al vacío, lo que nos lleva, por momentos, a recurrir al prueba y error.

Como todo plataformero 3D que merece respeto, los niveles cuentan con mucha rejugabilidad. Si bien se caracterizan por ser lineales, todos esconden coleccionables en sus rincones. Debemos juntar frutas, letras para formar la palabra “Pac-Man”, llaves para rescatar a nuestros familiares y un sinfín de dots que nos darán las más altas puntuaciones. No hay límite alguno, y podremos intentar cuantas veces queramos el mismo nivel para completarlo al 100%. Por supuesto, no faltan los enfrentamientos contra jefes. Si bien no representan ningún desafío, eso no los hace menos entretenidos. Unas 8 horitas serán más que suficientes para hacer todo lo que nos propone este título. Si bien nos deja con ganas, es una duración esperable.

Pac-Man World Re-Pac no pretende colocarse entre los juegos del año ni ser un remake que dé que hablar. Pero es una experiencia que logra tocarnos la fibra de la nostalgia y que, a pesar de ser un videojuego de más de 20 años, logra divertirnos tanto como en aquellos días. Una parada obligatoria para los amantes de las plataformas.
Calificación: 8/10