Vuelve al hogar con un plataformas hecho a mano
No importa el momento ni la situación, siempre hay sitio para un nuevo juego de plataformas. Independientemente de si se trata de una apuesta por actualizar el género o una vuelta a los orígenes, dedicar una parte de tu tiempo a “pegar saltitos” suele ser una inversión eficiente en la mayoría de las ocasiones. No pude jugar la última aventura de Sackboy en su lanzamiento original para PS5 (analizar videojuegos no paga suficiente como para adquirir el sistema actualmente), por lo que no dude en subirme al tren de su versión para PC cuando surgió la oportunidad, deseoso de ver con que iba a encontrarme en esta ocasión en el mundo artesano.

De buenas a primeras, no es necesario introducirse mucho en el título para notar el principal cambio. Donde antaño había un juego de plataformas en dos dimensiones y media, en esta ocasión se apuesta por las tres dimensiones en su totalidad, ampliando de forma notable el abanico jugable. La llegada de Little Big Planet a PS3 supuso en su momento el nacimiento de una mascota querida y original. El héroe de lana y el mundo artesano conformaban un camino artístico poco experimentado en el medio. Diseñar niveles con materiales comunes en cualquier casa, dando forma física (digitalmente hablando) a todas esas ensoñaciones que armábamos cuando éramos pequeños no deja de ser un disfrute en todo momento. Ese castillo que construimos con cajas de zapatos y rollos de papel ahora es una gigante fortaleza que podemos recorrer tanto por dentro como por fuera. Esa pequeña ciudad materializada mediante trastos ahora es una verdadera metrópolis. En el mundo artesano siempre hay sitio para soñar y crear.

Sin ser un elemento fundamental en la experiencia, es indudable la existencia de una respuesta a la universal pregunta acerca de quiénes somos y a dónde vamos. En esta ocasión, tomamos el papel del héroe de la puntada, responsable de salvar el mundo artesano de las garras de Vex, el malvado de turno que quiere convertirlo todo en un erial, de la misma forma que nuestro cuarto se vacía de juguetes y otros objetos infantiles conforme avanzamos hacia la madurez. Para ello, tendremos que avanzar a lo largo de 5 mundos y cerca de 60 niveles, en los que crearemos vínculos con distintos aliados que nos ayudarán en nuestro periplo.
A lo largo de las diferentes pantallas, nos encontraremos con todo tipo de diseños de nivel. Tanto de los más habituales en el entorno de las tres dimensiones como otros más experimentales, como carreras, descensos en tobogán o vueltas temporales al scroll lateral. Sin ofrecer una duración muy elevada (unas 10-12 horas serán necesarias para completar los niveles principales), el título porteado por PlayStation PC LLC ofrece tanta rejugabilidad como queramos darle, ofreciendo en cada uno de los niveles distintos desafíos a cumplir para desbloquear logros y cosméticos.

Junto a esto, al igual que el resto de aventuras de la saga, se presta a ser disfrutada en solitario o en cooperativo, donde podremos juntarnos hasta cuatro jugadores. Más allá de únicamente facilitar los niveles, podremos acceder a contenido exclusivo del juego compartido, secciones donde será fundamental la participación de al menos dos jugadores para salir airosos de la situación. Además, siempre hay espacio para la jarana. Podremos agarrar, aporrear, empujar y molestar a nuestros compañeros, de una forma saludable y sin riesgo (la mayoría de las ocasiones). De esta manera, cada nivel se convierte en una competición por ver quien es digno de sostener la copa al obtener el mayor puntuaje posible.
No puedo irme sin remarcar lo bonito de esta aventura. A parte de contar con un motor gráfico sorprendentemente potente y detallista (en sus máximas opciones gráficas es uno de los títulos más demandantes del año), resalta sobremanera el apartado artístico, donde cada uno de los mundos utiliza su diferente temática para mostrar todo tipo de diseños originales, impidiendo en ningún momento la sensación de Déjà vu, al observar algo muy parecido a lo ya visto. Junto a esto, destaca el apartado sonoro, que combina pistas originales, muy características de la saga con otras con licencia, dando lugar a situaciones cuanto menos características y originales.

En resumidas cuentas, Sackboy TM: Una aventura a lo grande es todo aquello que los seguidores de Little Big Planet podrían esperar. Sin innovar en el género, ofrece un rato de diversión asegurada tanto en solitario como en cooperativo, aprovechando al máximo el apartado artístico artesanal en todos sus aspectos. Quizá su precio completo pueda suponer una barrera de entrada, pero conseguirlo con una ligera rebaja es una opción que deberíais tener en mente. Bueno y si no, siempre podéis coger una madeja de lana y crear vuestra propia aventura.
Calificación:7,5/10